En enero de 1910, cruzó visible por la Tierra el cometa con nombre oficial C/1910 A1, el cual podía mirarse sin la necesidad de ningún telescopio. Este cometa conocido popularmente como Daylight Comet (cometa de Luz de Día), fue el más brillante que surcó cercano a la tierra en el Siglo XX.

Cuando este hecho sucedió, hace cien años, el mundo donde hoy leen este post era tecnológicamente distinto, pero en cuestiones sociales era casi el mismo: Pobreza extrema en muchos puntos geográficos, injusticia social, baja educación formal, nula promoción de la cultura y excesos de exquisitez de las "bellas artes" en la alta sociedad que concentraba la riqueza forjada por millones de manos obreras. En fin, en enero de 1910, el mundo comenzó una década de cambios en la fabricación de productos, administración de bienes y especulación de intereses que hasta hoy, en esta noche del 31 de diciembre de 2009, siguen siendo la norma social.

Décadas después, muchas de ellas donde valiosas mujeres y hombres del Siglo XX dieron sus vidas por las causas que todos olvidamos fácilmente, apareció la Internet, la hoy democrática y libre red de redes y su poder de transmisión binaria que hace de los números 1 y 0 letras como éstas, fotos de personas sonriendo, y sonidos para enviar canciones de amor al ser amado, por ejemplo.

Con ello recuerdo el plot que hace cambiar a Spiderman en la historieta original, un diálogo tan preciso y bien estructurado que no ha existido ni habrá quien en su adaptación se atreva a cambiarlo, porque aunque suene moral, es universalmente cierto: “Todo gran poder conlleva una gran responsabilidad”. Sin duda este personaje de todos los de Marvel es el más humano, verosímil y lleno de tópicos que todos perseguimos desde los griegos, pasando por Shakespeare, hasta las malas novelas que desafortunadamente leen millones de personas ligeras buscando respuestas profundas en best-sellers: ¿De dónde vinimos y hacia dónde vamos?

Conocer la historia es saber quiénes somos; saber quiénes somos es conocer cuánto hemos avanzado, y saber si hemos avanzado o no, es nuestra obligación, porque no somos dueños únicos y decisiones de nuestro micro tiempo de vida solamente, sino un cúmulo de acciones del pasado más remoto y el presente para el mañana más incierto donde, como dice la teoría, el aleteo de una mariposa puede generar un huracán devastador en otro punto y momento.

Obligadamente, el ciclo creado por el humano de 365 días es el punto final de una época y comienzo de un “nuevo tiempo” que en nuestros deseos de bienestar hacemos virgen. En la realidad el tiempo cíclico del hombre no tiene cabida en la naturaleza, pues los ciclos de la tierra comienzan y terminan cuando se le viene la gana ofrecernos una hermosa flor de primavera en un desierto o un terremoto en la noche buena tailandesa; esos misterios siempre lo serán, porque nosotros somos parte de la naturaleza, no observadores de ella.

Obligadamente, el ser humano vive de esperanza porque de otra manera, todo sería un caos de razón donde lo cierto es terriblemente real. Pero como especie, el hombre se sorprende de muchas cosas pero de ninguna más que del mismo hombre. Por siglos hemos estudiado nuestro pensamiento, nuestra forma anatómica y bioquímica en busca de las fuentes de lo real y lo imaginario.

En esa indagación hemos dado con maravillosos descubrimientos que nos han hecho más eficientes: más rápidos, más activos y más longevos, pero desafortunadamente no venden ninguna pastilla para hacernos más conscientes. No la hay y no la habrá jamás porque la conciencia es en parte magia, genética y educación. Ésta última la más importante pero la más difícil de dar cuando la panza está vacía, la luz no existe en la sierra y el día acaba sólo para comenzar otro donde la batalla es la subsistencia y no la comodidad ni la acumulación material.

Entiendo bien que si han llegado hasta este párrafo es porque su conciencia debe ser basta, pues de otra manera ¿qué necesidad hay de soportar a un tipo hablando de lecciones de conciencia en año nuevo? Pero entiendo también que si no somos capaces de dar amor ofreciendo todas las visiones del mundo, entonces estamos creando un refugio de ciegos, un simple oasis en el desierto donde todo lo demás se lo puede llevar la distancia de lo no vivido y eso, queridísimas amigas y amigos, no soy yo, porque como sé reír sé sufrir por el dolor de extraños de hoy y ayer, esos que en su momento se rebelaron en el Siglo XX para cambiar el mundo donde hoy nosotros podemos llamar a la libertad con la facilidad de decir la quiero igual que a una pizza de entrega en treinta minutos en muchas partes de la aldea global. Esos que trabajaron jornadas de doce horas para sólo tener derecho a ir a una tienda de raya (nombrada así porque al no saber escribir firmaban con una raya) a recibir en sus manos callosas lo que el amo decidía y nada más.

