LA TV NUESTRA DE CADA DÍA

TV AZTECA

Alejandro Heredia

La televisora de la colonia México, repetidora de los canales nacionales 7 y 13, con una producción propia al mínimo de sus capacidades (predominantemente programas deportivos y de noticias), es un ejemplo clásico del oportunismo informativo. Para los cerebros de Azteca en la localidad, básicamente el mundo de la TV se resume en consumidores de noticias y de deportes.

Info 7 es el noticiero insignia de la televisora. Con sus emisiones matutinas y vespertinas, conducidas por Luis Padua y Lety Benavides, respectivamente, comparten a los espectadores de Monterrey. La clave del sostenimiento del proyecto informativo de Azteca es la noticia sensacionalista, el amarillismo en formato importado de los laboratorios de noticias de la matriz ubicada en el Ajusco. La escuela de Luis Padua, reportero estrella en las postrimerías de la privatización de IMEVISIÓN (antigua paraestatal, la cual fue vendida durante la presidencia de Carlos Salinas de Gortari) innegablemente procede de Javier Alatorre y Sergio Sarmiento, quienes no dan brinco sin huarache, sobre todo a la hora de defender las posiciones del jerarca máximo: Ricardo Salinas Pliego.

En la madrugada, en la mañana, a la hora de la comida, en la merienda y muy de noche, el servicio informativo está plagado de ocurrencias periodísticas de Azteca Noreste. La especialidad de Luis Padua, muy conversada sobre todo en reuniones con estudiantes universitarios, es hacer las noticias sexys; limón, sal y chilito en polvo sobre la herida de víctimas y victimarios. En la idea de Padua and friends, el gran entretenimiento de la teleaudiencia es la morbosidad y vouyerismo por doquier. Probablemente las reflexiones comunicacionales sean las acertadas, pero siempre van en dirección contraria al derecho a la información.

Los deportes salvarán al mundo

De acuerdo a la página de TV Azteca Noreste, Plan Comercial 2010, www.tvaztecanoreste.mx/plancomercial2010/ , los cinco programas deportivos (ADN, Futbol Club, Primero y Diez, Mano a Mano y Tres Bajo Par) constituyen la oferta Azteca. La adicción por los deportes de la sociedad regiomontana, fenómeno que no es privativo de la ciudad, sino que se manifiesta globalmente, sienta sus reales en proyectos práctico-utilitaristas de televisión abierta.

Todo un éxito comercial, no cabe duda. Cuando Enrique García llegó proveniente de Multimedios Televisión, el único programa deportivo en Azteca era el conducido por Javier Héctor Gutiérrez. De aquellos tiempos muchos cambios se han notado; hasta se permiten la libertad de realizar refritos de programas de concursos a lo Chavana (Superclásico), claro, sin radiograbadorasconcompactdisc.

En conclusión, TV Azteca Noreste se justifica con atender las necesidades más apremiantes de los consumidores televisivos. Aunque no falta el programa de revista para la mujer ¡Qué Gran Día!; ni puede faltar el Zona 7 con Héctor “Toro”, burda imitación urbana de Maggie Heygi con su programa Nintendomania de los años 90, cuando TV Azteca tenía legitimidad moral; ni se puede prescindir de producir un programa de noticias de espectáculos, Déjame que te cuente; o el programa de música regional mexicana o el de la asesoría en bienes raíces. Todos los ingredientes forman un tinglado sobresaliente en cuanto a su aspiracional manera de hacer televisión. Este es el último recurso del telespectador habitual en general, y el primero de las amas de casa.

http://nanacatzin.blogspot.com

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