679 30 Noviembre 2010 |
¿Prepa obligatoria?Héctor Franco SáenzIn Memoriam de “Fayo” Como una muestra más en apego a las tradiciones de la forma en que ha crecido el sistema educativo mexicano, que consiste en crecer por crecer en vez de revisar y mejorar lo que se tiene, es la que se desprende de la iniciativa presentada en la Cámara de Diputados para declarar obligatoria la educación media superior a partir del próximo año. Según se desprende de la información obtenida, se plantea que para el 2021, todos los mexicanos que hayan concluido la educación secundaria cuenten con la posibilidad de realizar estudios del nivel medio superior, previendo los diputados, incrementar recursos para el efecto a partir del próximo año, de tal forma que para el 2021 se logre el propósito. Para llevar a cabo esta propuesta, habrá de reformarse el Art. 3º. Constitucional seguramente con los mismos procedimientos con los que se declaró la obligatoriedad, primero de la educación secundaria y luego la educación preescolar; obligatoriedad que al ampliarse comprendería la educación básica y la educación media superior, nivel que hasta el momento no ha reformado su denominación, que debería ser simplemente: educación media y no como hasta el momento lo siguen llamando en la propia iniciativa. Deberá a la vez reformarse la Ley General de Educación con el propósito de refrendar la obligación del Estado de prestar los servicios educativos hasta el bachillerato y con el manto que proporcionó el Acuerdo Nacional para la Modernización de la Educación Básica, habrá de subsistir la forma mediante la cual el Ejecutivo Federal determinará los planes y programas de estudio en la Educación Media Superior, con excepción de las instituciones que tienen autonomía. Plantear lo anterior no es una cosa simple; en el caso de Nuevo León así lo contempló la Comisión Organizadora para la fundación de la Universidad y los diferentes proyectos que para su mejoramiento se han presentado tanto en Nuevo León como en el país, donde inclusive se plantea que los estudios de bachillerato deben contar con una duración de tres años. La problemática de la educación media superior no es tan simple, porque además se debe de ver qué es lo que llega y de dónde llega, esto por los problemas que aquejan a la educación secundaria en particular, nivel el que a pesar de contar en 2007 con una cobertura de 82.1 indica que después de 15 años de haberse declarado obligatoria su servicio no se ha universalizado y la matrícula al terminar la secundaria alcanza solo el 58.3 por ciento y una tasa de deserción de 7.7%, todo esto en un país en el que solo terminan la secundaria 45 de cada 100 niños que entran a la primaria, conforme lo afirma “Mexicanos Primero” Las cifras abruman en cuanto al bajo desempeño de nuestro sistema educativo, como son: el lugar 30 en PISA 2006, el 50% de quienes terminan su educación básica poseen un nivel de conocimientos insuficiente (50%), indicadores que en el nivel de media superior son más graves, dado que según datos de la SEP en el año escolar 2005-2006, terminaron solo el 41.1% de los que ingresaron, con una eficiencia terminal del 62.2% y una escasa cobertura (13.5) en los niveles de población con menores ingresos. Desde inicios del sexenio que no deja de terminar, cuando Miguel Székely fungía como Subsecretario de Educación Media Superior y Vázquez Mota como titular de la SEP, se emprendió lo que se pensaba sería una interesante transformación de este nivel, sus metas eran organizar los bachilleratos hasta la fecha muy dispersos, crear un marco curricular común con base en competencias, un programa de formación de profesores (Proforderms) hasta integrar un Sistema Nacional de Bachillerato. En febrero de 2008, el presidente Calderón hizo suyo el proyecto en reunión con maestros, directores de escuelas, funcionarios de la ANUIES y de la SEP Hoy, los funcionarios mencionados ya no están en la SEP y los intentos de la reforma siguen como muchas vicisitudes, manteniendo el ánimo (y las estrategias para seguir adelante) en el caso del PROFORDERMS, la mira de los profesores de alcanzar a ser miembros del SNB y las escuelas al alcanzar a formar parte de ese sistema, obtener otro status y obtener mayores recursos para su operación, por cierto, la UNAM acordó no participar en este proyecto. Este es el ambiente en el que se pretende hacer obligatorio a las preparatorias del país, como reflejo de un sistema que le ha apostado a la cantidad en vez de la calidad.
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