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ZOMBIS
Ileana Cepeda


culturalogoVoy sobre la calle Juárez entre una multitud de zombis. Se mueven lentamente atentando a los coches, no respetan las luces del semáforo, no alzan la mirada. Clavan sus garras en las aceras a las que se aferran afanosamente. Sus cuerpos se arrastran por el piso y su alma se ha alejado demasiado.
Cuando voy por esta calle, recuerdo mi juventud de preparatoriana. Cuando traíamos dinero almorzábamos en el "Pez que Fuma", una cafetería que estaba por Washington y cuando era quincena Adriana nos invitaba a "La Cabaña" una cafetería que estaba en el otro costado de la prepa uno, esa cafetería era nuestra preferida, teníamos una mesa donde siempre nos sentábamos y mi lugar estaba junto a la ventana de donde podía verse el reloj de la iglesia del Roble, siempre se me hacía tarde viendo el reloj.
Recuerdo que en la plaza  frente a la prepa había una fuente grande con los bordes en color azul. En una esquina de la plaza junto a los teléfonos públicos había un gran árbol cercado por una jardinera que servía de asiento a los paseantes y alumnos de la prepa, además tenías la música de fondo de las tiendas de discos que había enfrente, junto al cine Juárez. El chico que atendía la tienda era nuestro D.J. particular, le pedíamos que cuando estuviéramos en el árbol nos pusiera canciones del TRI y lo hacía metódicamente cada que estábamos Gerardo y yo sentados bajo la sombra del árbol y a todo pulmón coreábamos "las piedras rodando se encuentran y tú y yo algún días nos habremos de encontrar…"
La prepa ya no es prepa, las cafeterías ya no existen, hicieron con ellas un estacionamiento y una extensión de Filosofía y Letras; los dependientes de los locales del mercado ya no están, mi amigo el de los discos no volvió a tocar al TRI, la fuente y el árbol desaparecieron con un macro estacionamiento que nadie usa, al cual dejaron con el piso muy alto y luego con una presuntuosa ingeniería lo bajaron unos centímetros. 
De todos mis recuerdos busqué a los peatones de la calle Juárez de hace 17 años y no los recuerdo, quizá desde entonces Juárez atrae a los zombis, quizá al transitar Juárez entre Washington y 5 de Mayo las almas se alejan, los cuerpos se arrastran y las prendas cuelgan del espíritu que vuela entre el humo que respira y abandona el centro de la ciudad.

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