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923 08 Noviembre 2011

ANÁLISIS A FONDO
Economía, en fase recesiva
Francisco Gómez Maza

A pesar del truculento optimismo gubernamental
La desaceleración de la economía, viento en popa

C
iudad de México.-
Los economistas del gobierno del presidente Felipe Calderón intentan sacar fuerzas de flaquezas; sacar manzanas sanas del canasto de las podridas. Y apachurran con ansiedad sin igual las teclas de la computadora para convencer a los mexicanos de que les está yendo bien, a pesar de que el mundo occidental está convulsionado por la crisis de pagos de Europa y la supina debilidad de la economía estadounidense, el principal “socio” de los empresarios mexicanos.

Sin embargo, los mismos analistas gubernamentales reconocen, siempre en su lenguaje misterioso y chanchullero, que la economía va que vuela hacia una profunda desaceleración. El llamado Indicador Adelantado del INEGI (Instituto Nacional de Estadística, Geografía e Informática), se localizó, en agosto, en la fase de desaceleración al presentar un valor de 100.5 puntos y una variación de (-) 0.24 puntos con relación a julio de 2011.

Y para septiembre pasado, el indicador adelantado se posicionó también en la fase de desaceleración, al observar una disminución de (-) 0.25 puntos respecto a agosto. El indicador adelantado está señalando una desaceleración en el indicador coincidente para los próximos meses. El indicador coincidente se ubicó, en agosto, en la fase expansiva del ciclo económico, al registrar un valor de 100.8 puntos, lo cual representa un incremento de 0.02 puntos respecto a julio. Pero 0.02 centésimas son una bicoca. Hay que destacar que el indicador de la actividad industrial y las importaciones totales se ubicó en fase de desaceleración.

(El indicador coincidente muestra las oscilaciones de la actividad económica agregada con relación a su tendencia de largo plazo. El adelantado busca señalar anticipadamente la trayectoria del indicador coincidente. El real pues es el adelantado, pues nos indica el comportamiento real de la economía y, en el caso, nos está revelando la desaceleración del proceso económico.)

La desaceleración de la economía mexicana puede medirse con las fórmulas de los cuadros y filas del programa Excell, pero sobre todo, y más que sobre todo, en el diario vivir de las empresas y los trabajadores, particularmente en el bolsillo de éstos. Pero el INEGI intenta presentar un panorama alentador, en lugar de enfatizar la verdad de la desaceleración económica, vista claramente en el comportamiento del llamado indicador adelantado.

El INEGI dio a conocer este lunes el comportamiento, en las hojas de cálculo, del Sistema de Indicadores Cíclicos, que permiten a los analistas gubernamentales dar seguimiento detallado y “oportuno” (no tan oportuno porque se refieren al mes de agosto y estamos ya en noviembre), al comportamiento de la economía mexicana, así como realizar comparaciones de ésta con distintas economías del mundo.

Para mayor precisión, los principales resultados, a agosto, son los siguientes:

El Indicador Coincidente se ubicó en la fase expansiva del ciclo económico (habría que ver qué tan expansiva), al registrar un valor de 100.8 puntos, lo cual representa un incremento de 0.02 puntos respecto a julio pasado. Un pinchurriento 0.02.

Pero aquí aparece el peine: El Indicador Adelantado, ese que indica la tendencia del proceso económico de hoy para adelante, se localizó en la fase de desaceleración, al presentar un valor de 100.5 puntos y una variación de (-)0.24 puntos con relación a julio de 2011.

En los indicadores coincidente y adelantado, los analistas identifican 4 fases del ciclo económico:

Expansión: cuando el indicador (su componente cíclico) está creciendo y se ubica por arriba de su tendencia de largo plazo. Pero 0.02 centésimas de punto son como una golondrina que no hace verano, salvo su mejor opinión.

Desaceleración: cuando el componente cíclico del indicador está decreciendo y se ubica por debajo de su tendencia de largo plazo. Lo que ocurre con el indicador adelantado en agosto y septiembre, que ya anotamos anteriormente.

Recesión: cuando el componente cíclico del indicador está decreciendo y se ubica por debajo de su tendencia de largo plazo.

Recuperación: cuando el componente cíclico del indicador está creciendo y se ubica por debajo de su tendencia de largo plazo.

El mismo INEGI confirma la desaceleración económica:

La evolución del indicador adelantado en septiembre es consecuencia del comportamiento desfavorable de todos sus componentes, ya que el índice Standard & Poor’s 500 (índice bursátil de Estados Unidos), las exportaciones no petroleras y la tendencia del empleo en las manufacturas se ubicaron en la fase de desaceleración, mientras que el tipo de cambio real, el índice de precios y cotizaciones de la Bolsa Mexicana de Valores en términos reales y la tasa de interés interbancaria de equilibrio se posicionaron en la fase de recesión.

¡Aquí está la perla! Lo asegura el INEGI.


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