PRESAGIO DEL ABANDONO
Guillermo Berrones
Huele a polvo esta ausencia. El silencio es un fantasma merodeando a la escasa cordura que pende de las fotos abandonadas. Guarda la cama la silueta de tus visitas y el perfume de tu cuerpo se desvanece en un legado de flores muertas. Una inquebrantable frialdad paraliza los instantes del reloj en el paredón de la sala. Fusilo al tiempo porque a ti te duelen las épocas, los ciclos y las fechas. Una bala de luz entró por la ventana y acertó en la frente, matando la ironía del cuadro que reproduce tu retrato. La épica de tus caricias yace en los pergaminos de mi piel. Las telarañas del olvido arraigaron su nostalgia en cada rincón y flota un tufillo desolado de nostalgia. Decidiste partir porque detestas las cifras enlatadas y puede que dos años sean una exageración cuando apenas empieza a caminar el destino de tu sombra. Miento. Son dos siglos bajo las aguas saladas de mi suerte. No te has ido y ya extraño tu presencia.
¿Desea dar su opinión?
|