La Pas no se vende ni se comodata

David Carrizales

Vecinos y representantes del Colectivo Ciudadano en Defensa de la Pastora, entregaron en las instalaciones de Grupo Femsa un escrito dirigido al presidente del grupo privado, José Antonio Fernández Carvajal, para pedirle que desista de su intención de construir el estadio de rayados en el área natural de Ciudad Guadalupe.

Recalcaron que no puede ser socialmente responsable una empresa que pretende financiar su próximo negocio con recursos del pueblo (en un predio de 25 hectáreas, de propiedad estatal, que pretende en forma gratuita por 60 años), ya que al final el proyecto saldrá más caro de lo previsto, “porque el desprestigio moral no se recupera”.

Durante el acto de protesta, al que acudieron unas 200 personas, presentaron un performance, con una de las activistas del movimiento ambientalista disfrazada con una máscara de Diablo (el alusión al así apodado, Fernández Carvajal), que pretendía “seducir” con billetes a otra manifestante vestida como “Pastora”, mientras los presentes coreaban “Diablo, entiende, La Pastora no se vende”, aunque en realidad no la quiere comprar.

Asimismo, sobre las ramas del que llamaron “árbol de los agravios”, frente a la entrada principal de la planta cervecera de Heineken-Femsa, colgaron letreros donde se leía “abusivos”, “voraces”, “La Pastora no se vende”, entre otros mensajes.

Para “tomar nota”, gráficas y videos del evento, que se realizó en forma pacífica, Femsa contrató varios camarógrafos y fotógrafos, además del notario público, José Martínez González.

Durante la protesta permaneció cerrado el portón que permite el acceso al Salón de la Fama del Beisbol y al Jardín Cerveza, al que acostumbran ir los visitantes después de recorrer el recinto de los inmortales de la “pelota caliente”. Un guardia firmó de recibido la misiva dirigida a Fernández Carvajal, presidente de Femsa y vicepresidente de Heineken.

En el escrito, expuso el colectivo ciudadano, que tuvo su origen ante la amenaza de un espacio público y un ecosistema, desde que la empresa ingresó al Congreso la solicitud de cesión en comodato por 60 años, de un poco más de 25 hectáreas del bosque de La Pastora, “para construir un negocio privado”.

 “Sabemos que nuestras autoridades debieran estar asumiendo la defensa del patrimonio público y de las áreas naturales, pero por contrario, se comportan como agentes inmobiliarios y gestores de negocios”, asentaron.

“Venimos a sus instalaciones a plantearles la falta de congruencia que denota una empresa que se dice socialmente responsable, pero que pretende financiar su próximo negocio con recursos del pueblo”, pues todo aquel que desea fincar un negocio comercial compra o renta un espacio, Femsa considera que lo merece gratis por 60 años.

Recordaron que la Comisión de Desarrollo Urbano de la anterior Legislatura 2006-2009, señaló la inviabilidad de ceder el predio por 60 años, pues la inversión sería recuperada en no más de 16 y “al ser descubiertos, modificaron sus reportes financieros, reduciendo al mínimo la operación del estadio, para alargar el tiempo de recuperar la inversión, y en sus recientes corridas financieras, olvidaron reportar las ganancias por concepto de bebidas suaves y alcohólicas, y por la comida que consumen los aficionados”.

Destacan que el estadio requiere sólo de cinco hectáreas. “¿Por qué no dice al pueblo qué harán con las otras 20, señor Fernández?”, cuestionaron.

“Usted promueve el estadio como un bien de utilidad pública. Esto denota una grave ignorancia de conceptos. Un estadio nunca será una obra de interés social cuando se paga, y se paga mucho para entrar. Usted –dicen al empresario-, “abusa del arraigo que el pueblo siente por el Club Rayados”, entre ellos muchos integrantes del colectivo ciudadano.

Preguntan en la misiva: “¿Por qué el empecinamiento de construir el estadio en La Pastora, por qué el capricho, si Femsa tiene los recursos suficientes para financiar por completo el proyecto comprando o pagando un espacio para su negocio privado?

“Nos sorprende la avaricia de una empresa que pretende obtener gratis un espacio que brinda a todos, incluyendo a usted, servicios ambientales indispensables para la vida”, comentan a Fernández y reiteran que “jamás será ecológico un estadio que ocupa un lugar que debiera ocupar un bosque”.

Por último le dicen: es mentiroso vender el estadio como ecológico. "Ustedes han comprados estudios de impacto ambiental y técnicos justificativos, pero al haber pagado por ellos, en realidad compraron la justificación al proyecto”.

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