Cuando Obama va por la leche, los políticos mexicanos ya vienen con los quesos. En su segundo día de actividades presidenciales, Obama congeló los sueldos de los funcionarios de la Casa Blanca que ganen más de 100 mil dólares al año y anunció que impulsaría la transparencia en torno a las actividades del gobierno.

Pobre Obama. No sabe que congelar sueldos no es la solución a los problemas económicos, como bien le hubiera podido informar el líder priísta Emilio Gamboa, quien al ser preguntado sobre su disposición para reducirse el sueldo, declaró que esa no es la solución para la crisis económica. Todavía más, dijo que si SE presentara una iniciativa de reducción, él la apoyaría. Pero el SE presentara es dejar el asunto en aire.

Como hemos anotado en este espacio (14 de enero de 2009), desde hace dos años está congelada una iniciativa de ley que prohibe a los funcionarios públicos tener salarios superiores a los del Presidente de la República, situación en la que están numerosos directores de empresas paraestatales, los Ministros de la Suprema Corte y los Consejeros del IFE. Y la ley está detenida porque los panistas dicen, en corto, que si se reducen los sueldos de los funcionarios del sector público, no habrá manera de tener funcionarios competentes. Otra vez, pobre Obama. Al congelar sueldos, se condena a tener funcionarios mediocres en la Casa Blanca. Tan sencillo que hubiera sido pedirles consejo a los panistas...

Por cuanto a la transparencia que ofrece el recién estrenado Presidente norteamericano, puede topar en pared y quedar como autor de promesas vanas. Este miércoles, supimos por los medios de comunicación que los mexicanos no tenemos derecho a saber el sueldo de la lideresa magisterial Elba Esher Gordillo, por ser éste un dato confidencial. La Secretaría de Educación Pública estableció que el salario de Gordillo es información confidencial, pese a que la Ley Federal de Transparencia ordena, en su Artículo 7, Fracción IV, que se debe poner a disposición del público la remuneración mensual por puesto, incluso el sistema de compensación.

La Ley de Transparencia de Nuevo León va más allá. El Artículo 10, fracción X, ordena que se ponga en Internet nada menos que la nómina mensual para la retribución de los servidores públicos con expresión del nombre completo, cargo y la remuneración, presentándose esta última en forma neta y bruta, debiéndose de adicionar en su caso, la información relativa a cualquier deducción, percepción, prestaciones y compensaciones que reciban con respecto al ejercicio de su responsabilidad.

Pero ordenamientos semejantes no valen en el caso de una maestra, servidora pública por definición, con la que el gobierno federal no quiere, no puede tener problemas. Fíjese usted, y Obama ofreciendo más transparencia en Estados Unidos. ¿No temerá toparse con una Elba Esther gringa o su equivalente?. Nuevamente le falló el colmillo. Se hubiera asesorado con algún político mexicano, priísta o panista, que para el caso ya no hay diferencia. Lo dicho. Para cuando Obama va por la leche...

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