LA VENTANA DE CAÍN
¿Y TÚ PARA QUIÉN TRABAJAS?
Roberto Guillén
El abecedario de lo siciliano se filtra por los poros de la ciudad. Fermenta el analfabetismo funcional de las favelas regiomontanas. Conducir una preciosa oriental Murano por las calles de Monterrey puede convertirse en una clara invitación para que los empleados de la mafia ensayen el vigor de su adrenalina y demuestren una vez más, por qué son empleados de la mafia –presunta bicampeona en robo de autos, según denuncia el periódico de Mr. Junco-. Claro, so pena de ser watchados por una sociedad cada vez más vigilante que, ante la ola de atracos, levantones y demás maniobras del abecedario siciliano, se han armado con el número telefónico del ejército, porque los cachuchones de la regia nomás no.
Mientras a la desprestigiada policía de Larrazabal tan sólo hablan los escuincles para pitorrearse, en la línea del ejército caen hasta 500 llamadas por mes.
A como anda el caldo de escaramuzas, ya se cocina por ahí un chistorete con sabor siciliano.
¿Qué le dijo un cachuchón de la policía estatal a un cachuchón de la policía regia?
Oye tú… ¿y tú para quién trabajas?
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