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21 septiembre 2010
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Asilo político selectivo
Samuel Schmidt

Extraños son los caminos de las autoridades migratorias de Estados Unidos. Por un lado le exigen a los inmigrantes que sigan el camino de la regularización, por el otro no le destinan dinero a la naturalización, así aquellos que quieren unirse a sus familias tienen que esperar largamente o entrar sin documentos. Se lanzan contra los inmigrantes con todo el rigor de leyes hechas para castigar el trabajo, exigiendo una existencia prácticamente perfecta, que no tienen los agentes encargados de aplicarlas.

Esto parece absurdo, pero todavía son capaces de llegar a extremos, como la política sobre asilo político. Si una persona perseguida llega a un puerto de entrada a Estados Unidos –un puente- automáticamente es encarcelada y no se salva nadie de estar detenido por largos meses. El periodista Emilio Gutiérrez Soto llegó al puente literalmente huyendo de los soldados que lo amenazaban para ser encarcelado por siete meses, la migra adujo no estar seguros si era un riesgo para la comunidad. El juicio correspondiente a su petición de protección tendrá que esperar hasta febrero del 2011, aunque la matanza de periodistas ayuda a su caso.

Si el solicitante ingresa al país con una visa y envía su petición de asilo se le trata de otra manera. Para el periodista Jorge Luis Aguirre, director de lapolaka.com, un portal necrofílico que se regodea con reportar hechos de sangre, la petición no tuvo que esperar, le dieron el asilo tras cuatro meses y en libertad. Esta es la primera vez que se asila a un periodista mexicano en los tiempos actuales. Algún periodista interpretó que la migra pudo haber procedido de esa manera para darle un mensaje a los abogados, porque Aguirre no manejó su solicitud por medio de un abogado. Pero el caso puede tener otra lectura.

Aguirre fue amenazado por Víctor Valencia, cuando éste era Secretario de Seguridad Pública en Chihuahua. Valencia tiene fama de violento, su apodo es Víctor Violencia; asilar a alguien contra un funcionario del PRI podía quitarle presión al argumento de que el gobierno federal (panista) mal utiliza los fondos del plan Mérida para abusar de los derechos humanos.

Aguirre gozó de un amplio apoyo de la comunidad, recibió asesoría legal de Carlos Spector, un abogado de El Paso que ha representado varios casos importantes de asilo político. De él aprendió la regla de no solicitar el asilo en el puente a menos que no haya ninguna otra opción y presentó la solicitud en la oficina regional de Immigration and Citizenship and Immigration Serices (USCIS) en Houston. Fue apoyado por la Red fronteriza para los derechos humanos que le financió una visita a Washington para rendir testimonio sobre la persecución a periodistas en México. Esta exposición le atrajo reflectores y ayudó a su caso.

Aguirre utilizó la coyuntura abierta con la petición de Emilio Gutiérrez Soto, cuyo caso atrajo la atención mundial al estar encarcelado largos meses. Emilio debió haberse presentado en Washington al estar detenido, pero en su lugar fue Aguirre. A partir de estos casos de persecución se creó en El Paso la asociación PEMEX (periodistas mexicanos en el exilio), lo que de nuevo favoreció su caso.

Es posible que USCIS haya reconocido que es necesario proteger a los periodistas mexicanos. En lo que va del gobierno de Calderón han caído asesinados 30 y en lo que va del año llegan a 11. México colecciona condenas internacionales y los periodistas denuncian el nivel de ataque a la libertad de expresión. Ojala el caso de Aguirre demuestre un cambio de política, que las cortes de migración aceleren las audiencias de asilo para proteger a los perseguidos, porque sin el asilo no tienen permiso para trabajar. Alargar los juicios sume a los periodistas en la indefensión, porque necesitan buscar apoyo muchas veces para comer y no pueden esconderse.
Un periodista le reclamaba a Spector que sus clientes siguieran hablando, reconociendo que estando en Estados Unidos debían guardar silencio y temer por su integridad física.

En este momento hay un asilado en Canadá  (Horacio Najera), tres peticiones de asilo político en Estados Unidos: (Emilio Gutiérrez Soto (El diario), Ricardo Chávez Aldana (Radio Cañón) y Alejandro Hernández Pacheco (Televisa) y es posible que otros periodistas sigan ese camino. Urge protegerlos del largo brazo del crimen organizado con y sin uniforme.

Parece que tanto al crimen organizado como al gobierno les interesa el silencio. El narco entendió que la prensa es un eslabón sensible y los miedos repercuten en el gobierno. Estas agresiones, la más reciente de un periodista asesinado en Ciudad Juárez, son un atentado contra la libertad de expresión.

Hay periodistas que cayeron en la trampa del crimen pero el gremio actúa hoy como si fueran reporteros de guerra, su silencio es un precio que no se puede tolerar.

 

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