MILITARES ALLANAN,
TORTURAN Y AMENAZAN
CIDH Morelos
Comisión Nacional de Derechos Humanos
Amnistía Internacional.
Oficina del Alto Comisionado de Derechos Humanos de las Naciones Unidos para
México.
Red Nacional de Organismos Civiles Todos los Derechos para Todos y Todas.
Frente Nacional contra la Represión.
La Comisión Independiente de Derechos Humanos de Morelos A.C., con domicilio en Guerrero 4 despacho 110, centro, Cuernavaca, Morelos, CP 62000, recibió el testimonio de la familia de trabajadores ZAMORA GOMEZ sobre el allanamiento, tortura y amenazas que militares del Ejército Mexicano realizaron el día 24 de julio de 2009 entre 12:30 y 2:00 de la madrugada en su domicilio ubicado en la calle Obradores Número 45, colonia Ampliación Vicente Guerrero, del municipio de Jiutepec, Morelos, México.
Este es el testimonio de la señora LUCIA GOMEZ ADAME, de 57 años de edad: “Estamos muy espantados y tememos por nuestra vida y la de mis hijos y nietos. Entró el Ejército en mi casa rompiendo la puerta como entre 12:30 y 2:00 de la mañana. Venían en un carro lleno de militares y entraron unos 15 soldados, todos estaban cubiertos de la cara de negro y llevaban armas largas que yo no conozco de que calibre sean porque no se nada de armas. No tocaron la puerta, sino que la tiraron a patadas y encontraron a mis hijos cuando estaban cenando y viendo la televisión luego de regresar de su trabajo. Inmediatamente se fueron sobre ellos y los agarraron entre muchos de ellos, los ataron de las manos y les torcieron los brazos. Cuando me di cuenta les grité qué querían y quienes eran, que mis hijos no son mala gente. Vi cuando un soldado empezó a golpear a mi hijo ANDRES ZAMORA GOMEZ, de 27 años de edad y a su cuñado JORGE HERNANDEZ JARDON de 24 años, y como empujaban a mi hijo menor JOSE NATIVIDAD ZAMORA GOMEZ de 25 años de edad. Mi hijo ANDRES había llegado de trabajar en la fábrica RINTEX en donde entra a las 2 de la tarde y sale a las 10 de la noche. Un soldado golpeo a mi hijo y lo taparon de la cabeza, le echaron agua con una jarra y no podía respirar y le preguntaba que dónde vendían las armas y las drogas. Uno de ellos le dijo que ya se lo había cargado la fregada. Yo espantada les decía que no los golpearan, que no habían hecho nada. Uno de los soldados encapuchados me gritó que no me metiera y que mejor les dijera donde estaban las armas y la droga, que mis hijos sabían de la banda de “Los Pelones” y que de una vez dijeran lo que sabían. A mí me empujaron dentro de uno de los cuartos donde se encontraban mis nueras y mis nietos. A mi nuera DOMINGA VAZQUEZ BARRERA, de 30 años de edad y mi otra nuera VERONICA HERNANDEZ JARDON, de 29 años, también les hacían las mismas preguntas en el cuarto, donde también estaban llorando y espantadas mis nietas DIANA MICHEL ZAMORAHERNANDEZ, de 8 años de edad y ANDREA MARGARITA ZAMORA HERNANDEZ de 2 años de edad, quienes no dejaban de llorar. También estaban mis nietos DIEGO ALEJANDRO ZAMORA VAZQUEZ de 2 años y medio y FELIX EDUARDO ZAMORA VAZQUEZ de 4 años.”
Los militares encapuchados abrieron todos los muebles y sacaron ropa que la tienen para vender en un bazar.
El testimonio de ANDRES ZAMORA GOMEZ es el siguiente: “A mí me estaban ahogando con una funda con la que me taparon la cara y la cabeza y me echaban agua con una jarra, no podía respirar y estaba amarrado de las manos, sentado. Los militares me pegaban en la cabeza y me preguntaban por la banda de “Los Pelones”, que ellos sabían que de mi casa habían visto salir una camioneta blanca de esa banda, pero yo solo tengo un coche Datsun 82 blanco. Les dije que no sabía nada. Que por qué me golpeaban. Que me dedico a trabajar. Me preguntaban por la droga y las armas. Vi como pateaban a mi hermano JOSE NATIVIDAD. Me sacaron de la casa y me tiraron en la calle. Luego me dejaron hablar y les dije que les podía mostrar mi identificación como trabajador de la empresa RINTEX. Me soltaron y permitieron sacar mi credencial y ya dejaron de golpearme cuando vieron que sí les decía la verdad. Me dolía mucho mi cabeza y mis ojos, no podía respirar bien porque sentía que me ahogaba. Antes de irse me dijeron que iban a regresar otra vez para que les dijera todo lo que sabía. Les dije que por qué nos trataban así a mí y a mi familia. Uno de ellos, no lo conocí porque todos estaban encapuchados, pero era güero y alto, con una gorra de oficial y con pasamontañas, dijo que ellos solo hacían su trabajo, y yo le dije que si así era su trabajo, torturarme sin deber nada. No respondió, pero dijo que iban a volver, y me dejaron con un trapo en la cabeza.”
Los militares llegaron al domicilio en un camión grande para unos 40 militares y lo dejaron como a 8 metros del domicilio, se dispersaron todos por las calles y en las azoteas y entraron unos 15 al domicilio. Mientras permanecieron en el operativo de allanamiento, detuvieron a algunos vehículos que pasaron por el lugar y los dejaron ir luego de revisarlos.
Luego de que se fueron, la familia empezó a recoger sus pertenencias dispersas por el cuarto. No encontraron 1000.00 pesos que tenían para pagar la luz “porque nos llega bien cara”, nos relata la señora LUCIA GOMEZ ADAME.
Por todo lo anterior, consideramos que existen los conceptos de violación de los derechos humanos siguientes:
Violación al artículo 129 de la Constitución que prohíbe que el Ejército realice labores que no le corresponden.
ALLANAMIENTO DE MORADA.
VIOLACION AL DOMICILIO.
VIOLACION A GARANTIAS DE SEGURIDAD.
TORTURA FISICA Y PSICOLOGICA.
DAÑO EN LAS COSAS.
ROBO.
VIOLACION A DERECHOS DE LAS Y LOS MENORES.
Estas garantías establecidas en la Carta Magna forman parte indisoluble de los derechos humanos consagrados en la Declaración Universal de Derechos Humanos y muestra un caso más del patrón de actuación que está siguiendo el Ejército Federal Mexicano, que sin respetar la PRESUNCION DE INOCENCIA de las y los ciudadanos, comete toda clase de vejaciones y malos tratos a la ciudadanía sin que haya ORDEN JUDICIAL ALGUNA para entrar en los domicilios como lo establece claramente el artículo 16 de la Constitución.
Por todo lo anterior, solicitamos MEDIDAS CAUTELARES PARA GARANTIZAR LA SEGURIDAD DE LA FAMILIA ZAMORA GOMEZ, en el domicilio arriba señalado, ante el temor fundado de que sigan siendo objeto de estas agresiones por parte de elementos del Ejército Federal Mexicano. Igualmente, debe existir la inmediata investigación de los hechos y la reparación de los daños cometidos en su patrimonio y en su integridad física y psicológica de las víctimas de este atropello.
Atentamente.
Comisión Independiente de Derechos Humanos de Morelos A.C.
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