Eligio Coronado, La Creatividad Como Referencia*

Ernesto Castillo

 La presente reseña literaria da cuenta de uno de nuestros escritores de poesía más importantes del área metropolitana de Nuevo León, además de ser promotor cultural, editor y promotor de la poesía en los diferentes medios culturales.

Del mismo modo, la presente obra es una propuesta distinta e interesante dentro de la producción poética del autor; misma que le sustentan imágenes poéticas de calidad, recursos lingüísticos relevantes, y apela a  lo que Juan Malpartida llama “conciencia oceánica de la lengua”.

Pareciera una actitud oficiosa, pero es importante, tras la lectura de cada libro, volvernos a preguntar: qué valores estéticos le distinguen a la nueva obra y cómo fueron construidos para lograr la intención creadora del autor.

Lo anterior fue la primer inquietud tras leer la última obra de Eligio Coronado: Habitaciones (agosto 2009, UANL), obra de poesía  que contiene los siguientes apartados:”Habitar el paisaje”, “Habitar la ciudad”, “Habitar el tiempo”, “Habitar los sentidos”, “Habitar los sentimientos” y “Habitar lo invisible”.

También manifestamos que desde distintas perspectivas estéticas  esta es la obra con más aciertos en cuanto a su producción poética. Recordemos que la labor de Eligio Coronado en el contexto literario de Nuevo León, en más de tres décadas, es relevante en distintas áreas: como editor, coordinador de talleres literarios, producción ensayística, promotor cultural, y por supuesto, como escritor de poesía.

Al comentar que hay aspectos de la vida que  se aprenden  con el paso del tiempo, eso tiene sentido. Por ejemplo, cuando Margarito Cuéllar le publica a José Eugenio Sánchez su primer poemario a principios de los noventa (El mar es un espejismo del cielo, 1990), ahí apreciamos el inicio de una estética que consolida el autor con el paso del tiempo y le dará un reconocimiento nacional e internacional.

Pero ese aprendizaje no se dio de manera gratuita, no. El costo fue la constante lectura y relectura de otros libros de poesía, escuchar, asimilar lo más conveniente, y ante todo, humildad ante los aciertos poéticos o reconocimientos institucionales y de otros tipos.

En estos ámbitos es  fácil marearse con tal o cual reconocimiento, de repente cualquier autor homenajeado quiere publicar en las mejores editoriales del país o del extranjero o que se le trate con determinada distinción. 

Pero regresemos a Eligio Coronado. La labor ya señalada por el autor comienza desde mediados de los setenta y a consolidarse a principios de los ochenta, en ese tiempo participa en la publicación La Hormiga Herrante y le publica a múltiples autores de la localidad: Arnulfo Vigil, Antonino Carlos, Zacarías Jiménez, Patricia Laborde, Andrés Montes de Oca, Hilario Luna, por citar algunos; del mismo modo da espacio para autores nacionales y del extranjero. Lo anterior es un ejemplo de la constancia literaria de Coronado en el área metropolitana de Nuevo León.

¿Pero por qué decimos que la presente obra tiene más aciertos que sus anteriores libros de poesía?

Pensemos, por ejemplo, en su obra  Manzanas de raíz láctea (STUANL, 1985), textos en los cuales la manera de adjetivar no lo resuelve del todo bien, aunado a los lugares comunes hacen que el poemario pierda fuerza.

Obra distinta es Falsificada Luz (Gobierno del Estado de Coahuila, 1999), textos en donde la intención estética apunta hacia mejores caminos y marca una clara diferencia en su producción poética.

Sostenemos entonces que Habitaciones es la obra de Eligio Coronado con mayores aciertos, aciertos que se sostienen desde los recursos lingüísticos y lo imaginario.

Aspectos que abordaremos desde la teoría de la recepción, material teórico que podemos leer en la obra: La recepción del poema: pragmática del texto poético de José María Pérez Gago.

En principio está el lenguaje utilizado, hay la intención por no acudir a los recursos lingüísticos fáciles, atrás de una estructura sencilla, está la intención creadora: “Los pájaros / provienen de los árboles /  y en el otoño mueren, / pero su canto  / se queda entre las ramas “(p. 16).

