Suscribete
966 6 Enero 2012

ANÁLISIS A FONDO
La dominación de los gobernantes
Francisco Gómez Maza

El negocio de explotar a la población
Ningún otro derecho mas que “votar”

C
iudad de México.-
Viene como anillo al dedo, ahora que los mexicanos entrarán al juego engañoso de las “elecciones” de sus gobernantes –presidente de la república, diputados, senadores, gobernadores, alcaldes-, la aportación del doctor y maestro Clemente Valdés Sánchez en torno a “La dominación por los gobernantes”.

El doctor tuvo a bien enviarme parte de un nuevo capítulo del libro que escribe actualmente en torno a la “democracia”. Sería egoísta no compartir con usted, amable lector@, partes torales del pensamiento liberal de Clemente, el cual podría ser de enorme utilidad para todos los candidatos especialmente los aspirantes a la “primera magistratura” de la “nación”.

Copio:

Es increíble que, después de miles de años de dominación brutal sobre los pueblos por monarcas, líderes religiosos y pequeños grupos de privilegiados, y más de doscientos años después de la independencia de las colonias inglesas en Norteamérica y de la Revolución francesa, todavía, en la mayor parte del mundo, las poblaciones sigan viviendo sometidas a un individuo o a grupos formados por políticos profesionales, asociados a las grandes corporaciones empresariales y a los líderes encargados de controlar a los trabajadores, los cuales se reparten lo que llaman los “poderes”, hacen y deshacen las Constituciones y utilizan a policías y militares pagados con el dinero de la población para asegurar la dominación sobre sus habitantes.

Más sorprendente aún es que, en la mayoría de los países del mundo actual, los hombres y las mujeres, que son la única razón de ser de las organizaciones políticas, estén sometidos a entidades imaginarias, atrás de las cuales están los hombres del gobierno y no tengan ninguna participación en el mismo, fuera del “derecho” de elegir a quienes van a someterlos y a robarlos, pero no tengan el derecho de destituirlos, que no tengan el derecho de aprobar directamente las constituciones que hacen sus empleados y sus supuestos representantes para asegurar su dominio sobre la población, ni tampoco el derecho de llevarlos a juicio por los crímenes que cometan, pues esos altos empleados y falsos representantes gozan de la protección que se han otorgado a sí mismos en las constituciones y las leyes que ellos mismos hacen.

Para alcanzar el poder se necesita del apoyo de los grandes grupos minoritarios dominantes, que en los sistemas liberales capitalistas son primordialmente los grandes empresarios, pero en otras sociedades pueden ser los líderes obreros, los líderes campesinos, los líderes religiosos o las tribus seminomadas que habitan en los desiertos. Del otro lado, del lado de los subordinados, para afianzar la sumisión se requiere siempre de un mínimo de aceptación o consentimiento de los grupos amplios de la población.

Para lograr y conservar ese mínimo de aceptación, los hombres del gobierno y los grupos dominantes utilizan medios… que no tienden a exaltar la superioridad y el derecho al poder de los gobernantes sino la solidaridad y la identificación de estos con los hombres que trabajan en los campos, en las fábricas y en las minas, antes los cuales se presentan como sus benefactores…

En el negocio de explotar a sus pueblos no hay diferencias de fondo entre los distintos sistemas políticos. Los títulos con los que se presentan las formas de gobierno en sus documentos y declaraciones, en donde se hacen llamar: “estados democráticos”, “monarquías”, “estados sociales”, “repúblicas” democráticas, socialistas o religiosas etc no significan nada en lo que toca a la explotación del trabajo de la población y el robo del dinero de los contribuyentes.

Todos esos gobernantes, los que se dicen liberales o demócratas, los socialistas, los conservadores y los capitalistas, utilizan las grandes palabras que les ofrecen la Ciencia política y el Derecho para dominar a los pueblos.

Como parte de la consolidación del dominio, los hombres que tienen el poder inician la institucionalización, que consiste en la creación de instituciones (magistraturas, organismos y ministerios), encabezadas por sirvientes del soberano; es decir, por dependientes servidores de él, a fin de distribuir las funciones de la administración para facilitar la obediencia de los sometidos, orientados en el cumplimiento de sus deberes y afianzar el dominio del gobernante, presentando un cuadro de organización aparentemente despersonalizada para manejar mejor a sus súbditos.

A desfondo: Esta dominación ocurre en México, indudablemente. Como puede verse, por ejemplo, en las campañas hacia la “elección” del presidente de la república, todos los candidatos utilizan palabras que conceptualizan entes imaginarios como democracia, voto libre, elecciones libres, pueblo, nación, soberanía, parafernalia para conquistar la conciencia desinformada de la mayoría de los ciudadanos y ciudadanas.

analisisafondo@cablevisión.net.mx

Su nombre :
Su correo electrónico :
Sus comentarios :

 

La Quincena Nº92

La Quincena Nº92

15diario.com