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Los dos últimos años de Calderón
Samuel Schmidt

¿Se podrá sugerir qué le espera a México en los próximos dos años? Los dos últimos años de Calderón para muchos presagian lo peor.

Puedo sugerir que no hay nada que sugiera que la situación actual vaya a dar un giro positivo, domina más bien la tendencia a empeorar. Veamos algunas áreas:

Seguridad. Este se ha convertido en el tema central por un impacto severo sobre la sociedad, la cultura y la economía. Mucha gente tiene que invertir en su protección y eso va en detrimento del desarrollo de la economía. Si alguien tiene que blindar su entorno (vehículo y alarmas para la casa) y contratar guardias de seguridad tendrá menos recursos para alimentar su negocio. Si alguien se ha empobrecido por un secuestro, ya sea propio o por haber ayudado a pagar un rescate, pocas posibilidades tendrá de mejorar sus condiciones de vida, lo que impacta el mercado. Al contratar guardias se crea mercado de consumo, el blindaje se dirige a la capa que concentra el ingreso, además de que al ser una gran cantidad de vehículos públicos ese dinero se desvía de propósitos de bienestar social; los secuestradores gastan, pero ese dinero se dirige o a la industria del vicio o a la compra de armas, de nuevo nada cerca de las actividades que reactivan la economía.

Hay empresas que han frenado su entrada al país hasta que la seguridad no mejore y esto no parece verse en el horizonte cercano. Se ha logrado la detención de capos del crimen organizado, sin embargo, la violencia no cesa y esta escalando de una manera muy riesgosa.

Economía. El gobierno dice que la recesión ya terminó aunque esto no se ve en los bolsillos, sin embargo, el desempleo ha aumentado, y parece haber señales que la migración indocumentada se está frenando, no así la migración documentada que se lleva grandes cantidades de dinero, esto produce un freno a las remesas y un debilitamiento de la economía regional precaria, así como un incremento a la salida de capitales. La economía informal crece de manera escandalosa con lo que se impactan las finanzas públicas porque no se captan impuestos. La respuesta del gobierno ha sido aumentar los impuestos y seguir una política de terrorismo fiscal que ha ayudado a cerrar empresas y crear más desempleo. No hay señal en el horizonte cercano de que esto se vaya a frenar.

Estabilidad política. Se registra un aumento en diversos tipos de conflictos entre los que destaca el que la gente se hace justicia con su propia mano. El gobierno ha propiciado conflictos laborales importantes como el de los electricistas y su falta de atención facilitó el quebranto de Mexicana de Aviación. Ha habido una relativa paz laboral que podría descomponerse. Están surgiendo conflictos en diversas universidades como la de Guadalajara propiciado por el empecinamiento de un gobernador imprudente y grosero, esta crisis está golpeando de manera implacable a la clase media y esta busca en las universidades un medio de movilidad económica y social. Hace falta muy poco para que una chispa prenda la hierba seca.

Corrupción. Hay una queja generalizada en el sentido que la corrupción está peor que nunca y esto descompone las actitudes de los servidores públicos así como de la sociedad que ve todo tipo de relaciones en términos utilitarios tratando de aprovecharse de los demás. Esto está degradando la moral (hay obispos con orden de aprehensión) y generando roces sociales que se pueden agravar.

Acuerdo político. Esta es un área con un gran déficit, los políticos son incapaces de ponerse de acuerdo hasta en la celebración de fiestas patrias. Frente a la queja de que a Calderón lo dejaron solo en esta su guerra, tal vez porque fue incapaz de convocar al consenso, por ejemplo que la guerra la declarara el congreso. La falta de acuerdo tenderá a la parálisis y con esto a decisiones unilaterales que no buscan el bienestar de todos.

Inmediatismo. Hoy en México se trabaja para el momento, no hay construcción de futuro. Felipe Calderón le dedica más energías a la sucesión en su partido que a la búsqueda de opciones económicas que levanten a la maltrecha economía. De la agricultura mejor ni hablar y de la política industrial menos, porque no existe.

Los demás partidos están ocupados en preparar las elecciones del 2012 y no construyen agendas legislativas o ejecutivas que generen opciones viables.
Ahora se celebra la década perdida con los gobiernos panistas y lo que nos espera es que se agrave todo, el final de la administración Calderón pinta para ser ruinosa y esa es una pésima señal para el país.

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