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1153 25 Septiembre 2012

 

¡Tiempo de amor!
Nora Elsa Valdez

Monterrey.- Está llegando el tiempo del Amor que pone Orden, y de la Verdad que es Luz que ilumina.

La Luz y el Amor llegan cada vez con más fuerza desde el Centro de la Galaxia, para acabar con la obscuridad y el sufrimiento. Nada quedará oculto ante nuestros ojos. Quienes antes hacían el mal en la obscuridad para no ser vistos, ya no encontrarán donde esconderse. Las mentiras y los mentirosos serán vistos por todos.

Los niños índigo, que son los jóvenes que han iniciado movimientos en todo el mundo como “Ocupemos Wall Street”, “Los Indignados” y “Yo Soy 132”, de edades entre 25 y 35 años más o menos, son guerreros con la misión de acabar con la maldad y la injusticia, y dar la vida si es necesario como lo estamos viendo, con tal de dejar un mundo mejor para la generación de niños que ha nacido después de ellos: los “niños de cristal”. Estos últimos han sido llamados así porque su aura, fotografiada por una cámara Kirlian, es transparente. El aura de los llamados niños índigo, es de color índigo.

Si va a su librería favorita podrá encontrar algunos libros editados recientemente, con información sobre los niños de cristal, a quienes se describe como los niños que han nacido durante los últimos diez años más o menos, que no son guerreros como los índigo, sino seres de una gran bondad e inocencia; y que necesitan ser protegidos por sus padres y la sociedad, quienes deben recibirlos en un mundo limpio de maldad para que, en su momento, puedan cumplir con su misión de construir las ciudades de cristal de la Nueva Tierra.

Estos libros citan que los seres de estas dos últimas generaciones traen la misión de transformar la Tierra en un Mundo de Amor. Y que si los apoyamos y protegemos, en vez de tenerles miedo, lograremos que nuestro mundo cambie en beneficio de todos, pacíficamente, pues de ellos no tenemos nada qué temer. Gracias a ellos está naciendo un nuevo movimiento en la Tierra: el Movimiento del Amor.

Si los estudiosos de la cultura maya han descubierto que durante los pasados 13 mil años, la energía predominante fue la energía masculina, patriarcal y guerrera, del autoritarismo, el miedo y la separación, también afirman que este año 2012 marca el inicio de un nuevo ciclo de 13 mil años, en el que predominará la energía femenina, maternal, amorosa y de unificación, que sanará todo el dolor y los destrozos causados por el anterior ciclo.

No tenemos que decirles qué hacer a estos jóvenes y niños nuevos; ellos ya lo saben. Sólo hay que cuidarlos y guiarlos mientras alcanzan su mayoría de edad. Ellos tienen sus ideas y objetivos muy claros, y su misión. Somos nosotros los que tenemos que aprender de ellos y escucharlos. No cometamos el error del 68, cuando el autoritarismo y la represión, impidieron a la juventud de ese tiempo materializar sus altos ideales de amor y libertad, de los cuales hablaban sus canciones de rock; ideales que fueron asesinados, lo mismo que los cuerpos de muchos de ellos.

Estos jóvenes y niños de hoy, como aquellos jóvenes del 68, también quieren que triunfe el amor y se acabe el miedo, el autoritarismo, la represión y la guerra. Y que se acabe también la muerte de seres humanos, animales y plantas, que significaría también la muerte de la Tierra. Ellos, como muchos de nosotros, también aman la vida.

Tenemos que despertar de la hipnosis que nos ha causado creer la mentira de que las cosas más valiosas para el hombre son el dinero, las apariencias, los bienes materiales y las posesiones, y darnos cuenta de la verdad: que lo valioso es la Vida, la Verdad y el Amor.

Ya es tiempo de recordar que lo que vale es el Ser, no el tener. Y de comprender que si nos han dicho que somos hijos de la Divinidad, pues entonces somos Seres Divinos, Diosas y Dioses.

Si hemos estado viviendo en un mundo lleno de mentiras, quizá la mentira más grande que hayamos creído sea la de que nuestro Creador fue un Dios masculino, guerrero y castigador, al que debíamos temer e imitar.

Quizá la verdad más maravillosa que empecemos a descubrir sea la de que somos hijos de una Madre Creadora, una Diosa Femenina, llena de Amor y de Verdad, que ha llegado para acabar con las mentiras en las que hemos vivido, y para liberarnos del sufrimiento que éstas nos han causado.

 

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