Este será el año más intenso por el número de elecciones estatales bajo el gobierno de Felipe Calderón. Habrá comicios en 15 entidades de la República, en 12 de las cuales se disputarán las gubernaturas y en todas se renovarán las alcaldías y los congresos. Entre ellas destaca Baja California, donde se elegirán 5 presidentes municipales y 25 diputados. Casi el 50% de los habitantes de nuestro país tendrán elecciones en sus estados, la mayor cantidad desde la presidencial de 2006 y previo a la de 2012. Estamos a unos días de una intensa actividad política que concitará la atención de la clase política y de los analistas y medios de comunicación. Tan intensa será, que para algunos pudiera ser un dato negativo pues los partidos políticos y los gobernantes emplearán toda su energía en los procesos electorales y las reformas necesarias podrían verse postergadas.

Sin embargo, lo preocupante parece ser el escenario en el que se inscriben las elecciones locales. El año ha iniciado con aumentos en los precios de los productos básicos y en los energéticos, sumados a la cascada de impuestos derivados del paquete fiscal aprobado por el Congreso federal a finales de 2009. Ello aunado al desempleo y al empobrecimiento de la sociedad, son pésimas noticias. Si 2009 fue un año donde los desequilibrios económicos se agravaron con la crisis derivada de la influenza A(H1N1), las expectativas para 2010 son más pesimistas. Desde luego que los costos para la clase política son diferenciados.

Para el gobierno encabezado por Felipe Calderón el panorama debe resultar sumamente preocupante. Al gris escenario económico se suman los costos de la “guerra contra el crimen organizado” declarada desde el primer día de su mandato y en la que destaca el saldo de 17 mil muertos. Eso significa un homicidio cada 65 minutos durante los últimos tres años. Los portales de Internet divulgaron este martes 5 de enero los resultados de una encuesta aplicada por la empresa Consulta Mitofsky, sobre el estado de ánimo de los mexicanos. Y los resultados son muy elocuentes: por primera vez desde el inicio del gobierno de Calderón, la mayoría (55%) de los mexicanos tienen una percepción negativa sobre su situación personal; afirman que el 2009 fue el peor de todos los años. Esto significa que aumentó esta percepción negativa en un 6% respecto a 2008 y de 24% con relación a 2007. Y culpan directamente al gobierno federal de esa situación. “El sentimiento de mal año que el mexicano tiene respecto a su situación coincide con la forma en que ve al país, ya que, de acuerdo con el mismo estudio, 87% considera que la economía es peor que hace un año; 78% que la política está en esas condiciones y 76% que es la seguridad la que ha empeorado” (El Universal, 5 de enero).

Una verdadera cuesta arriba deberán enfrentar el PAN y sus candidatos. El ánimo de los mexicanos se encuentra por los suelos. Es el campo propicio para que la oposición siga creciendo, pero también para que el desanimo se haga presente en las urnas. Parecen pocos o nulos los incentivos para que los ciudadanos acudan a sufragar. En algunas entidades el promedio del abstencionismo ronda el 70%; eso se traduce en un problema de legitimidad para los gobiernos constituidos. El gran capitalizador del desánimo e indignación ciudadana puede ser el PRI; durante los últimos años el tricolor ha venido ganando de manera sostenida los procesos electorales; las únicas excepciones parecen ser Baja California y Tlaxcala. Las encuestas muestran que el PRI ha sabido captar el voto de los ciudadanos inconformes. Este mismo 5 de enero el coordinador de la fracción del PRI en la Cámara de Senadores, Manlio Fabio Beltrones, señaló que si el presidente es insensible a la solicitud del Congreso de la Unión para detener el alza de precios “nosotros estaríamos en la ruta de observar que no es conveniente darle más facultades a un presidente que no escucha, a un presidencialismo que no tiene control, ni medida”. (Milenio Diario).

La oposición al gobierno de Felipe Calderón tendrá muchos argumentos para tratar de convencer a los ciudadanos de que son la mejor opción. Para el PAN será muy complicado defender los logros del gobierno federal. Sobre todo porque en 2009 esa estrategia no le fue redituable y los problemas, sobre todo los de carácter económico y de seguridad, se han agudizado. El panismo local deberá ser muy creativo y propositivo si no quiere llegar sumamente diezmado a la elección de 2012.

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