LA VENTANA CAÍN

Un amor llamado Calicanto

Roberto Guillén

                         *  Un pueblo sin historia no es pueblo

Su vena por la cultura lo estrelló contra la tristeza de la enfermedad; pero sobrevivió para contarlo. Se trata del licenciado Moisés Solís, quien un día de estos se dio a la tarea de restaurar un inmueble ubicado en el Barrio Antiguo, donde el padre Jardón  oficiaba bodas, misas y bautizos. Como el espacio lo encontró en ruinas, tuvo que transformarlo, pero en su filantrópico “manos a la obra”, el guano de los murciélagos afectó su organismo –hoy convalece en silla de ruedas-. Esta es la historia de quien sí se hace responsable de su Historia. Un  ejemplo para los antreros y desmemoriados del arruinado Barrio Antiguo.

¿Cómo surge el espacio cultural Calicanto?

Estoy muy contento porque fue una idea de mi hija, que es arquitecta. Ella empezó la restauración de este edificio. Fíjate que un día vino una persona y me pidió permiso, cuando estábamos en la restauración. Preguntó sobre lo que íbamos a hacer con el espacio. Le respondí que una escuela. Pero resultó que este señor había nacido en este espacio hace 88 años. Recuerdo que me dijo, “yo nací en este espacio y quería pedirte que me des oportunidad de conocerlo antes de morirme”. Lo recorrió y luego agregó: “te sugiero que pongas un salón de eventos”.

“Y ¿porqué?, le dije.

“Me respondió que el padre Raymundo Jardón, en 1926, estuvo aquí. Aquí vivió, en la época cristera lo persiguieron. Quisieron asesinarlo. Y huyendo le habla un amigo, que era el director de la judicial y le dice: “Padre, huya, huya, huya, porque voy por usted”

“¿Cómo?” ¿Por qué? – preguntaba el sacerdote, “porque te voy arrestar “ – le dijo el policía -. Y como eran amigos, huyó.

“Como verás, los pitazos no son nuevos, son viejos. Entonces él llegó huyendo y se incorporó aquí; y estuvo haciendo bautizos, bodas, misas”.

¿Entonces esta era la casa del Padre Jardón?

No, esta era la casa del general Joaquín D. Arredondo, tuvo una hija que se llamó Carmelita, que fue la esposa del doctor Gonzalitos, y luego después lo abandona ella  y se fue con el general Mariano Arista. O sea es la esposa, y así se convirtió en la primera dama del país.

Hace poco comentó usted que la construcción consta de 13 columnas.

Sí mira, efectivamente, el general Joaquín Arredondo quiso dejar para las futuras generaciones plasmados sus conceptos religiosos. Y entonces mandó hacer 13 columnas que simbolizan una de Cristo y 12 de los apóstoles. Toda la construcción del edificio es un homenaje a San Francisco de Asís. Y los pisos que ves, tienen mensajes bíblicos.

También comentó que la casa tiene un túnel.

Así es, tiene un túnel que mandó construir y que da a la catedral y a la casa del campesino. Eran las vías de comunicación que tenían para resguardarse de los ataques de los indios. Bajaban para proteger a las familias. Y también para protegerse de la misma revolución, para que no les quitaran las hijas.

¿Por qué lo nombró Calicanto a este espacio?

La primera vez que se escribe esta palabra en México, es una palabra compuesta que significa la cal, tradicional que tú conoces, y canto. En España le dan la connotación de piedra. Cal y piedra. Digo que ahora es el Cemex moderno, cemento moderno. Cuando Bernal Díaz del Castillo escribe sobre la conquista, menciona por primera vez la palabra, cuando empieza a describir las pirámides. Al estar frente a ellas se queda impresionado por su majestuosidad y escribe: “¡Oh!” que grandes obras de calicanto.

¿He escuchado de una serie de eventos culturales que se han efectuado en este espacio, ¿qué nos podría comentar al respecto?

Bueno, los estamos haciendo; precisamente estamos en una diversidad. Retomando lo del padre Jardón, en 2009 casamos a 200 parejas y para este año ya tenemos 165 parejas registradas.

