HABÍA UNA VEZ
La traición de los legisladores
Everardo Hernández Medrano
Matamoros, Tamaulipas.- El jueves pasado, los diputados federales y senadores se quitaron las máscaras, se bajaron los calzones y exhibieron quiénes son sus patrones, sus jefes, sus patrocinadores, sus verdaderos amos, los que les dan las órdenes.
No había rubor en sus rostros, más bien se veían eufóricos por torpedear las pocas iniciativas que podrían ser útiles a la sociedad y lesivas para sus verdaderos jefes, las élites financieras y empresariales, que aunque invisibles, siempre estuvieron presentes en el recinto en los debates y en el rechazo a las propuestas lesivas a la oligarquía, los monopolios y las empresas trasnacionales.
Todo quedó plasmado en las discusiones de la Ley de Ingresos del 2012, tanto en la Cámara de Diputados como en la de Senadores.
¿Cobrarles impuestos a las empresas mineras trasnacionales? ¡No, ni madres! Mejor le aumentamos la gasolina, la energía eléctrica y los productos básicos al pueblo.
¿600 mil millones de pesos de subsidio para que empresas extranjeras (españolas y estadounidenses) instalen más plantas para producir y vender energía eléctrica a la Comisión Federal de Electricidad? Sí, claro, ¡aprobado por unanimidad!
¿Revocación de mandato al presidente de la república y gobernadores? ¡Ni madres, no estamos locos, ni somos suicidas!, protestaron unidos legisladores panistas, priistas y panalistas. Sería tanto como regresarle el poder al pueblo, para que decida quién se queda y quién se va.
¿Cobrarles impuestos a las élites especuladoras que ganan millones de pesos diariamente en la Bolsa Mexicana de Valores? ¡No! Mejor reducimos la partida presupuestal para salud y educación. Sería un ultraje a las élites financieras cobrarles impuestos ─gimieron lastimeramente los legisladores del PAN, PRI, PANAL Y PVEM.
¿Tocar a los usureros extranjeros que se hacen llamar banqueros en nuestro país? Claro que no, de ninguna manera, que sigan cobrando lo que quieran y que no financien el desarrollo del país, al cabo para eso estamos aquí para defenderlos del mugroso pueblo mexicano. Por primera vez los legisladores federales fueron honestos y se mostraron tal cual y a qué intereses sirven.
En unos días, los legisladores federales, los ocho diputados federales y dos senadores de Tamaulipas, empezarán a organizar sus “Informes Legislativos” con invitados especiales, cenas de lujo, inserciones pagadas en los medios de comunicación, fotos, clips televisivos donde aparecerán los líderes obreros, campesinos, empresariales y sociales para besarles la mano y “agradecer” a nombre de sus agremiados, por el “heroico esfuerzo realizado en el congreso a favor de las clases desprotegidas”. ¿En serio?
¿Qué mentiras nos pueden contar? ¿Cómo piensan justificar su traición a México?
Sólo falta que con el cinismo que les caracteriza, pretendan pedir el apoyo popular para brincar de la Cámara de Diputados al Senado, o viceversa, lo cual no nos sorprendería nada.
La miseria moral, mezquindad y prostitución de los legisladores federales es inversamente proporcional a la sumisión, indecencia e ignorancia de quienes aceptaron una torta, una despensa, una lámina y doscientos pesos por prostituir su voto.
No se quejen. Sigan de agachones.
ehernandezm03@hotmail.com