Intención creadora en donde los teóricos de la recepción expresan: “Es en la recepción donde debe reactivarse la referencia metafórica para comprender e interpretar satisfactoria y adecuadamente el poema lírico”, somos entonces los lectores quienes debemos descifrar a partir de las palabras utilizadas el valor del poema, y expresar con el texto poético citado como la intención creadora se da a partir de que visualizamos una  estructura sencilla y se literaturiza a partir de lo imaginario.

Para los teóricos de la recepción “la enunciación lirica se caracteriza por producirse en un contexto comunicativo propio en el que todo se percibe a través del yo textual”, en el caso de Habitaciones ese “yo textual” se refleja mediante las temáticas en que el autor divide su poemario: su reencuentro con la naturaleza, aspectos de la vida urbana, las reflexiones sobre la condición humana, lo amoroso, principalmente.

Otro aspecto importante de la teoría de la recepción es: “…el poema como proceso comunicativo sólo existe cuando es creado, recreado y reactivado por el receptor en el acto de lectura”. Somos entonces los lectores una parte fundamental  en la vida del texto literario.

Por otra parte, el lector es quien da cuenta como en un texto hay significados insólitos, sentidos nuevos, entre otros aspectos que permiten que el poema tenga  “una fuerte comunicación interior”, prueba de lo anterior pueden ser las siguientes ejemplos: “En árboles espléndidos / cuelgan los pájaros sus días”; en relación al relámpago dice: “ Por un instante el día/ se apareció/ en el patio” o de la lluvia:” Parece que la lluvia se ha ido a otra parte/ Lo proclama el aroma suspendido en el aire”.

Al identificar las anteriores imágenes poéticas el lector se vuelve un “co-creador”, “ya que el proceso de recepción  tiene como punto de partida  la rememoración, la reconstrucción  del proceso de enunciación textual.

Con lo anterior el receptor revive las circunstancias vitales del poeta, citemos un ejemplo: “Ya te tengo en la lista/ de mis sueños. / Fue cuando el viento / sorprendió tus cualidades / y el cielo / se introdujo en mis sentidos”. Circunstancia amorosa que contribuye a esa perspectiva insólita  que caracteriza al propósito creativo.

De lo anterior se desprende que “la experiencia de emisor y receptor  ante un texto lírico será algo así como un diálogo consigo mismos”, confabulación entre el yo del autor y el tú del receptor. En la temática de la condición humana, y de manera específica ante el ocaso, señala  el yo del poeta al tú del receptor: “Todos los días cae la noche: / oscuros resplandores / que erosionan / la vetusta armadura / de la luz”.   

Dialogo del yo con el tú en el cual encontramos descripción de circunstancias amorosas poco comunes y en donde, como en otros textos, cobran fuerza las referencias metafóricas: “Satisfecha del caos que te circunda, /  vuelves a tu actitud de sueño inabordable, / de paraíso minado, / de vergel hermético, / mientras la frágil luz que aún te sobrevive / explora los efectos de tu embate”.

Citemos dos metáforas del anterior ejemplo que dan fuerza al texto en esa circunstancia erótica: “paraíso minado” y “vergel hermético”.

También debemos recordar lo que dice Josu Landa: “Parece claro que donde hay metáfora hay una alta probabilidad  de realización de un poema”.

Otro recurso relevante en el libro de Coronado es la onomatopeya: “La claridad se incendia”, “y una hoguera de pájaros / en el aire se enciende” o  “ cuando el río suena, / es que están / los pájaros cantando”.   

Otra reflexión interesantes de los teóricos de la recepción activa, es “que el lector ha de llenar los espacios vacíos  o indeterminados semánticos”, a partir de ahí el tú del receptor comienza a reconstruir los grados de significación de un texto, aspecto que también se conoce como connotación poética, misma que enriquece la vida de un texto y da presencia al escritor. 

*Eligio Coronado. Habitaciones. Monterrey, N.L.: Edit. UANL, 2009. 74 pp. (Colec. Palabra en Poesía)

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