Noche Intocable en la Expo

Alejandro Heredia 

21:30 horas, sábado 1º de mayo: A bordo de un taxi pasamos por el cruce de las avenidas Margarita Maza de Juárez y Azteca, al incorporarnos a la primera con dirección al oriente, dos granaderas flamantes de la autoridad policial guadalupense, cruzaban la vía a toda velocidad. Se notaba cierto nerviosismo/apuro en las maniobras. De sólo verlos intuí la mala espina de los pesimistas. 

21: 29 horas: El chofer del taxi, con la pinta de un vaquero perdido en el asfalto, me relata que hace una semana a las tres de la mañana, estando ingiriendo mares de cerveza en el porche de la casa de un primo; unos tipos mal-encarados quienes conducían una camioneta, les gritaron que se quitaran de ahí de manera amenazante. Tanto el taxista como su primo, sin chistar pensaron en las consecuencias de una rebeldía ante el imperativo simbólico de los dueños incontestables de la gobernabilidad local-nacional. Se fueron al patio trasero a seguir ingiriendo bebidas de cebada, con la certeza de que su libre albedrío había salido indemne.

8 de abril de 2010: El productor Servando Cano, declara que este año la Expo Feria Guadalupe, será resguardada por 300 elementos de seguridad. Lo acompaña cercana, complaciente, cómplice, alegre, la alcaldesa de Guadalupe. Para Ivonne Álvarez la farándula es su partera, su modus operandi para ganar batallas electorales, el entretenimiento como política pública. No en balde se convirtió en promotora incansable del nuevo estadio de rayados-femsa, no en balde aplaude al ritmo de la música que baila Rodrigo Medina, otro starsystem.

00:50 horas, domingo 2 de mayo: Exposición ganadera, ocurre lo normal, grandes grupos de hombres beben cerveza en las diferentes islas-oasis, las modelos de los “patrocinadores” se contonean al ritmo del reggaetón, los deseos de la audiencia se mueven al ritmo, pero también existe un ambiente de vértigo. Los comensales se examinan, se miden, se tantean; un hecho indiscutible es la proliferación de personajes sospechosos, en la percepción de la colectividad, presuntos delincuentes organizados. Se escucha un disparo en el Jardín Cerveza (versión oficial) perteneciente a una pistola tipo escuadra/ se escuchan varios disparos, tanto en el Jardín Cerveza, como en el Palenque, algunos dicen que escucharon cinco disparos. Todo es confusión, el miedo de la sociedad civil se ve volcado entre los asistentes: correr, huir, protegerse, pecho a tierra, esconderse; el gran monstruo de la colectividad aplasta con su tiránica adrenalina de miedo, 5 personas muertas y alrededor de 14 heridos. 

En el palenque de la expo empieza el show del grupo texano Intocable, escasos minutos dura la presentación, los disparos acallan al acordeón, a los asistentes los mantienen en la calma chicha; cierran las puertas pero no para las competencias de gallos, sino para blindar la seguridad de los presentes, algunos aprovechan para sacarse fotos con los integrantes del aclamado grupo. Botín excelso, una permanente con Ricky Muñoz, abrazados al hombro. Los guaruras aseguran a los artistas, minutos más tarde se desaloja el inmueble.

9:00 horas, domingo 2 de mayo: En rueda de prensa la alcaldesa de Guadalupe, Ivonne Álvarez, anuncia la clausura indefinida de la expo feria, mientras duren las investigaciones y se establezcan las responsabilidades. Ahí se actuará con atingencia, celeridad, no se pondrán peros, no interferirán las lastimosas excusas burocráticas. Son fuentes de trabajo, ventas de cerveza, presentaciones de artistas populares, los expositores de ganado, y negocios conexos al huateque guadalupense. El entretenimiento como razón suficiente para hacerse de la vista gorda, la ganancia privada por encima de la vida. El tema sería qué tanta seguridad será necesaria para, sin ambages, autorizar la reapertura del gran borrachal.

00:50 horas, sábado 1º de mayo: A un kilómetro de distancia, mientras en la reunión se contaban chistes, se servían los jaiboles y se hacía relación de hechos; se escuchó el tumulto de las sirenas, una especie de aullido de aviso sobre la tragedia en el Jardín Cerveza. Se crispan los nervios, se dice “algo pasó”, se piensa en qué mal están las cosas, se dice-se repite alguna frase positiva; es un tema irremediable.

Si la élite política y empresarial claman por la “guerra”, continuará la violencia sin importar los debates televisivos de funcionarios de buena conciencia, los planes integrales que nunca se verán, porque estarán más ocupados en una planeación que no se desea concretar en políticas públicas, serias y efectivas. Los muertos de la expo, serán en vano, porque pasará otro año y volverá a las operaciones; el público ruge por tomar cerveza tan folklóricamente, en horda, gritoneando cavernícolamente, reírse tribalmente de los chistoretes de la Witchy Band o libar whisky escuchando a Jenny Rivera.

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