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27 de julio de 2010
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Réquiem por el estadio

Héctor Franco Sáenz

 

Dales Señor, el eterno descanso, y que la luz

perpetua los ilumine, Señor.

 

Una vez más, ahora con motivo del Huracán Alex, la madre naturaleza volvió a exigir sus derechos y reclamar sus territorios, lo cual de manera directa, imposibilita el deseo de algunas personas por aprovechar un bien público para satisfacer intereses particulares, en este caso construir un estadio, privado, para un equipo, a la vez de carácter privado, propiedad de un grupo cervecero, al parecer ahora, hasta extranjero.

 

Como si la naturaleza hubiera visto el atropello que se iba a cometer al llenar de cemento una zona ubicada en “La Pastora”, uno de los pocos parques que descuidado y todo, queda en la zona metropolitana, el río volvió a cobrar los daños que le han hecho y a exigir sus márgenes, como lo hizo claramente en esta zona al desbordar puentes, devastar casas y terrenos construidos a sus orillas, así como los de su cauce, que además de “La Pastora”, también arrasó con los llamados parques “Pipo” y “Tolteca”.

 

Decimos que éste es uno de los pocos parques que quedan y el único hacia el oriente de Monterrey, porque de los demás se han ido apropiando, tanto el cemento para hacer estacionamientos, como las propias autoridades para instalar oficinas administrativas, como claramente se puede apreciar en el otrora “Parque Niños Héroes” y en la “Alamey”, sin olvidar también la apropiación que otros intereses particulares han hecho de la “Alameda”; así, soólo nos quedarían, con sus asegunes, los parques de “Chipinque”, la “Estanzuela y el “Solidaridad”.

 

El réquiem, en latín descanso, deseamos que sea eterno, ello por no alcanzar a concebir que sea sano y justo que se sigan derribando árboles, por pequeños que sean, y creciendo las placas de cemento, lo cual urbanistas que saben, como Raúl Sada y Rodrigo Velarde, dicen que con ello convierten a Monterrey en una enorme alberca, cuyas consecuencias nefastas han quedado en evidencia con este último huracán.

 

Para el caso de un estadio como el que se quiere para un equipo de futbol profesional, de carácter privado, debe procederse como se hizo a fines de los cincuenta del pasado siglo, cuando se proyectó construir el actual estadio del TEC, que se hizo a las afueras de la ciudad, cuando ese mismo instituto estaba construyéndose. Por eso resulta poco congruente hacer un estadio en una zona habitacional de alta concentración y con problemas de vialidad como es en “La Pastora”.

 

Es legítimo que el Tecnológico de Monterrey ya no quiera el estadio en sus inmediaciones; probablemente han hecho cuentas y sacan como resultado que les redituaría más si ese espacio lo destinan a otras actividades, como (una vez más) estacionamientos, aulas u otras instalaciones. Se impone una decisión de ese tipo si se toma en cuenta que su estadio ya llegó a la tercera edad, dado que lo inauguró el presidente Miguel Alemán, a principios de los cincuentas del pasado siglo.

 

Desde sus orígenes el Tec ha estado ligado a la Cervecería Cuauhtémoc, pues Eugenio Garza Sada fue su fundador, y a la cervecería pertenece el grupo Femsa, relación que facilitaría que el nuevo estadio se hiciera cerca del actual, en los terrenos que fueron de la Ladrillera Monterrey, mismo que hace poco fue adquirido por el Itesm, de carácter privado, como el equipo,  y que cuenta con suficientes vialidades.

 

Por otra parte, si se obrara con racionalidad y congruencia con el interés social, indican que obras de esa magnitud deben hacerse en áreas fuera de los centros urbanos, en zonas que se piense desarrollar para llevar a ellas vialidades y servicios que aumentarán su plusvalía, como sucedió en 1947, cuando a las afueras de Madrid se inauguró el estadio “Santiago Bernabeu” con capacidad para 80 mil personas, o como el estadio con mayor capacidad de Europa, el “Camp Nou”, inaugurado en 1957 en Barcelona, mismos que se desempeñan como empresas en varios rubros y no viven sólo de los partidos de futbol, dado que tiene restaurantes, funciones como centros de negocios, exposiciones  y otras cosas.

 

En fin, el proyecto del estadio en “La Pastora”, que desde un inicio nació con problemas por el mal que iba a acarrear a la sociedad, pasará a ser una más de las víctimas de la devastación del Huracán Alex, que también se ha encargado de enterrar la candidez de la alcaldesa de Guadalupe y algunos diputados locales, que como agentes de Femsa se encargaron de difundir los beneficios que iba a traer el proyecto, las obras que se iban a hacer y las nuevas vialidades.

 

Así, el estadio en “La Pastora” es algo que ha quedado atrás, máxime cuando la Organización Mundial de la Salud (OMS) aprobó en 2005, una resolución en la que exhorta a los Estados miembros a que tomen medidas contra las consecuencias negativas del consumo masivo de alcohol, por las consecuencias negativas que trae para la población, lo cual fue aprobado por la ONU; lo que prevé se adopte como obligatorio por los estados miembros el combate al alcoholismo y su destino sea similar al que ha tenido la lucha contra el tabaquismo, que prohibió sus anuncios en los medios y el cobro de altos impuestos para desestimular su consumo. 

 

Concédeles el descanso eterno y haz brillar para ellos la luz sin fin.

 

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