ANÁLISIS A FONDO
Monterrey, Waterloo del 2012
Francisco Gómez Maza
PRI y PAN, las víctimas políticas
Creel Miranda, el más afectado
Ciudad de México.- El emporio empresarial más importante del país, después de Ciudad de México, Monterrey, se topó con la desdicha de ser presa fácil de la delincuencia organizada. Y se convirtió en el Waterloo de los aspirantes a la presidencia de la república, para las elecciones de 2012.
Los principales partidos políticos y sus posibles representantes a la elección de sucesor del presidente Calderón –el Partido Revolucionario Institucional (PRI) y el gobernante Partido de Acción Nacional (PAN)– están ahora en el banquillo de los acusados.
Los sentó frente a escrutinio público el incendio provocado por una gavilla de asesinos en el casino Royal, donde murieron 52 personas, en momentos de solaz y esparcimiento, así como posteriores revelaciones videograbadas,
El destino de Enrique Peña Nieto, gobernador del estado de México y principal pieza para que el PRI recupere la residencia presidencial de Los Pinos, entró en zona de incertidumbre, no porque no vaya a ser el candidato, sino porque Rodrigo Medina, gobernador del estado de Nuevo León, cuya cabecera es Monterrey, es priísta, ha demostrado su incapacidad en la lucha contra la inseguridad pública, resquebrajada por las pandillas criminales.
(A estos hechos se agrega el escándalo protagonizado por los dirigentes del PAN en torno a la deuda del estado de Coahuila, que habría sido contratada mediante mecanismos no enterados al congreso local, por la administración de Humberto Moreira, actual presidente nacional del PRI.)
El futuro inmediato del PAN, el partido del presidente Calderón, ha sido puesto también en entredicho, pues el presidente municipal de Monterrey, Fernando Larrazábal Bretón, está metido en problemas, pues su hermano, Jonás, fue “video cachado” recibiendo dinero de propietarios de garitos de lujo, documentos divulgados por un rotativo de ciudad de México, días después de la tragedia del Royal.
Pareciera que Santiago Creel Miranda, el más personaje viable para la candidatura panista, fue el más afectado por el incendio del casino regiomontano, pues estuvo involucrado como secretario de Gobernación (Interior) del gobierno de Vicente Fox Quezada en la autorización de ese tipo de negocios, generalmente ligados con las actividades de la delincuencia organizada, particularmente en lo que se refiere al blanqueo de dinero ilícito.
Este jueves, en una entrevista radiofónica, Cree Miranda le “sacó el bulto” a Monterrey, cuando advirtió que si se prohíbe el juego, se va a abrir un mercado negro que será insostenible para el Estado mexicano. “El problema de lo que ocurrió en Monterrey, dijo, no es el permiso, no es la actividad… (sino) la violencia ‘y no lo estoy dejando de lado; estoy dando la cara de lo que ocurrió en mi gestión. El problema es la violencia”. A todas luces estaba “dejando de lado” el problema que él propició durante su gestión como encargado de la política interior.
Así, Monterrey se constituye en un referente de lo que puede ocurrir de aquí al primer domingo de julio del año venidero, cuando serán las elecciones federales para elegir al sucesor de Calderón.
Hasta agosto, las preferencias electorales de los ciudadanos, de acuerdo con las agencias que pulsan la opinión pública, favorecían al PRI y a Enrique Peña Nieto, seguido por el izquierdista Andrés Manuel López Obrador. Castigaban al PAN y a sus candidatos y prácticamente dejaban en ultimísimos lugares al Partido de la Revolución Democrática.
Habrá que esperar las encuestas de septiembre que obviamente registrarán cambios profundos en la preferencia de los electores, por el efecto Monterrey.
A desfondo: Buena parte de las irregularidades se expiden a través de amparos, y algunas veces los amparos se otorgan por negligencia por parte del nivel judicial, aseveró Creel en entrevista con Carmen Aristegui. Aseguró que la pregunta fundamental de fondo es qué hacer con el juego en México.
pacogomezmaza@journalist.com
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