|
| 527 29 de abril de 2010 |
 |
ANÁLISIS A FONDO Arizona, “daño colateral”
Todos hemos conocido que la ley de marras convierte en delito estatal el encontrarse ilegalmente en Arizona. Obliga asimismo a los agentes policiales a interrogar a cualquier persona sobre su situación migratoria, tan sólo ante la sospecha de que ese individuo se encuentra ilegalmente en el país. Es decir, sólo por ser prieto a usted lo puede detener la policía y pedirle los documentos que acrediten que o es usted ciudadano estadounidense, o está en Arizona con todas las de la ley. Se criminaliza pues a todo morenito, por el simple hecho de ser morenito, y por el simple hecho de serlo es usted sospechoso de ilegal y hasta de narcotraficante o terrorista (es uno de esos “daños colaterales” del combate al crimen organizado, de los que habla el gobierno mexicano), porque no es otro el objetivo de la tal legislación.
Los halcones de Arizona mueren de miedo ante la invasión de fuerza de trabajo, que ellos necesitan, pero los mueve un odio racial que no les permite ver más allá de sus narices. Cómo será la cosa que la promulgación de la ley ha sido motivo de interés periodístico en todo el mundo y los más importantes medios de prensa desde que se conoció la noticia la semana anterior han dado cuenta de ella y de las reacciones de la comunidad internacional, de las organizaciones de defensa de los derechos humanos, del propio gobierno de México, condenando la medida racista y fundamentalista de los congresistas y de la gobernadora de Arizona, y hasta el propio presidente estadounidense, Barack Obama, la calificó de ''irresponsable'' y ''mal encaminada''. Pero aunque Washington no esté de acuerdo con la ley anti migrantes mencionada, esta medida entrará en vigencia, tendrá efecto en 90 días, después de las sesiones legislativas actuales, que se realizarán en las próximas semanas. Deberá entrar en vigencia a finales de julio de este año.
Obama ha advertido que la medida podría violar los derechos civiles de la gente, y ha instruido al Departamento de Justicia a analizarla para determinar si es legal. Pero las críticas del Presidente no convencieron a la gobernadora republicana del estado para vetar lo que sería la ley más intransigente del país contra la inmigración ilegal. Obama sostuvo que el gobierno federal debe reformar las normas de inmigración nacionales, caso contrario dejará la puerta abierta a la ''irresponsabilidad ajena'', lo que, por ejemplo, las medidas recientes en Arizona que amenazan con socavar los conceptos fundamentales de equidad, tan caros para los estadounidenses, así como la confianza entre la policía y las comunidades que es crucial para brindar seguridad', de acuerdo con las palabras Obama.
El gobierno mexicano tuvo que entrar a la defensa de los emigrantes que pasan por el desierto de Arizona y emitió una alerta a sus ciudadanos que visiten, residan o estudien en Arizona. La Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE) puntualizó que, si bien los detalles de aplicación de la ley aún no están claros, ''se debe asumir que todo ciudadano mexicano podrá ser molestado y cuestionado sin mayor causa en cualquier momento' y es importante actuar con prudencia y respetar el marco legal local'', señaló la SRE, antes de añadir: ''y para todos los visitantes mexicanos''. El presidente Felipe Calderón anunció la defensa de los mexicanos migrantes ante la antihumana, inaceptable, discriminatoria e injusta ley SB 1070 de Arizona que criminaliza el fenómeno migratorio y abre la puerta a la intolerancia, odio, discriminación y al abuso. “Toda regulación que se centre en criminalizar el fenómeno migratorio, un fenómeno social y económico, abre la puerta a la intolerancia, al odio, la discriminación, al abuso en la aplicación de la ley”, dijo Calderón. Estos esquemas humanos deben ser “sin menoscabo del derecho que tiene cualquier país de regular las leyes de su propio territorio, (pero) sí permitan, como he dicho, una migración ordenada, integral, comprensiva y justa”. Brewer tenía un día más para decidir qué hacer con el proyecto de ley. Sin embargo, decidió no esperar. El plazo del sábado anterior para la gobernadora republicana fue establecido el lunes cuando el proyecto de ley llegó a su despacho. La mandataria estatal podía firmarlo, vetarlo o permitir que se convierta en ley sin su firma.
Defensores de los derechos humanos dicen que la ley conduciría a la individuación racial y disuadiría a los hispanos a denunciar delitos. Cientos de hispanos protestaron el jueves frente al Capitolio estatal. El patrocinador del proyecto, el senador republicano Russell Pearce, dijo que liberaría a los policías de las trabas políticas y ayudaría a desalojar del estado a los indocumentados. En Arizona viven alrededor de 460 mil inmigrantes ilegales y es el cruce fronterizo más activo de la nación, que a partir de julio tendrán que enfrentarse con las disposiciones de la nueva ley, que permitirían demandas contra agencias gubernamentales que obstaculicen la aplicación de las leyes de inmigración, y haría ilegal contratar indocumentados como jornaleros o transportarlos a sabiendas.
Brewer enfrenta una disputada elección primaria republicana el 24 de agosto y uno de sus adversarios, el tesorero estatal Dean Martin, le exhortó a firmar el dictamen de la ley. ''Si seguimos sin tomar medidas en el nivel federal, veremos otras gestiones mal encaminadas en el país'', dijo Obama. ''Como nación, como pueblo, podemos elegir un futuro diferente''.
Amnistía Internacional (AI) demandó la derogación de la Ley, por su carácter violatorio de los derechos humanos, al permitir en la práctica detenciones arbitrarias por perfil racial. El derecho fundamental a la libertad y a la protección contra detenciones arbitrarias es un derecho humano universal, que se aplica a los migrantes, independientemente de su estado y está consagrado en el artículo 9 del Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos (PIDCP) que los Estados Unidos firmaron y ratificaron. Este derecho se encuentra también en la Declaración Universal de los Derechos Humanos y el artículo 16 de la Convención sobre los trabajadores migrantes. Pero háganle entender a los racistas republicanos, que sólo los mueve el odio racial, su miedo que les hace ver a un criminal, a un narco, en cada prieto y su pánico por el terrorismo, que ellos mismos están practicando al cazar literalmente a los migrantes que cruzan por su territorio y ahora a criminalizar a cualquier morenito que se hallen en las calles o en los caminos del estado. Los gobernantes de Arizona están empañicados por el combate irracional al narcotráfico que se libra en los estados del norte de México y que ha cobrado vidas de ciudadanos estadounidenses. Pero ellos mismos, los estadounidenses, son parte del problema e imponen soluciones absurdas, estúpidas, que sólo conducen a exacerbar el odio.
http://analisisafondo.blogspot.com/
Para compartir, enviar o imprimir este texto,pulse alguno de los siguientes iconos: ¿Desea dar su opinión?
|
|
En general la población del estado de Arizona ha sido racista, excluyente, anti migrantes. En ese estado se han integrado muchos grupos de “caza migrantes” que tiran a matar cuando descubren a un pequeño grupo de sospechosos de ser mexicanos o latinoamericanos, caminando por el desierto, particularmente en las cercanías de los ranchos. En el desierto han caído miles de mexicanos que se aventuran a cruzarlo sin agua y sin alimentos. Las arenas de Arizona están sembradas de cadáveres calcinados, que fueron devorados por animales depredadores. Para colmo, la legislatura estatal aprobó una desalmada ley anti migración que la gobernadora, Jan Brewer, promulgó con su firma. 
