662 5 Noviembre 2010 |
Gobernador sentenciado La lujosa residencia en San Pedro está muy iluminada. Rodeada de altas bardas que están coronadas con cables de alta tensión, le dan el aspecto de una fortaleza militar a prueba de toda clase de ataques. En las esquinas de la mansión, hay torres con rendijas de donde salen los cañones de rifles de alto poder. Afuera y adentro hay vehículos lujosos, blindados, con vidrios polarizados y un gran número de choferes que no se mueven de sus asientos y que no sueltan los radios de frecuencias a través de los cuales reciben órdenes de otros "guaruras" que cuidan día y noche a los "patrones" y "patronas". Cuidado con dormirse o descuidarse. No tienen permiso ni de bajarse a orinar. Adentro, la fiesta está en todo su apogeo. Todos los asistentes son los hombres y mujeres más ricos de lo que ellos llaman "Reino de León". Obviamente no faltan los políticos buenos para nada y los diplomáticos que viven del erario de sus países sin ocupación significativa. Meseros elegantemente vestidos hasta con guantes blancos, sirven a los invitados de las mejores cosechas de vinos, whiskys, vodkas, brandis, tequilas, rones, etcétera; hermosas y curvilíneas edecanes ofrecen deliciosos y exquisitos bocadillos; un elegante grupo interpreta música de cámara deleitando a la concurrencia y se puede admirar lo fino de los trajes, los hermosos atuendos de las damas, cuyas joyas relucen en sus cuellos y muñecas cada vez que ríen o se mueven al platicar. En una espaciosa y lujosa habitación de la segunda planta de la residencia, cuya escalera y un discreto elevador están celosamente vigilados y el paso está totalmente restringido, hay una reunión secreta. Todos los tipos vigilantes están armados y hay militares que no se mueven ni un milímetro de su lugar. Por allí no pasa ni el aire. Están reunidos en ese lugar, lejos de miradas y oídos indiscretos, el Presidente de la República y los 10 hombres más ricos del país. Están cómodamente sentados en lujosos sillones de piel y todos con copa en mano -no podía faltar eso- están listos para formularle una sola petición al Presidente que, como siempre, está contando chascarrillos de los que no tienen gracia, pero de los que todos se ríen por "cortesía"... y lambisconería. Así es la política en todo el mundo. Don Lorenzo, un acaudalado magnate solicita a los asistentes su atención y sin preámbulos de ninguna clase va directo al grano: -Señor Presidente, estamos muy agradecidos y honrados con su visita a nuestra hermosa ciudad y nuestro próspero estado. Sabemos de su preocupación por los acontecimientos tan graves que se están registrando en todo el país y por esa razón, valoramos todavía más, este espacio que nos brinda en su agenda. Y continuó: sin rodeos y sin tanto adorno, tenemos una petición muy seria para usted, porque con toda franqueza nosotros ya estamos desesperados... - Estoy a sus órdenes, replicó el Presidente. - Señor Presidente, necesitamos que el Gobernador renuncie porque simple y sencillamente es una persona inútil, sin experiencia, sin capacidad y lo que es peor, sin autoridad de ninguna clase. Hemos comprobado - dijo- que como decimos acá en el norte, el señorito ese, nomás no puede con el paquete. El Presidente sonrió ante la expresión vulgar, pero todos los demás se rieron. Pasó su mano por la barbilla, como quien comprueba si está bien rasurado, le dio un sorbo a su bebida favorita y recorrió con la mirada a los 10 anfitriones… eran los 10 hombres más ricos de México, así que debía medir bien sus palabras. -Señores -dijo el mandatario-, esta petición que me formulan es muy seria y muy grave. Conozco perfectamente lo que pasa en este estado y particularmente en esta ciudad que bien dicen, es la capital industrial de México. Recordarán que yo personalmente les propuse como candidato a la gubernatura por mi partido, a mi amigo Elizondo, un hombre experimentado, maduro, ecuánime en sus juicios y