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3 Agosto 2011
 


HABÍA UNA VEZ
Se busca candidato presidencial
Everardo Hernández Medrano

Matamoros, Tamaulipas.- El Jefe de a de veras del PAN estaba esa mañana con muchas dudas, desánimo y desconfianza sobre la viabilidad política de los cuatro emocionados aspirantes a la candidatura presidencial.

Los prospectos no le inspiraban nada de confianza para el 2012, porque los  veía en clara desventaja frente a los lobos feroces del PRD y PRI que aúllan en la pradera política.

Cordero y Lujambio sus secretarios de Hacienda y Educación no levantan en las encuestas y los que galopan alegremente en el gusto de las preferencias no eran de su agrado: Josefina y Creel.

Pero como en su mente y en su corazón (¿tendrá?) anida la perversa ambición de heredar la Presidencia a uno de los suyos, a como dé lugar, porque no está dispuesto a que el PRI regrese a los Pinos.

Como es seguro que el PRI se va a emperrar en hacer su candidato a Enrique Peña Nieto, se provocará una división donde habrá muchos peces inconformes  en la alberca priista.

También pensaba en  Marcelo Ebrard, un ex priista, ex centrista y actual izquierdista, casi perredista, a quien consideraba como un prospecto de emergencia, un “candidato ciudadano” que salve al PAN de una segura derrota en el 2012.

Pero secretamente acariciaba el sueño de seducir a Manlio Fabio Beltrones, un lobo feroz, bien equipado para encabezar una formidable coalición de partidos… Pero, ¿cuáles partidos, si ya todos estaban alineados alrededor de AMLO, Marcelo y  los priistas?

-Teniente- llamó a su ayudante de cámara- dígale a mi secretario de Gobernación que me consiga dos o tres partiditos de los nuevos para una alianza o coalición, o lo que sea.

Luego, se introdujo al baño de su recamara donde había una pared con una puerta secreta que conducía por un pasillo tenebroso a una estancia súper secreta donde estaba un espejo mágico y parlante que la Policía Federal le había confiscado a la Bruja Malvada, o sea la Madrasta de Blanca Nieves aunque muy parecida a  Elba Esther Gordillo.

 -Espejito, espejito, ¿quién es el más bonito?- preguntó en tono burlón el Jefe de las Instituciones Federales.

-No manches- se indigno el espejo- ésta es una columna seria y respetable, mejor pregunta algo sustancioso.

-Bien, bien, no te azotes- dijo el Jefe en tono conciliador- ¿qué puedo hacer para conseguirme un buen candidato ganador para mi partido.

El espejo, que era muy temperamental, frunció el ceño ante la pregunta tan mal formulada y como ya era casi la hora del almuerzo, intentó deshacerse lo más pronto posible de este inoportuno e impertinente cliente.

-En primer lugar- empezó el espejo- el PAN no es de tu propiedad, si mal no recuerdo le pertenece a todos los panistas honestos, sinceros y comprometidos con su ideología y principios doctrinarios que -subrayó- y los otros seudo- empresarios arribistas, han traicionado.

-Oye- protestó el aludido muy alterado- si vuelves a usar ese tono conmigo, me obligarás a usar ese mazo que está en la mesa.

Sin arredrarse, el espejo le da una respuesta para quitárselo de encima.

-Mira- empezó el espejo- si el PRI se equivoca y no selecciona a Manlio Fabio, es un candidato viable políticamente, porque aunque no encabeza las encuestas de las preferencias, con tu dinero sucio, tus campañas sucias, tus perversos cuñados, lo puedes catapultar hasta la cima de los favoritos y él con su experiencia, conocimientos, carisma,  sabiduría y relaciones, pues, puede ser la respuesta a tus plegarias.
-¿Y tú crees que si gana la Presidencia me sea leal o al menos no me consigne ante la PGR?, preguntó inquieto el dueño del espejo.

-No creo que nadie te sea leal- respondió ácidamente el espejo- tú has traicionado a tu amigos, a Fox, a Carlos Salinas, a tus principios, todo lo que recitabas cuando eras un simple acólito en el PAN; ¿y ahora quieres que un extraño te sea leal?

Cuando el Jefe tenía el mazo en posición de combate, en el espejo apareció la figura maligna de Elba Esther, a punto de levantarse aun sin maquillaje y quitándose las vendas con las que duerme en su sarcófago de oro, lo que lo hizo huir al Jefe y abandonar el cuarto secreto.

Obama y los terroristas del Tea Party
Dice el Presidente Obama que lo que falta es que los más ricos de su país, empiecen a pagar impuestos de una manera justa, porque actualmente todo el peso de los impuestos recae sobre la gente menos afortunada, (el infeliciaje pues).

Cuando escuché lo anterior, me acordé que en México pasa lo mismo. Los más ricos, o sea las corporaciones, los señores que especulan en la Bolsa Mexicana de Valores y los magnates que tienen “fundaciones” no pagan impuestos, unos por que supuestamente generan empleos (la tasa del desempleo en México es del 23%).

Otros, porque cuando se aprobó la operación de la BMV quedaron exentas de impuestos todas las operaciones, supuestamente para atraer inversiones, lo que me recuerda que los especuladores hacen a veces negocios diarios por cientos de millones de pesos en la compra y venta de acciones Y NO PAGAN UN CENTAVO, mientras que una pequeña empresa tiene que pagar el ISR, IETU, IMSS, alrededor del 28 por ciento de la operación.

Las empresas que tienen “fundaciones”, obtienen millones de pesos en donaciones locales e internacionales, pero como son muy vivillos, lo manejan como si Televisa o TV Azteca hubieran hecho esos donativos a sus propias fundaciones y entonces obtienen los recibos que son deducibles de impuestos y de esta manera evaden pagar al fisco millones de pesos mensuales. Que chicos tan listillos, ¿verdad?

Los extremistas estadounidenses agrupados en el Tea Party, una secta terrorista incrustada en el Partido Republicano, salieron triunfantes del acuerdo legislativo para aumentar el techo de la deuda, porque lograron que no se hicieran incrementos a los impuestos a los más ricos y las grandes corporaciones.

 Lo que es peor,  lo celebraron abiertamente y sin ningún recato. ¡Ganamos pinches muertos de hambre!, gritaban entusiasmados con sus capuchas de los kukuxklanes y los estandartes con la suástica del partido nazi alemán. ¡Oh, My God! ¿Qué sigue?

Esos terroristas del Tea Party mantuvieron secuestrado el sistema financiero doméstico e internacional hasta que lograron lo que deseaban y exigían.

Recortes a los programas sociales para los más pobres y cero incremento en las tasas impositivas a sus protegidos, los más ricos de los ricos.

Y pensar que muchos criticábamos al politburó de la extinta Unión Soviética por secuestrar la libertad y la economía  de sus ciudadanos.

ehernandezm03@hotmail.com

 

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