Los hijos de Víctor Hugo

Ismael Vidales Delgado  

Víctor Hugo nació el 26 de febrero de 1802, en Francia, en el seno de una familia acomodada; su padre fue el General Leopold Hugo, que servía a las tropas de Napoleón, y su madre Sophía, mujer imaginativa y librepensadora. 

Víctor, llegó a residir en Madrid, donde cursó algunos estudios iniciales. Sus padres se separaron cuando Víctor era todavía muy pequeño, quedando con la madre. A los 14 años, el muchacho afirmara con arrogancia: “Yo seré Chateaubriand o nada”. 

En 1822, consiguió una pensión de Luis XVIII. En este mismo año se casó con Adéle Foucher, con quien procreó cinco hijos, cuyo destino fue fatal: el primero murió a los pocos meses de haber nacido; su hija Leopoldina murió en 1843, ahogada en su noche de bodas junto a su joven marido, en extrañas circunstancias, en el río Sena, a los 19 años de edad; su hija Adéle hubo de ser internada en el manicomio; posteriormente fallecen sus otros hijos: Charles, en 1871, y François-Victor, en 1873.  

Durante el tiempo que estuvo casado, vivió innumerables aventuras amorosas, entre las que destaca -por su permanencia-, la que tuvo con Juliette Drouet, una de sus musas y mujer que le permaneció fiel siempre, consagrándose a él de una manera abnegada y total, siendo su “ángel” en todos aquellos aciagos días que marcaron la existencia del escritor. Víctor Hugo le escribió muchos poemas. Pasaban siempre juntos el aniversario de su encuentro, y para la ocasión, año tras año, escribían en un cuaderno común que llamaban “el libro del aniversario”.  

Posteriormente se divorció y ese mismo año escribió su novela Nuestra Señora de París, obra que le costó muchas horas de trabajo pero el esfuerzo valió la pena, ya que fue bien valorada por los críticos y los lectores, hecho que alivió su mal estado económico. En esa época Víctor Hugo tenía 28 años. Su esposa Adéle murió en 1868. 

Cuando tenía 60 años empezó a escribir y publicar en entregas La leyenda de los siglos; en 1862, Los miserables; en 1866, Los trabajadores del mar, y en 1869, El hombre que ríe.  

Víctor Hugo llegó a los 83 años, pues murió el 22 de mayo de 1885 (su amante Juliette Drouet había fallecido el día 11 del mismo mes y año), a causa de una neumonía, y antes de su deceso donó 50.000 francos a los pobres.  

De acuerdo con su última voluntad, se le enterró en el Panteón de París, al que llegó en el “coche fúnebre de los pobres”. Su ataúd había permanecido durante varios días bajo el Arco de Triunfo, donde se dice que fue visitado por unos tres millones de personas.  

Fue designado como el “Rey Sol” de la literatura, aunque, años más tarde, Jean Cocteau también se refirió a él con esta frase: «Víctor Hugo era un loco que se hacía pasar por Víctor Hugo». En su tumba hay un letrero que dice: “A los grandes hombres, la patria reconocida.” 

ividales@att.net.mx

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