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RENUNCIAR A LA PIRÁMIDE
Praxedis Sánchez
Es como en una pirámide; en la cima, a mero arriba está el máximo enemigo que protege y da vida como gallina culeca a todos los demás problemas que se han convertido en nuestros enemigos, en enemigos de México y de los mexicanos. De la cima hacia abajo se van ensanchando los diferentes niveles, como en cualquier pirámide; todos los enemigos involucrados. Entre más abajo, más numerosos, pero el más importante es el que está arriba.
El primer nivel lo llenan los millones de mexicanos que les vale “mother” ir a votar en las elecciones y se quedan en su casa viendo el Circo programado por el gobierno: el futbol.
El segundo nivel lo forman los millones de mexicanos que durante las elecciones votan estúpidamente por los colores; ya sean los de la banderita, los azules, los verdes o por el corruptísimo Panal.
El tercer nivel lo constituyen los millones de mexicanos que venden su voto por un bulto de cemento o una despensa aunque después les cueste carísimo tamaña indignidad y anti patriotismo.
El cuarto nivel lo componen los pequeños y medianos empresarios que se dejan mangonear por sus diferentes líderes charros de las diferentes organizaciones empresariales.
El quinto nivel lo componen los millones de burócratas vividores que les vale también “mother” México sin considerar que sus hijos van a vivir en este país desmadrado por ellos, sus propios padres.
El sexto nivel -ya vamos llegando a la cima, no se desespere- lo componen los cientos de miles de funcionarios federales inútiles, ineptos y corruptos.
El séptimo nivel lo componen la mayoría de los medios de información; electrónicos radiales e impresos que desinforman, engañan y le hacen propaganda a los vampiros saqueadores gubernamentales.
El octavo nivel lo conforma la clase política corrupta y perversa en sus tres niveles o poderes; el ejecutivo con su farsante e inepto gabinete, el legislativo traidor y depredador y el cínico y corrupto poder judicial.
El noveno nivel lo forman los fariseos jerarcas católicos que abandonaron a Jesús y se entregaron al poder político, diplomático y económico.
El décimo nivel lo representa el ejército mexicano empeñado en destruir y traicionar al país al obedecer a un delincuente que violentando la constitución y la soberanía se robó la presidencia del país.
El décimo primero u onceavo nivel lo conforman los grandes empresarios saqueadores asociados a los enemigos extranjeros que no pagan impuestos.
El décimo segundo nivel de la pirámide, a mero arriba donde está la piedra o altar de los sacrificios humanos que representan a los millones de mexicanos muertos de hambre, los millones desempleados, los miles de presos políticos, los millones expulsados del país al extranjero y los ya cerca de 20 mil asesinados lo ocupa nada más y nada menos que Felipe Calderón. El es el enemigo número uno de México y protector socio y cómplice de todos los demás enemigos de todos los niveles de la pirámide.
¡Por eso digo! “Por el bien de México, hay que renunciar al usurpador”. Así acabamos con doce pájaros corruptos de una sola vez.
psanchez1998@yahoo.com
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