Vividores políticos
Miguel Treviño Rábago
Reynosa.- El año entrante, los tamaulipecos nos vamos a ver "asaltados" una vez más, con otras tormentosas campañas electorales para elegir 43 alcaldes y 3 decenas de diputados locales.
Apenas salimos este año del proceso federal para elegir presidente del país, diputados, senadores, algunos gobernadores, Jefe de Gobierno en el Distrito Federal y nuevos asambleístas, y en nuestro Estado los partidos políticos con registro y permiso gubernamental, van a lanzar candidatos para todas las alcaldías y el Congreso Local. Volverán a correr millonadas de pesos en toda clase de propaganda.
Los actuales alcaldes y diputados sobra decir que ya no harán nada. Ya se van. Mejor se guardan sus sueldos, bonos, aguinaldos, compensaciones, etcétera; porque ya se acaban los "huesotes, huesos y huesitos" que tuvieron la oportunidad de robar... perdón, de "roer" tres años. Se van sin pena ni gloria, esa es la triste realidad. La justificación es siempre el "golpeteo" político y económico a que los sometió el gobierno federal por ser priístas y la creciente e imparable ola delictiva que azota a Tamaulipas, Nuevo León y Coahuila, por hablar de tres estados del norte del país. La economía fronteriza está desplomada y los miles de turistas norteamericanos que antes cruzaban a México se esfumaron. Nadie, ni el Gobierno Federal, ni el Estatal y menos los municipios, pudieron contener a la delincuencia organizada.
Pero el Gobernador, los alcaldes, diputados, síndicos y regidores de todos los municipios nunca dejaron de cobrar sus sueldazos en las nóminas. Mientras cientos de negocios cerraron sus puertas, el turismo desapareció, las balaceras se intensificaron, familias enteras se fueron a vivir a territorio norteamericano, muchos ciudadanos han sido víctimas de secuestros, extorsiones, chantajes, cobros de "piso", asaltos, agresiones, amenazas, etcétera; y muchos actos delictivos más, el Gobierno del Estado sigue gastando millones de pesos en publicidad en medios informativos nacionales, machacando que "Vengan a visitar Tamaulipas, que es un paraíso", nosotros –los tamaulipecos– sabemos que tenemos seis años de estar viviendo en el infierno de la guerra inventada por Felipe Calderón para consolidarse en la Presidencia después del fraude electoral del 2006.
Es obvio que ni el Gobernador, sus funcionarios estatales, los alcaldes y sus cabildos, los diputados y todos aquellos que gozan de las nóminas oficiales, han pasado apuros ni sobresaltos. Con vehículos de reciente modelo, escoltas, sueldazos, residencias en Estados unidos, cuentas bancarias bien abultadas y ocultas, con protección policíaca o militar las 24 horas del día, etcétera, ni sufren ni se acongojan. El pueblo paga con sus impuestos todas sus comodidades, sus lujos, sus viajes, sus buenas comidas, sus ranchos, sus casotas y hasta sus amantes. Ellos lo merecen todo; son funcionarios y "representantes populares"; y nosotros simplemente somos "la masa", "la plebe", "el infeliciaje", "los paganos", "la chusma". Ellos lo merecen todo, nosotros nada. Y conste que esto funciona para priístas, panistas, perredistas, etcétera; de cualquier otro Estado, no sólo de Tamaulipas.
Los priistas en Tamaulipas acaban de recibir el pasado 1 de julio en las elecciones federales, una paliza electoral que los tiene todavía "atarantados". Y tan es así, que la reestructuración de sus cuadros está para llorar. De 8 distritos federales, el PRI perdió 6 y muy apenas pudo ganar en 2. Perdió las Senadurías y para coronar el desastre, en Tamaulipas Enrique Peña Nieto, quedó abajo en las votaciones frente a Josefina "cuchi cuchi" Vázquez Mota. Lo mismo ocurrió en Nuevo León, el cuasi-presidente perdió ante el PAN. Así que el panorama para el tricolor no pinta nada fácil para el 2013 y si no se ponen las pilas –como dicen acá– varios ayuntamientos y diputaciones de las ciudades más importantes, terminarán en poder del Partido Acción Nacional (PAN). Y si hablamos de los aspirantes del tricolor que se perfilan, es para ponerse a llorar sentados en una piedra y abajo de un huizache. O son los mismos, o regresan los de antes. Eso sí, todos igual de pillos.