¿Y qué le motiva hacer estas actividades?

Creo firmemente en el desarrollo del ser humano; de ser progenitores, hombre y mujer; y de continuar perpetuando la familia, el núcleo que forma esta sociedad mexicana. Entonces, con todos estos valores…que no sólo estamos tratando de impulsarlos, sino que creemos en eso. Por eso digo que no estoy rico, pero estoy muy satisfecho porque me pagan por hacer lo que hago. Aunque  también tenemos presentaciones de libros, obras de teatro. Durante los últimos cuatro días de febrero  tuvimos la obra de teatro La democracia en el bar  , del Instituto Tecnológico de Monterrey, que es la segunda vez que los convencemos de que salgan extra muros, de sus campus. Somos pioneros en este aspecto, con instituciones tan serias como el TEC. De que vean que aquí, en el barrio antiguo –calle Padre Jardón, entre Diego de Montemayor y Dr. Coss  no es nada más ver que los jóvenes vienen a emborracharse y arreglar su vida, sino también que vengan a alimentar su espíritu, mediante eventos culturales y académicos”.

¿Cómo van los permisos, para abrir el túnel y permitir a la comunidad que se convierta en un paseo festivo?

Es un trámite largo, porque todo lo que está bajo el subsuelo es del gobierno federal y estamos en muy buenas pláticas, en muy buenos términos. Vamos avanzando, es largo el camino, pero ¿qué camino es corto?

¿En qué momento empieza a operar el espacio calicanto?

El 19 de enero del 2008. Hoy estamos inaugurando el segundo aniversario, del cual estamos muy orgullosos de ponerlo al servicio de la sociedad regiomontana. Es una actividad fabulosa de darle realce a la familia. Además estoy haciendo una historia de la casa de este edificio, que consta de unas fotografías desde que se restauró, hasta las bodas que se han realizado en los dos años.

Usted que ha tenido el amor por restaurar este espacio, ¿Qué siente cuando pasa y ve edificios antiguos derruidos, maltratados, abandonados? ¿Cómo observa este descuido?

Mucha tristeza y lamento que no se vigile porque la sociedad civil critica mucho eso. Yo soy un ambientalista. Luche mucho porque no se instalara el teleférico, y seguimos con esa vocación de defender la historia. Como nuestros padres y abuelos, los edificios hablan de nuestra historia y malamente, los funcionarios que les compete defenderlos, no lo están haciendo. Creo que la historia también los va a juzgar. Un pueblo si historia no es pueblo.

HABLA EL SACERDOTE AURELIANO TAPIA

Antes de que concluya la entrevista, arriba el sacerdote Aureliano Tapia, uno de los invitados para celebrar el segundo aniversario de Calicanto. Por lo que el reportero solicita su opinión sobre el espacio restaurado:

El padre Raymundo Jardón fue compañero de estudio del canónigo Joaquín  Tapia Sánchez. Los dos ya murieron. Se quisieron muchísimo. Tuvieron maestro que siempre estuvo al cuidado de ellos. Incluso el trajo al padre Jardón, de allá de su tierra. No venía al seminario, pero el arzobispo se encargó de darle clases como al padre Tapia.

¿Cuál es el valor de este edificio y la importancia de que el señor Solís lo haya rescatado? 

Vivimos un tiempo de cambio, en el que se están derribando casas de mucho valor, para colocar tiendas o cines. Al rescatar esta casa para la cultura, el licenciado Moisés ha hecho todo lo contrario que se hace en otras partes. Ahora el edificio, las vigas, aquí ha hecho él una inversión restaurando, porque no todo estaba en buenas condiciones. Hubo que cambiar techos, vigas. Lo que sí es original es el piso. Estos ladrillos se construían en la fábrica Rivero. Y se identifican porque parecen alfombras.

¿Cuál sería el valor espiritual de este  espacio?

Repito, el Arzobispo no ha podido frenar la destrucción de muchas obras de arquitectura antigua. Entonces, el Arzobispado siempre le tendrá gratitud a mi amigo.

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