sobre todo, amigo de todos ustedes. Bueno, eso suponía yo, pero ustedes no me ayudaron. O tal vez, el candidato, mi amigo Elizondo, no hizo bien su tarea. Pero bueno, eso ya es historia. -El caso es señores, continuó el titular del Poder Ejecutivo-, que aquellos tiempos del PRI-Gobierno, cuando el Presidente en turno les pedía la renuncia a los gobernadores ineptos, corruptos, rebeldes y hasta asesinos, pues amigos, ya pasó. Pero eso era antes. Y muchos de ustedes le llamaban excesos de poder o autoritarismo. Y dándole otro trago a la copa, siguió: Ni mi antecesor que ya saben que está medio loco y ahora grita que nos creemos "la mamá de Tarzan", jamás le hemos pedido su renuncia a un gobernador y miren ustedes que los hay de la peor calaña; asesinos, ladrones, sinvergüenzas, cínicos, drogadictos, y no se ofenda nadie, pero hasta homosexuales de closet por supuesto. "Ellos dicen que no es delito, que es deleite" y muy su gusto. Ya ven lo que dijo Emilio el de Jalisco: "A él le siguen dando asquito." Ya encarrerado, el Presidente se puso de pie, y como si pensara mejor caminando, dijo: la salida del señor que finge ser Gobernador, porque sé que lo manipulan su antecesor y el tipo ese del "copetito", tiene que ser por la vía institucional y esto significa, renuncia, enfermedad grave, muerte, o de plano que se rompa el orden constitucional. No podemos pasar por encima del Congreso del Reino de León y además -se los repito- lo están protegiendo no sólo sus colegas del PRI, sino también la delincuencia organizada. No necesito repasar todos los hechos sangrientos: desapariciones, ejecuciones, colgados, bloqueos, daños al comercio y al turismo, secuestros, extorsiones, jueces corruptos que sentencian a 100 años a inocentes, etcétera; porque ustedes lo saben mejor que yo. Hasta se niega a dialogar con la prensa escrita, porque para él sólo existen las televisoras a las que paga millonadas. - Yo no puedo, -dijo el Presidente- quitárselos de encima, ni desconocerlo, ni destituirlo y menos aún llevármelo a mi gabinete o a un puesto federal. Tampoco puedo renunciarlo, ni enfermarlo. Pero ustedes lo aceptaron, le hicieron el juego, lo apoyaron con mucho dinero, y lo sentaron en el Palacio de Cantera allá en la gran plaza. Así que ustedes son los que deben tener una estrategia para que el señorito -como ustedes le dicen- se vaya a su casa o tome unas largas vacaciones por todo el mundo. Todos los asistentes multimillonarios se revolvieron nerviosos en sus asientos. Otros apuraron los tragos y otros más aspiraban con más fuerza sus cigarrillos, puros y una que otra pipa. Entendían el mensaje, aguantaban la vara del regaño y se quedan viendo entre sí, medio extrañados o confundidos. Don Roberto, otro de los más ricos del país, pidió la palabra y preguntó a rajatabla, al estilo franco norteño: - ¿Podemos interpretar sus palabras, Señor Presidente, como una luz verde para deshacernos del gobernadorcito éste por la vía más "aceptable" dentro de la ley y sin tanto escándalo? El Presidente movió afirmativamente la cabeza y dijo: Ustedes tienen mucho poder, controlan diputados y senadores, el amigo que les propuse, el compañero Elizondo, estoy seguro que aceptaría gustoso un segundo interinato, pero además tenemos otras piezas muy "explosivas" en el tablero que podemos mover. En unos días, terminó diciendo, habrá mucha información para poner a tambalear al trío de amigos que están saqueando el Reino de León. Este cuento político continuará. Espere la segunda parte. Y si usted quiere enriquecerlo con más detalles e información, ojalá se anime a enviarlos a nuestros correos electrónicos. Para terminar permítame recomendarle un libro muy interesante: "Por la Izquierda" de Silvia Cherem S. Editorial KHALIDA. Medio siglo de historias en el periodismo mexicano contadas por GRANADOS CHAPA con prólogo de Carmen Aristegui. trabago49@hotmail.com
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