Por eso, a las puertas de una nueva década que está por comenzar en el Siglo XXI que nos toca construir, yo me siento afortunado de poder escribir este texto de esencia tecnológicamente binaria y antigua profundidad humana, porque como muchas veces lo he dicho, confío conscientemente en el poder del hombre para transformar las cosas como sucedió en el siglo pasado en muchos rubros, confío porque la historia así lo indica: El ser humano sabe ir al límite pero también sabe frenarse a tiempo, a veces. Estoy seguro que si no pasa un cometa brillante anunciado grandes cambios para el resto de este Siglo XXI, hay una luz que comienza a brillar intensamente en muchas mujeres y hombres de este momento, de este siglo que queremos con el alma cambiar lo que no ha cambiado en cien años tanto como lo ha hecho la tecnología. Confío que el mundo de hormigas obreras se irá quedando atrás, para irle abriendo paso a una sociedad de conciencia donde los deseos inherentes de gran felicidad que jamás llegan se irán sumando a los hechos y derechos de pequeñas alegrías comunes.

Así que como me han enseñado a decretar con toda el alma: Decreto para el tiempo incierto de mañana un mundo donde las calles serán nuestras, donde el hombre mirará a otro hombre con respeto y no con mezquina competitividad, porque ¿De qué vale ser el más nice de la cuadra cuando se vive en un barrio de desalmados?

La acera que yo piso cada mañana es mi calle, y mi calle se llama tierra, se llama esperanza esquina con fortaleza, y de aquí saldremos tod@s los que humanos esperamos que cada mañana sea la misma afortunada mañana de sol para el resto que jamás conoceremos.

Crisis seguirá existiendo siempre mientras el hombre no aprenda a vivir con lo de él y no con lo anhelado por los Homo Videns de Sartori. Desesperanza habrá siempre en el hombre lleno de Ceguera del maestro Saramgo, y desamor tanto como en la esquina pocas, pero algunas veces, sorprende el milagro del alma gemela esperando el beso de verdadero amor entre lobos.

Así que no atinemos a descubrir lo incierto de lo innecesario porque en lo cierto un Stradivarius siempre será un Stradivarius a pesar de existir muchos violines mejores; lo que pesa no es lo real sino lo creíble - posible.

Amigas y amigos, como saben no soy un religioso, pero también sé entender cuando la teología me sabe explicar lo que en este texto les quise decir y les comparto hondamente:

"Dios, concédeme la serenidad para aceptar las cosas que no puedo cambiar, el valor para cambiar las cosas que puedo cambiar y la sabiduría para reconocer la diferencia; viviendo un día a la vez, disfrutando un momento a la vez; aceptando las adversidades como un camino hacia la paz; pidiendo, como lo hizo Dios, en este mundo pecador tal y como es, y no como me gustaría que fuera; creyendo que tú harás que todas las cosas estén bien si yo me entrego a tu voluntad; de modo que pueda ser razonablemente feliz en esta vida e increíblemente feliz contigo en la siguiente"

Yo interpreto esta oración con mucha distancia de lo dogmático, pero la entiendo como un credo de ser siendo y respetado. Así que la dejo para su reflexión consciente y humana para el año por venir.

Con todo mi afecto: Les deseo un 2010 lleno de triunfos, paz y armonía, donde la salud, el amor y la voluntad estén de nuestro lado, que para todo lo demás bastan las ganas para transformar nuestro rumbo en el nano espacio del tiempo a vivir para el incierto tiempo futuro universal del que somos guardianes tod@s.

Para llegar lejos hay que mirar al cielo y tirarle alto, no andar buscando elefantes blancos para cazar cadáveres de sueños que se pudren. Yo por eso atrapo cometas de intensa luz, no quimeras que se apagan con el más suave soplo.

¡Feliz nuevo ciclo lleno de metas a tod@s!

A tod@s mis milagros de la vida, con la esperanza siempre viva:

Saludos; el Tipo de Abril.

P.D. Para los que se dan permiso de lastimar el planeta y sus habitantes porque éste se acabará en 2012, les tengo una noticia y no es predicción, es la neta del planeta: Fuera de Hollywood ¡EL MUNDO NO SE ACABA EN 2012! Así que, conciencia por favor. Los Mayas jamás predijeron eso.

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