571 1 de julio de 2010 |
APUNTES DE UN HINCHA Pirañas Asesinas Gerson Gómez
Lo rockero no se lo quita nadie, ni dios mismo bajando desde su santo trono. O enviando a cualquiera de sus ángeles, a Gabriel o a Miguel. Dios es redondo, dicen ellos.
Vivir es andar de gira, cargar el equipaje, el equipo de repuesto, la camioneta Van llena de cerveza y el balón de futbol soccer.
Se hacen llamar Las Pirañas Asesinas. Tocan una onda que va entre el rockabilly surf metal vallenato. Donde quiera que visiten, en el itinerario del tour, se dan espacio para improvisar una cancha, siempre en el área vip, mientras el staff arma el escenario.
Las Pirañas Asesinas, llenos de endorfina, colmados de alcohol en la sangre, media pizza suprema meat lovers en la barriga, defienden el complemento ideal: antes de salir a tocar, es aventarse una reta de soccer, técnicos contra músicos e invitados especiales.
Uniformados, playera negra selección Mexicana, amarilla de Brasil, blanca con azul de argentina y la roja de España.
Los acordes del grupo abridor están sonando. Los asistentes desconocen lo que suceden en el backstage. Las Pirañas Asesinas muestran su lado radical extremo. Van ganando abrumadoramente.
Cobian, el vocalista estrella, mezcla jim morrison/kurt cobian/ chico che, recibe una artera patada del Carlinhos, quien se barre por detrás y lo levanta en el aire. Cobian desciende y da el costalazo en el concreto.
Carlinhos, sin expresar nada, piensa: para que se le quite a este cabrón, andar diciéndome adiós cada vez que me quiere rebasar, cuando jugamos futbol. Para compartir, enviar o imprimir este texto,pulse alguno de los siguientes iconos: ¿Desea dar su opinión?
|
|