675 24 Noviembre 2010 |
ANÁLISIS A FONDO Para el Presidente, franca recuperación Comprensiblemente, el presidente Felipe Calderón Hinojosa pretende enviar mensajes positivos de su desempeño como gobernante. Comprensible, pero no explicable. Va contra toda exacta lógica matemática. Él desea que los mexicanos estemos tranquilos. Por ello asegura que la economía mexicana está en franca recuperación. Y él mismo lo aclara: "Sé que aún, desde luego, falta para que los mexicanos puedan percibir esa recuperación, pero estamos trabajando en ello. Después de la crisis que tuvimos el año pasado, es como si hubiera un paciente, un enfermo que estuvo muy delicado, efectivamente, pero con los cuidados adecuados se está recuperando". Ojalá, y es lo que este reportero desea con todo su corazón, la economía estuviera ya marchando hacia la recuperación. Ojalá tuviera razón Felipillo. Sin embargo, la economía se aleja de su meta, como lo registran los expertos que trabajan para el Congreso: Para 2011, las primeras estimaciones del “poder” legislativo indicaban una expansión de 3.9 por ciento (4, redondeando), pero los analistas se han visto obligados a rectificar. La economía crecerá menos. La cifra del PIB (Producto Interno Bruto) trimestral parece concordar con la moderación en el crecimiento. La economía comienza a mostrar signos de desaceleración. Durante el año que ya está a una hoja del calendario, bajará su ritmo de crecimiento hacia 3.5 ó 3.2 por ciento, cifra que estaría lejos de la tasa de expansión estimada por el propio Congreso de la Unión en el Proyecto Económico del año siguiente, de 3.9 por ciento. Y en esto de los porcentajes, cualquier punto hace una gran diferencia. Cada puntito, cada milésima, centésima, décima representa miles de millones de pesos. El crecimiento se modera a tasas más consistentes con la capacidad de producción del aparato económico. La actividad económica es influida, también, por la debilidad de la demanda externa (los importadores de productos mexicanos particularmente en el mercado de los Estados Unidos de Norteamérica, el más importante, por obvias razones geopolíticas, socio comercial de los exportadores mexicanos) y el avance gradual del mercado doméstico: los consumidores locales consumen menos porque los precios están por las nubes y no tienen capacidad de pagarlos). Alfredo Coutiño, director para Latinoamérica de Moody´s Analytics, dixit, calcula que la economía no puede crecer arriba de 3.5 por ciento sin generar desequilibrios". El crecimiento promedio estará arriba de su potencial al cierre de 2010, a una tasa de 5 por ciento. La economía continuará moderándose el próximo año y también, como resultado de la limitada capacidad de producción, se desacelerará a 3.5 por ciento con el propósito de crecer sin desequilibrios. La economía no evitará la tradicional desaceleración que usualmente ocurre un año antes a las elecciones presidenciales, que serán en 2012. La economía redujo su ritmo positivo en el tercer trimestre del presente año por una menor actividad de la industria ligada al mercado estadounidense, no obstante la leve mejoría del sector servicios, de acuerdo con las propias cifras oficiales. El PIB se expandió un 0.7 por ciento entre julio y septiembre a tasa desestacionalizada, de acuerdo con el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI). La lectura es mucho menor a la expansión del 2.30 por ciento registrada en el periodo previo. La cifra del PIB concuerda con una moderación esperada en el ritmo de expansión económica, conforme el impulso existente desde mediados de 2009 ha recorrido mucho su curso, como lo ha dicho a la revista Expansión Jimena Zúñiga, analista de Barclays. Las estadísticas del INEGI apoyan su expectativa de 5.1 por ciento para el crecimiento del presente año y el pronóstico de 3.2 por ciento para 2011. La debilidad del mes no la interpreta más que como un natural flujo de datos de alta frecuencia, pero la cifra del comportamiento del PIB parece concordar con la moderación en el crecimiento que la analista había estado esperando. El reporte del tercer trimestre del presente año muestra que el mercado interno continúa fortaleciéndose. La actividad industrial, más relacionada con el mercado externo, siguió creciendo a un buen ritmo, a pesar de una menor actividad en Estados Unidos, en opinión de Luis Flores, economista senior de Ixe Grupo Financiero. Asumiendo que no habrá una nueva recesión en EU y que el avance del mercado interno continúe, Flores espera que el PIB registre incrementos anuales de 4.9 y 3.7 por ciento en 2010 y 2011, respectivamente. Pero llegó a su fin la fase caracterizada por la acelerada reactivación de las actividades económicas. Es decir, comenzó la desaceleración, dice tajante la Confederación Nacional de Cámaras Industriales (Concamin). La duración e intensidad de esta etapa dependerán de dos factores: de la fuerza con que se transfiera a la economía el impacto desacelerador proveniente de EU y de la capacidad del mercado interno para convertirse en la principal fuerza motriz del crecimiento. Del ejercicio del Presupuesto de Egresos de la Federación, de la conservación de un ambiente propicio para los negocios y del estímulo a la inversión y al consumo de lo hecho en México, dependerá la capacidad del mercado interno para sostener el avance de la economía. http://analisisafondo.blogspot.com/
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