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ANÁLISIS A FONDO
LOS INDIOS, EXTRANJEROS EN SU PATRIA
Francisco Gómez Maza
- Y lo reconocen los propios organismos cúpula de la derecha empresarial
- Hora de retomar el diálogo con los rebeldes: sería un homenaje a la Revolución
 El estado de cosas – desigualdad profunda, opresión, explotación, condiciones insalubres, nulas oportunidades en lo económico, político, educativo etc – pobreza, miseria e indigencia – permanecen en el estado suroriental de Chiapas, y en todas las regiones indias de México, a tres décadas de la primera Declaración de la Selva, pronunciada por el comandante Felipe desde el balcón central del palacio municipal de San Cristóbal, aquella noche-madrugada entre el 31 de diciembre de 1993 y el primero de enero de 1994, año en el que el Salinato inauguraba su ayuntamiento con dos gigantes de la economía – Estados Unidos de Norteamérica y Canadá – en un tratado de libre comercio que se convirtió en una herencia diabólica más para los mexicanos, particularmente para las masas de trabajadores y campesinos e indios.
Si usted tiene la fortuna de visitar Chiapas, seguramente lo llevarán a admirar las majestuosas ruinas de la civilización maya, pero no a los pueblos y comunidades descendientes de los mayas, que viven en condiciones de extrema pobreza; lo llevarán a contemplar las Cascadas de Agua Azul, o los multicolores Lagos de Montebello, o la colonial San Cristóbal con sus corredores turísticos, pero no lo asomarán ni por equivocación a los barrios más miserables de esa ciudad de mis amores. Lo alojarán en uno de esos hoteles ecológicos, con las comodidades neoyorquinas o parisinas, pero no le mostrarán cómo viven los habitantes de esa selva de acahuales, de miseria y hambre, que si los gobiernos locales pudieran ya habrían pavimentado. Lo llevarán a las faldas del volcán Tacaná, donde se levantan chalets tipo alpinos, pero no le propondrán ningún recorrido por los pueblos de las cimas, que materialmente mueren de hambre abandonados a su suerte. Y no voy a citar a organizaciones rebeldes o de izquierda – aquí no incluyo a los partidos que se autocalifican de izquierda, como el PRD, que están a la derecha del derechista partido de Acción Nacional, que es el que desde hace nueve años está en la Casa Presidencial de Los Pinos, embrollado en una guerra cruenta, sin sentido, fallida contra las bandas de la delincuencia organizada y que no ha podido parar ni los feminicidios y los asesinatos de periodistas, ni la trata de personas que se evaden de la miseria y el hambre en Centroamérica y que tienen forzosamente que atravesar la República Mexicana para llegar de mojados – de indocumentados, pues – a territorio estadounidense a intentar una vida más humana.
No. Quienes presentan el reconocimiento son los integrantes de la más derechista de las organizaciones empresariales: La Confederación Patronal de la República Mexicana (Coparmex), que agremia a la creme de la creme de los detentadores de la propiedad de los grandes medios de producción en México, acaba de considerar "vigentes" los reclamos de democracia y justicia que impulsaron la rebelión del Ejército Zapatista en enero de 1994, a la par de la entrada en vigor del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), que no fue "la entrada a la modernidad”. La pobreza y la desigualdad "siguen siendo la mayor deuda social, a 100 años de la Revolución Mexicana" de 1910, de acuerdo con Coparmex). La entidad patronal analizó en un mensaje que la aparición del Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN) y la entrada en vigor del TLCAN son "dos sucesos que han marcado la historia reciente de México". "El México de hoy y sus grandes retos no se entenderían sin la influencia de estos dos acontecimientos", aseveró el mensaje empresarial, el cual advirtió que el Tratado de Libre Comercio de América del Norte "entró en una etapa de estancamiento y pérdida de competitividad". La Confederación Patronal aseguró que, si bien el TLCAN representó beneficios para el país, "no todos los sectores económicos han obtenido resultados alentadores". Acusó que, pese a los buenos efectos que se dijo oficialmente causaría el acuerdo comercial, "todavía 51 por ciento de los mexicanos vive en la pobreza y casi 19,5 millones en pobreza extrema". El empresario Gerardo Gutiérrez, presidente del sector patronal, sostuvo que la aparición del EZLN "fue una muestra de que no todos los mexicanos estaban de acuerdo con la apertura comercial y el nuevo modelo de desarrollo que se planteaba". Aseguró que "más allá de la polémica" sobre el origen y los objetivos reales del EZLN, dirigido militarmente por el subcomandante Marcos, así como su expresión violenta "con la cual los empresarios no están de acuerdo", este movimiento puso en la agenda nacional "la marginación y pobreza que padece una gran proporción de la sociedad".
De ahí la ineludible toma de conciencia que debe asumir el gobierno del presidente Felipe Calderón, primero de rectificar las decisiones del ex presidente priísta-panista, Ernesto Zedillo Ponce de León, de aplicar los compromisos firmados por el gobierno con el Comité Clandestino Revolucionario, Comandancia General del EZLN, en aquel fatal 1994, y revivir el diálogo y las negociaciones con la organización rebelde que tiene su cuartel general en la selva chiapaneca. De hacerlo, se reconciliaría y se legitimaría con las fuerzas progresistas de este México de la desigualdad. Y al tiempo, tomar en serio a otras organizaciones que no han decidido, como el EZLN, guardar las armas, sino que, a la chita callando, están en pie de guerra, como el Ejército Revolucionario del Pueblo, que solicitó la reanudación de las negociaciones de paz, claro que condicionadas a la aparición, vivos o muertos, de sus milicianos Edmundo Reyes Amaya y Gabriel Alberto Cruz Sánchez. La Comisión de Mediación, contra toda esperanza, está de acuerdo en volver a ser mediadora entre el gobierno y los rebeldes, pero considerando que es imposible dejar de escuchar las voces de los familiares de los dos desaparecidos y del organismo que ha decidido mantener la tregua que solicitó desde el inicio de sus actividades, aunque el gobierno no lo haya reconocido así. La desaparición forzada de persona ha adquirido y seguirá adquiriendo una mayor importancia debido a las difíciles condiciones del país. La Comed diferencia, sin embargo, su existencia por un lado, con la intención de reintegrarse como tal, y por otro lado, la existencia de una Mesa de Diálogo, que no depende de una decisión de la COMED, sino en este momento de decisiones del Gobierno Federal que no sean solamente declarativas.
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