Narco vendaval azota a NL
Hugo L. del Río
onterrey.- El narcovendaval que azota a Tamaulipas ya llegó o está por llegar a Nuevo León. Los huracanes que nos han devastado serán estornudos de niño anémico en comparación con lo que se nos viene encima.
Y es que, además de la favorable coyuntura electoral, a papá gobierno no le gusta que le lleven la contra. La consigna era muy clara: el chapo Guzmán es aliado en la guerra contra los otros cárteles. Ergo, la orden quizá no escrita pero harto explícita, era darle facilidades al de Sinaloa y reprimir a las bandas rivales.
Bueno, eso dicen los que dicen que saben.
Y agregan que fue en el sexenio de Eugenio Hernández que la presencia zeta creció en Tamaulipas, lo que disgustó, y no poco, a Guzmán.
Y agregan que fue en el sexenio de Eugenio Hernández que la presencia zeta creció en Tamaulipas, lo que disgustó, y no poco, a Guzmán.
Pero volvamos a Nuevo León. Jorge Fernández Menéndez, un periodista serio y muy bien informado, escribió ayer en su columna de “Excélsior” que después de las nalgadas que les va a dar a los tres ex tamaulipecos, el Estado mexicano aprovechará el impulso para sacudir las ramas de los árboles podridos en Nuevo León y otras entidades.
Jorge no entró en detalles. Es de suponer que nuestro ex descobijado será Natividad, el amante de la cultura. No soy admirador de Rodrigo Medina pero, lo que sea, al muchacho no se le conocen malas compañías.
Ignoro si RM tomó la iniciativa o se la “sugirieron”. El hecho es que Nuevo León se militariza y aunque los mandos castrenses tienen que seguir la “estrategia” fallida del Presidente Felipe Calderón, por lo menos ya se está haciendo algo –poco, muy poco pero algo— en la depuración de la policía.
Ya entrados en gastos, Medina debería de promover la desaparición de los Poderes en Cadereyta, Juárez y Apodaca. De entrada. El narco se adueñó de esos municipios y los tíos quienes, además, cobran como alcaldes, supuestamente tienen muy cordiales relaciones con los sicarios.
La represión al tráfico de estupefacientes es responsabilidad de la Federación, no de las Comunas, dicen los batos. El momento es oportuno y espero que Medina, a diferencia de Peña Nieto, lea libros.
Sería bueno que releyera “El mejor alcalde, el rey”. No sé por qué tengo la idea de que los generales y almirantes no se van a enojar.
Pero de momento la tormenta se abate contra el castillo de San Pedro. Mencionamos al buenazo de Eugenio Hernández.
Él, al igual que Tomás Yarrington y el brujo pederasta de Manuel Cavazos son investigados por narcotráfico, lavado de dinero y enriquecimiento ilícito.
Más lo que salga. Cosas veremos aquí, allá y en otras partes.
Pie de página: El papel de cursi no le va a López Obrador. Qué es eso de darnos de picoretes salivones con el Chapo, el Lazca y toda esa galería de asesinos. AMLO, toma nota:sucede que estamos en guerra y ellos son los enemigos
