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1154 26 Septiembre 2012

 

ANÁLISIS A FONDO
Les arrimaron el caballo
Francisco Gómez Maza

“Todos contra la reforma laboral”
Mañana, el Congreso copado

Ciudad de México.- Ya despejen las puertas. Ya los diputados están sesionando. Pero ya les arrimamos el caballo, fue la expresión del ex diputado Gerardo Fernández Noroña cuando ordenó al grupo de jovencitos que mantenía bloqueada una de las entradas del recinto legislativo. Y así fue recorriendo las 15 puertas del complejo de San Lázaro.

La manifestación, integrada por jovencitos presuntamente del movimiento #YoSoy132 y trabajadores de los sindicatos de la Unión Nacional de Trabajadores (UNT), de filiación perredista, grupos de trabajadores académicos y administrativos de la UNAM, electricistas, telefonistas, entre otros, respondió al llamado de la dirigencia del Movimiento Progresista de rechazar las reformas a la Ley Federal del Trabajo que, a propuesta del presidente Calderón, comenzará a debatir mañana el jueves 27, luego de que la Comisión legislativa del Trabajo haya entregado el dictamen aprobado.

Eran como las 11:30 horas, lo que quiere decir que la cámara se mantuvo bloqueada por los disidentes perredistas alrededor de dos horas y media. El conjunto de trabajadores más nutrido fue despedido con una arenga de Fernández Noroña, mientras Martín Esparza, eterno líder de lo electricistas del SME se desayunaba en el restaurante más caro de los que dan servicio de comida a diputados y trabajadores de San Lázaro.

La sesión de los diputados se inició pasadas las once horas, gracias a que el personal de seguridad pudo introducir a la mayoría por una puerta a traspuerta que no estaba bloqueada, o que el no estarlo significó una negociación entre los organizadores del bloqueo y las fracciones priístas y panistas, como ocurrió con la que los perredistas hicieron con el PAN para que Felipe Calderón pudiese entrar a tomar posesión de la presidencia de la república, aquel memorable primero de diciembre de 2006, “aiga sido como aiga sido”.

Mientras tanto, la Comisión legislativa del Trabajo y Previsión Social, presidida por el líder cetemista y diputado, Carlos Aceves del Olmo, estuvo reunida en el salón de Protocolos para discutir acaloradamente el predictamen de la iniciativa de Calderón, que debe ser aprobada el día 30 de que fue enviada por el Ejecutivo, so pena de que, de no lograrlo, pasará al pleno en los términos en que originalmente estuvo redactada para que sea la asamblea la que lo debate y la apruebe o rechace.

La Comisión del Trabajo sostuvo su tercera reunión y hubo momentos en que pareció que las posiciones eran irreconciliables entre los diputados del Movimiento progresista y los del PRI y el PAN. Pero como lo advirtió el líder priísta, Manlio Fabio Beltrones, con toda la seguridad del mundo:

“Después de tantas décadas que esta Ley Federal del Trabajo ha permanecido inamovible, llegar a un encuentro en el cual logremos combinar respeto a los derechos de los trabajadores –sobre todo el derecho de huelga y su libertad para agremiarse-, junto con la certeza jurídica para los inversionistas, flexibilidad laboral para la contratación, y modernidad para todos en beneficio del empleo, hemos culminado un ejercicio que parecía, no Cámara de Diputados de que es una reforma que le beneficia a México”.

Así, independientemente de los López Obrador, de los Fernández Noroña, de los Martín Esparza, de los Agustín Rodríguez -los eternos franquiciatarios del sindicalismo de izquierda-, y sobre todo de los trabajadores que protestan con justa razón, habrá reforma para los primeros días de octubre, pues es obvio el acuerdo entre las bancadas del PRI y del PAN, alineadas, unos con el presidente electo Enrique Peña Nieto, y otros con el saliente Felipe Calderón, ambos totalmente de acuerdo en “modernizar” la relación obrero patronal, a pesar de los “pataleos” y “berrinches” de la izquierda.

Y con las reformas, los trabajadores mexicanos tendrán que lidiar con una nueva relación obrero patronal, al estilo americano: facilidad a las empresas para despedir a sus trabajadores, legalización de la subcontratación, no generación de antigüedad en el empleo, límites al derecho de huelga, la contratación por horas y ya no por jornadas, salario mínimo relativo, sin prestaciones, etcétera. Todo lo que ha indignado a los trabajadores, que este jueves intentarán no sólo cercar el congreso, sino ingresar a la sesión, cosa que obviamente no ocurrirá porque las instalaciones legislativas estarán blindadas por los cuerpos policiacos.

A partir de ayer en la Cámara se extremaron las medidas  de seguridad, ante la presencia sorpresiva de los grupos de jóvenes presuntamente estudiantes y grupos de trabajadores, pero los dirigentes del Movimiento de Regeneración Nacional, de López Obrador, no perdonarán al presidente electo Peña Nieto por el “fraude” electoral, y menos a Calderón, por acordar con el primero una ley laboral abiertamente favorable a las empresas.

No contaron ni Calderón ni Peña Nieto, ni los diputados del PAN y del PRI, con que al apoyar las reformas alebrestarían al avispero de la izquierda. Los líderes sindicales de filiación priísta de las centrales obreras, a partir de ahora de nuevo oficialistas, se hicieron de la vista gorda y por supuesto que no participaron en las protestas ni lo harán mañana jueves.

Pero más contradictorio son los líderes incongruentes y corruptos, que se declaran de izquierda, y manipulan a los trabajadores más desprotegidos, agremiados en la UNT. Los izquierdistas protestan contra una ley francamente antiobrera, cuando empresas dirigidas por izquierdistas, como el Gobierno del Distrito Federal, no contratan por escrito a sus trabajadores, les pagan sueldos miserables y por recibo de honorarios, no les dan el derecho de antigüedad, no les proporcionan seguro social, ni ninguna prestación. Esto sí que es total incongruencia. Estos líderes izquierdistas ya tenían “modernizada” la relación obrero patronal al estilo americano.

Para este jueves, los accesos del Palacio de San Lázaro estarán  bloqueados, y no sólo por las huestes de López Obrador, sino por los cuerpos policiacos para que los protestantes no vayan a tomar las galerías y menos el salón de plenos. Fernández Noroña, en su afán de dirigir un partido político propio, anda desatado como un jovencito que “está haciendo la revolución”.

Para mañana se esperan contingentes del movimiento #YoSoy132, del Frente Popular Francisco Villa, de la Asamblea de Barrios (ésta, propiedad de los Bejarano, de las ligas de Carlos Ahumada), y de los grandes sindicatos de la UNT, et alteri.

analisisafondo@cablevision.net.mx

 

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