Tengo fe en Chile
Miguel Velasco Lazcano
No conozco Chile y me gustaría poder estar allí esta noche ayudando con mis manos; mas a su pueblo, a sus trabajadores exiliados en mi país por el golpe militar, tuve la oportunidad de conocerlos desde el día que nací en el hospital donde vine a parar este mundo en los setentas, siendo bienvenido a la vida con su afecto.
Eran los amigos chilenos de mi padre los que fundaron en esa década la Universidad Autónoma Metropolitana junto con mexicanos comprometidos con un nuevo modelo de educación superior, y con quienes aprendía a andar en bicicleta por los talleres y los estacionamientos de la UAM. Personas llenas de vida que a la menor provocación abrían una botella de vino y charlaban, hablaban del mundo, de la democracia, del arte y de su patria con honda nostalgia; esos trabajadores en los que Allende depositó su esperanza de un futuro mejor, uno que se dio gracias al empeño, al coraje y al espíritu democrático de los habitantes de esa nación que hoy miramos los latinoamericanos con orgullo al ver como destaca y crece en el continente.
También recuerdo a la madre de Pablo siempre tumbada al sol en el jardín con un libro en la mano; algo que en el entorno de cervezas y música de las casas de fin de semana en Cuernavaca me parecía maravilloso, tan especial como sus cazuelas fuera del hotdog que nos daba mi madre. Pablo, con sus grandes ojos miel que me transmitían una tranquilidad que yo buscaba desde las ocho de la mañana parado afuera de su casa, llevaba su acento chileno por toda la privada sin haber vivido nunca en Chile, lugar del que siempre decía con orgullo: “Es mi país. Ahora no podemos regresar, pero algún día lo haremos”. Y así fue. Un sábado a comienzos de la década de los noventa, luego de doce años de amistad, Pablo volvió a Chile y nunca más supe de él, pero estoy contento de que su sueño se realizara: conocer su patria, a su familia, y vivir la historia que sus padres le contaban.
Igualmente mi papá vio regresar a Chile a sus colegas y amigos, muchos de ellos dejando la vida cómoda que habían hecho en México por ir a construir la de su patria, la de sus raíces, así como lo hicieron amigos de mi tío partiendo de París y muchos más en otras partes del mundo comprometidos en forjar el futuro de su nación liberada de la dictadura de Pinochet.
Hoy, lamentablemente la naturaleza ha demostrado en ese punto del planeta que existe a veces furiosa. Eso es inevitable, siempre conviviremos con los desastres de la naturaleza porque somos parte del entorno, no controladores de éste, pero también hoy estoy seguro que miraremos con fe y orgullo como se levantará una vez más ese pueblo que jamás ha sido vencido ni por golpes militares y sus dictaduras, ni por otros desastres naturales; un pueblo lleno de fortaleza que dio razón a las últimas palabras del gran Salvador Allende: “Sigan ustedes sabiendo que, mucho más temprano que tarde, de nuevo se abrirán las grandes alamedas por donde pase el hombre libre, para construir una sociedad mejor. ¡Viva Chile! ¡Viva el pueblo! ¡Vivan los trabajadores! Estas son mis últimas palabras y tengo la certeza de que mi sacrificio no será en vano…” Y así fue, y hoy, será difícil, lo es ya por las lamentables muertes y los damnificados, pero jamás imposible, porque cuando yo me caía de la bici siempre estaba Juan, un amigo chileno de mi padre diciéndome: “Vamos, levántate. Lo vas a lograr”. Y lo logré.
Con mi amor, con mi esperanza pidiendo una pronta reconstrucción y mi fe puesta en el pueblo chileno. Un fuerte y solidario abrazo para tod@s ustedes.
Miguel Velasco
P.D. Publico con todo respeto el discurso de Salvador Allende dado en la Universidad de Guadalajara en 1972, un discurso que siempre me conmueve y me motiva a pretender la justicia para un mundo mejor. Esa justicia que he visto construir en mi país por músicos, científicos, académicos y en sí, trabajadores chilenos que son cimiento de mi ser.
Ayudemos a nuestros hermanos en Chile: Teléfono de contacto de la Asociación de Chilenos Residentes en México: +52 55 5658 9298
Google pone este buscador de personas en Chile: http://chilepersonfinder.appspot.com/
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