ANÁLISIS A FONDO
2012, mejor… pero que 2013
Francisco Gómez Maza
Pulverizados, los “buenos” deseos
Otro año de “más de lo peor”
iudad de México.- No es pesimismo. Es realismo. Viene a bien el chiste aquel que dice: El año 2012 será mejor… pero que el 2013.
Los buenos deseos de la ciudadanía en ocasión de la Navidad y el Año Nuevo se pulverizarán más temprano que tarde en este naciente 2012.
El cambio de mandos en los “poderes” ejecutivo y legislativo se dará en medio de una situación dramática particularmente para los trabajadores.
Ni el feneciente dueño del poder ejecutivo, Felipe Calderón, ni los aspirantes a sucederle –Enrique Peña Nieto, Andrés Manuel López Obrador, y menos los suspirantes panistas-, tienen idea de lo que le espera a los mexicanos.
No se requiere ser pitonisa, ni gurú, ni mirar una esfera de cristal para adivinar el futuro embarazado de incertidumbre. El presente anda mal. Nadie, menos Calderón, está haciendo algo para mejorar las condiciones de un futuro cierto. Todo el mundo anda gastando a manos llenas en campañas electoreras con el único afán del poder político.
La crisis bancaria europea, generadora de la más angustiosa incertidumbre de los últimos tiempos, y la desaceleración de la marcha de la economía estadounidense -de la cual depende de manera inexorable la economía mexicana-, que arrastra al despeñadero a los países industrializados, indudablemente que tendrán un impacto fuerte en el desempeño de la economía global.
Corredurías y consultorías como la estadounidense Merril Lynch no pueden ser pesimistas: la economía mexicana crecerá este año 1% y 1.5% menos que en el 2011. Los expertos financieros de esa compañía estiman que la economía mexicana pasará de 4% a 3%.
Hay analistas más “pesimistas”. La economía podría alcanzar sólo una fluctuación de 2.5 a 3.2 por ciento.
La industria mexicana continuará debilitándose en la medida en que los mercados exteriores, particularmente los de Estados Unidos, sigan dejando de requerir productos fabricados en México.
De acuerdo con el Centro de Investigación en Economía y Negocios (CIEN) del Tec de Monterrey, campus estado de México, el comportamiento relativamente positivo que registró la economía, al tercer trimestre de 2011, comenzó ya a desacelerarse y, en los primeros meses, se situará por debajo del crecimiento del año pasado. Crecimiento económico, empleo e inversión serán inferiores.
Lo más grave de todo es que el cada vez más débil comportamiento de la economía desmentirá a los candidatos presidenciales que prometen empleos abundantes. No es posible. Con una economía en retirada, nadie podrá satisfacer la demanda de puestos de trabajo, ya de por sí angustiante. En el quinto año de la administración de Felipe Calderón sólo se crearon unos 500 mil nuevos puestos de trabajo (y sólo inercialmente), muchos de ellos eventuales, cuando la demanda histórica es de alrededor de un millón 250 mil.
Los trabajadores que tienen trabajo, sea permanente o eventual, tendrán que taparse hasta donde les dé la sábana, pues el salario no tendrá mejorías. Si acaso se equilibrará con los niveles de inflación. Y esta situación deteriorará aún más el poder de compra de los consumidores, mayormente con la ola de aumentos de precios de principios de año. Este debilitamiento del salario indudablemente que se cobrará la factura pues caerán las ventas del sector comercio y servicios.
Estela de sombras muy desalentadora que nos deja la crisis mundial, pero particularmente el presidente Calderón, que no supo ni sabrá cómo afrontar las situaciones extremas. Lo ha probado en su sangrienta guerra contra el “narcotráfico” y la “delincuencia organizada”.
A desfondo: La batalla por el Distrito Federal podría ser asunto de mujeres. Por el PRI, está apuntada la tlaxcalteca Beatriz Paredes Rangel. Una gran experiencia en la politiquería. Sabe cómo “gobernar” pues fue gobernadora de Tlaxcala. Por el PRD, Alejandra Barrales, la jefa de la comisión de gobierno de la Asamblea Legislativa, anunció ayer que hoy se inscribirá como aspirante a la candidatura.
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