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906 14 Octubre 2011

Escollos de la posible coalición
Víctor Reynoso

Puebla.- Un grupo de 46 mexicanos, reconocidos políticos e intelectuales, propone un gobierno de coalición para el próximo sexenio. La pluralidad y la calidad de los proponentes llama la atención. La intención también: buscar un gobierno capaz de resolver nuestros problemas públicos más importantes. Pero no es del todo claro que a ese noble fin corresponda el medio propuesto.

La idea es que la coalición parta de un “acuerdo programático explícito, responsable y controlable”. Un acuerdo que no ha existido desde 1997, es decir, desde que el partido en el gobierno federal no tiene mayoría absoluta en la cámara de diputados. Por eso las reformas estructurales siguen esperando, después de casi dos sexenios de PAN y medio de Zedillo.

Se espera que un grupo de políticos, una coalición, acuerde lo que no han podido acordar los poderes ejecutivo y legislativo en los últimos 15 años. Cinco legislaturas (la última del siglo pasado y las primeras cuatro de éste) no han logrado ese acuerdo programático, ni acuerdos parciales del mismo. ¿Es realista pensar que un grupo de políticos lo harán en los meses que faltan para la elección presidencial?

No va a ser fácil llegar a un consenso en las cuestiones más sensibles y que más han separado a la clase política, y a los ciudadanos. No va a ser fácil acordar sobre las reformas fiscal, laboral y energética. ¿Se pondrán de acuerdo para reformar a PEMEX y a la CFE, por ejemplo? ¿O para dejarlas tal como están, a contrapelo de las tendencias mundiales que buscan, y obtienen, empresas más competitivas?
Y si lograran ponerse de acuerdo, ¿qué sucederá en la elección presidencial? ¿Quién sería el candidato de la coalición? Han firmado la propuesta precandidatos de los tres principales partidos (Beltrones por el PRI, Creel por el PAN y Ebrard por el PRD). ¿Quién de ellos o qué otro político sería el candidato de la coalición? ¿Qué harían los demás? Seguramente postularse para alguna secretaría de Estado, y esperar que su candidato, en caso de ganar, respete el trato.

¿Qué pasaría con los oponentes? Supongamos, como es de esperar, que entre las propuestas de la coalición haya algunas impopulares. Los adversarios aprovecharían esa impopularidad para hacer campaña contra la coalición y ganar votos. Nada aseguraría el triunfo de los coaligados.

Otra vía sería el acuerdo de que gane, quien gane, se comprometa a realizar el programa y a incorporar a su gabinete a políticos adversarios. No se ve fácil llegar al acuerdo, pero es un escenario más probable que el anterior. Un primer escollo, después de llegar al acuerdo, sería vencer a López Obrador, que ya anunció que no acepta la coalición.

Si la coalición ganara, vendría el problema realizar lo acordado, de que no haya quien defeccione buscando sus intereses particulares. Además de que en una coalición es difícil ser responsable: si algo sale mal, queda la salida fácil de culpar a los demás.

Por más loable que se la intención, el fin propuesto por los 46, requiere de muchos supuestos para llegar a buen puerto. Si no se han dado hasta ahora, ¿hay mayores probabilidades que se den en este proceso electoral?

No se ve fácil. De cualquier manera la intención, el fin, es bienvenido: lograr un acuerdo programático. Si no se logra por el medio propuesto, un gobierno de coalición, habrá que buscar un medio alternativo.

Profesor investigador de la UDLAP

 


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