589 27 de julio de 2010 |
Termina ayuno y seguimos otros María Elena Padilla
No puede más que provocarnos alivio el hecho de que los compañeros en huelga de hambre del SME hayan tomado la decisión de levantarla; por la salud e integridad de Cayetano y Miguel Ángel, nos alegramos.
Si bien la sensación de alivio se disipa y muy pronto se convierte en punzante y fundamentada sospecha de una maniobra más del gobierno ante la próxima reunión en el Zócalo de cientos de miles de simpatizantes de AMLO que se convertirían en automático en apoyo a los compañeros del SME. ¿O de dónde la prisa y el “sentimiento humanitario” del que habla Blake si durante 90 días de ayuno los trabajadores fueron vapuleados por declaraciones del gobierno y los medios que lo sostienen? No solamente fueron ignoradas sus demandas, sino su presencia misma en la plaza, la existencia del conflicto y el sufrimiento de los huelguistas y sus familias.
La posibilidad de que la lucha de los electricistas tomara otros derroteros con la plaza de la Constitución abarrotada por opositores a Calderón determinó la “apertura” de nuevos caminos para resolver la situación del SME. Si no hay borracho que coma lumbre, menos en los Pinos. Cada lado tendrá su versión: el gobierno podrá presumir el levantamiento de la huelga, el sindicato el ofrecimiento de dialogar sobre “nuevas bases”. La verdad la empezaremos a conocer con el paso de los días. Por lo pronto, gana Calderón al ver retirada esa piedra en el zapato. Pero también ganan Cayetano y Miguel, porque no era justo entregar su salud y su vida a la escoria que nos desgobierna. Su ejemplo quedará para siempre y desde ya en la historia de nuestro país. El resto lo tenemos que hacer entre todos: vigilar que no se trate de una burla y aprender que se puede no vivir de rodillas ante el poder.
Quizá pequemos de pesimistas, pero hasta ahora el gobierno ofreció sólo promesas vagas; el campamento se levanta a cambio de aire, pero ganamos la vida de luchadores ejemplares. Lo que siga después depende de todos, no sólo del SME.
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