TINTA AZUL,
DE NANCY MEZA
Eligio Coronado
El proceso creativo requiere de una absoluta abstracción. Cualquier distracción puede afectar la concentración del autor. Este tema suele ser abordado casi siempre desde el punto de vista académico o crítico, pero pocas veces desde la poesía. Poetizar la creación poética no parece tener algún interés poético. Nancy Meza (Monterrey, N.L., 1977) creyó lo contrario y nos obsequió con esta pequeña pieza de orfebrería:
TINTA AZUL
Desnuda,
en medio de las horas,
el pulso fresco me viste de azul.
El azul me desnuda otra vez,
mientras la tinta sigue absorbiéndose.
Descubro de nuevo el azul.
Es mi desnudez perpetua
en la blancura del papel.
La idea es muy clara: durante el proceso creativo, la autora se va transformando en la tinta con la que escribe hasta ser, finalmente, absorbida por el papel en el que dispone sus palabras.
Su texto inicia con ella “Desnuda, / en medio de las horas”, porque al escribir nuestro espíritu queda expuesto a la vista de todos y el tiempo pasa a segundo término. En su concentración creativa, el autor se abstrae totalmente del mundo.
Además, señala que “el pulso fresco me viste de azul”. Con esto se refiere al pulso de la tinta fusionándose con ella en el acto de escribir.
Concluye especificando que ese azul “Es mi desnudez perpetua / en la blancura del papel”, o sea, que ha descubierto que eso que queda impregnado en la superficie rugosa del papel es ella misma, desnuda en espíritu.
Nancy Meza no sacrifica su oficio para explicar el oficio, es decir, no desciende a la prosa. Por el contrario, mantiene el equilibrio de su enunciado inicial: comienza desnuda y termina igual, porque la escritura así lo demanda. En otras palabras: nadie puede caminar sobre las aguas sin mojarse y nadie puede escribir un texto sin involucrarse.
Si tienen dudas, escríbanme:
eligio_coronado@yahoo.com.mx
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