Por lado del PAN, sobran los candidatos para alcaldías y diputaciones. Pero una cosa es notoria, ya todos están en movimiento, en plena campaña. Reuniones, festejos, comidas, cumpleaños, etcétera; han servido de pretexto para convocar a miles de personas, con miras a obtener el favor de su voto. La derrota del PRI en las pasadas elecciones federales los ha envalentonado en el buen sentido de la palabra y tiene entusiasmados a miles de electores. No vamos a reseñar la trayectoria de los aspirantes porque unos francamente ni en sus familias los quieren, pero bueno, ya llegará la hora de las alianzas y las negociaciones entre ellos. Destaca entre ellos el ingeniero Leonel Cantú Robles, quien goza de prestigio profesional, simpatía popular, trayectoria política y sobre todo respeto ciudadano. Pero al PAN lo amenaza una gran sombra en Tamaulipas, que se llama Francisco García Cabeza de Vaca, hoy Senador de mayoría por ese partido, pero cuidado con que les dé "el beso del diablo" a algunos de los candidatos.
El PRD en Tamaulipas está prácticamente muerto. Enfrentados dos grupos que son asesorados desde la capital del país, por los famosos "Chuchos" Jesús Zambrano y Jesús Ortega y por la tribu de Dolores Padierna y René Bejarano, membretada como Izquierda Democrática Nacional (IDN), han propiciado la destrucción y enfrentamiento del partido del sol azteca en Tamaulipas. Enemigos irreconciliables, hambrientos de poder y de las migajas de subsidios, puntuales "cobrones" en las nóminas municipales y estatales, intolerantes, soberbios y groseros, no tienen hasta hoy, la mínima posibilidad de obtener siquiera un triunfo en todo el Estado. Eso sí, ya están apuntados en listas para diputaciones y regidurías plurinominales. La fractura del PRD tamaulipeco es tan grave, que entre sus seudo-dirigentes se han hecho acusaciones tan graves, que han terminado con militantes encerrados en penales estatales. ¿Y el Comité Nacional? Bien, gracias. Francamente no creemos que en unos meses se repongan de tanto desgaste y encono.
Así las cosas, no tiene caso abordar el tema de los demás partidos políticos porque su debilidad electoral es notoria y lamentable. Y en el caso de Morena, pues todo indica que Andrés Manuel López Obrador, a quien respetamos y admiramos por su incansable lucha contra el PRIAN, pues no termina de aceptar que sus "operadores" políticos en Tamaulipas son unas "fichitas" muy lisas a las que ya nadie les tiene respeto ni confianza. Por estas tierras norteñas se repitieron los enfrentamientos, las agresiones, los "reventones" de asambleas y algunas hasta fueron "clandestinas", con tal de "elegir" delegados espurios a la Convención Nacional. Si usted pregunta por alguna convocatoria pública en prensa o radio para las juntas "morenas", le aseguramos que nunca las hubo. Otra vez los acuerdos en lo oscurito. Al menos en Tamaulipas, la estrucutura de Morena todo indica que ya está bajo control del Gobierno del Estado. Se repite la historia de entreguismo y corrupción. Y si AMLO ni nadie de su "club" de amigos quieren escuchar, pues más no podemos hacer sus simpatizantes.
Los tamaulipecos nos preparamos para decirles adiós a los actuales alcaldes, diputados y regidores, muchos de los cuales, a pesar de no haber aportado nada a la vida de sus municipios, tienen el descaro de aspirar a "chapulinear" en unos días más, para poder enchufarse en las nóminas estatales y municipales otros tres añitos. Y volverán las promesas de campaña, los regalos, las despensas, las tarjetas de supertiendas, los programas sociales generadores de votos, los miles de anuncios en radio y televisión, las bardas pintadas, las visitas domiciliarias, los bailes callejeros, el reparto de terrenos y escrituras, los descuentos en servicios, etcétera, para sacarle el voto a los electores que una y otra vez ya sea oportunista o ingenuamente, vuelven a permitir que los roben, los engañen y se burlen de ellos, mientras pandillas enteras de "políticos" se enriquecen brutalmente. Esta es la delincuencia organizada al amparo de la Constitución. Estos son los "cárteles" políticos.
Y aquellos que imaginen que las cosas cambiarán cuando Peña Nieto asuma la Presidencia, lamento manifestarles que la situación del país seguirá igual o peor. Los priístas se frotan ya las manos por entrarle de lleno a los grandes negocios del país. Ni modo, tuvimos la gran oportunidad de sacudirnos al PRIAN y darle la vuelta a la historia, pero millones de mexicanos optaron por seguir viendo telenovelas y futbol. Así es nuestro pueblo y qué le vamos a hacer. Los que votaron por el PRI o por el PAN, o no votaron, no tienen el mínimo derecho a quejarse. Que con su PRIAN se lo coman.
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