ANÁLISIS A FONDO
¿El que porfía mata venado?
Francisco Gómez Maza

Andrés M. López Obrador ataca de nuevo
Morena, una presentación en sociedad

Ciudad de México.- Lo detesta la Casa Blanca, lo aborrece la derecha mexicana, lo odia la mafia del poder, como él le llama; le temen los mexicanos asustados.

Sin embargo, Andrés Manuel López Obrador, el “presidente legítimo”, es porfiado: vuelve por sus fueros y se presentará, por segunda ocasión, a la contienda electoral de 2012, con la salvedad de que ahora lo hará si las encuestas lo favorecen. Ahora tiene en frente a Marcelo Ebrard, gobernador del Distrito Federal. Ambos han pactado que aceptarán el resultado de una encuesta que decida quién debe ser el candidato de las izquierdas, incluido el Partido de la Revolución Democrática. Aunque no falta quien se manifieste porque éste designe como candidato de unidad a Cuauhtémoc Cárdenas.

No aprende el tabasqueño. En este país la democracia representativa sólo sirve para avalar al establecimiento. Para legitimar un sistema de gobierno privilegiador de las clases dominantes. Un gobierno para mantener relaciones de producción, en donde los trabajadores sigan siendo únicamente la fuerza para incrementar los márgenes de ganancia del capital.

Nadie, entre la clase política tradicional –entiéndase Partido Revolucionario Institucional (PRI), o Partido Acción Nacional (PAN), e inclusive Partido de la Revolución Democrática (PRD)– piensa en un cambio radical hacia una sociedad menos injusta. Todos buscan exclusivamente el beneficio del poder, ya sea para su grupo o para su propia persona.

En ese contexto antidemocrático, en el que igual da que el gobierno esté en manos del PAN que del PRI, de Josefina Vázquez Mota o de Enrique Peña Nieto, que todos son coyotes de la misma loma, como acostumbran decir en el campo chiapaneco, la figura de López Obrador ser yergue como la de un loco, un enajenado que lucha contra molinos de viento y con encantadores.

Ayer domingo, López Obrador colmó el Auditorio Nacional de la ciudad de México, uno de los más importantes foros de la cultura, el arte y los espectáculos de México, y ante sus seguidores anunció la constitución como Asociación Civil del Movimiento de Regeneración Nacional (el Morena), convocando a un congreso nacional para noviembre de 2012.

En la concentración en el auditorio, el tabasqueño se manifestó preparado para ser nuevamente candidato presidencial, pero con la advertencia de que lo será sólo si la encuesta de la izquierda lo favorece: “estoy preparado para ser candidato, para volverle a ganar a la mafia del poder y encabezar, junto con ustedes, la transformación del país”.

El Morena quedó encabezado por una dirección provisional que lo guiará de ahora hasta que pasen las elecciones presidenciales de julio de 2012. Posteriormente, celebrará asambleas municipales y estatales.

Los órganos de dirección nacional del movimiento son el Consejo Consultivo, el Comité Ejecutivo y los representantes estatales y distritales.

Personajes como René Drucker Colín, Genaro Góngora Pimentel, Javier Jiménez Espríu, Elena Poniatowska, Rogelio Ramírez de la O, Claudia Sheimbaum y Fernando Turner quedaron al frente de las diversas comisiones que integran el equipo de Morena. Una dirigencia de lujo.

El proceso de llegar a una asociación civil inició luego del fraude electoral de 2006, cuando López Obrador decidió no claudicar y seguir luchando, aún en contra de molinos de viento.

El ex gobernador del Distrito Federal y ex presidente del PRD se ha dedicado, principalmente en los últimos cinco años, a recorrer el país sumando mujeres y hombres “a la difícil pero indispensable tarea de organizar al pueblo para renovar al país”, como él lo declara.

En la reunión de ayer, López Obrador convocó a la construcción de un nuevo pacto social, “un acuerdo donde realmente se respeten la Constitución y las leyes, con compromisos muy puntuales, como por ejemplo que habrá democracia participativa, mediante el referéndum, el plebiscito y la revocación de mandato.

Y no es que López Obrador sea radical. No. sus planteamientos los puede avalar cualquier político demócrata: “Plenas libertades para hacer negocios, pero no influyentísimo, corrupción ni impunidad; no a privilegios fiscales ni monopolios; prioridad al impulso de actividades productivas para reactivar el crecimiento económico y generar empleos". Esto lo avala cualquiera, hasta el panista más derechista.

Ah. Y para enfrentar la violencia, combate a la pobreza, incorporando a los jóvenes al estudio, al trabajo; democratización de los medios de comunicación; no a la explotación irracional del petróleo.

En el Auditorio Nacional mismo, el notario público Sergio Navarrete certificó el Movimiento de Regeneración Nacional como Asociación Civil, una vez que ya fue autorizado su registro por la Secretaría de Relaciones Exteriores.

Y así, López Obrador inició formalmente su camino hacia la candidatura de la izquierda. Porfiado, el hombre. ¿Será cierto el adagio ese que dice: “El que porfía mata venado?

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