mota
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5 Noviembre 2010
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¿México = Educación + Tecnología?
Luis Valdez

3 de noviembre
Es irresistible escuchar a un ponente que habla sobre educación y no quitarte los pedazos de cacahuate que un mazapán ha dejado en tu boca.

La educación que viene
Y es que no es lo mismo hacer acto presencial que estar frente a tu computadora, café (o mazapán) en mano y echarte toda una jornada sobre los mundos 3D. En este caso la Universidad Rey Juan Carlos, de España, organizó este miércoles por la mañana una serie de conferencias virtuales bajo el título “Mundos 3D para la comunicación educativa y cultural”, con un grupo presencial desde el Salón de Grados de la Facultad de Ciencias de la Comunicación de la URJC en Fuenlabrada, y contó con la participación presencial y virtual a través de Second Life, de expertos en desarrollo y utilización de los mundos virtuales 3D que hayan hecho acciones en los sectores educativo y cultural.

No era cuestión de un juego, sino la realidad de acciones culturales (le agregaría sociales) y educativas en una plano virtual en 3D. Para esto no necesitamos ser hijos de Steven Spielberg o masticar hongos y terminar  bailando alrededor de árboles, como en la película taquillera del año pasado.

Second Life es un software y espacio en internet, que te permite diseñar tu propio personaje (tu otro yo en la Segunda Vida). Al recorrer de manera virtual ese espacio en Internet, tienes acceso a lugares virtuales como París, un pueblo de Jalisco, Venecia, el Museo Gaudí, espacios universitarios, tiendas de ropa y accesorios para tu personaje, etcétera. No necesitas más que descargar el programa y tener una buena conexión a internet. De lo contrario, tus movimientos en el plano virtual serán el equivalente a tener espasmos.

En el plano virtual, yo me encontraba sentado en una sala de un grupo que diseña escenarios virtuales mirando la teleconferencia en una pantalla gigante. Un bibliotecario de la Universidad Rey Juan Carlos recorría los pasillos universitarios diseñados en Second Life, con área de consultas bibliográficas y espacio de exhibiciones de arte. Su propuesta era: los espacios académicos no se limitarán a las clases presenciales.

Algunos comparaban la interacción entre individuos de Second Life con juegos online como Warcraft u otras plataformas de juegos de PSP (Play Station), mientras que mis dudas eran sobre las acciones sociales y culturales de los que participan en una realidad virtual. Y los hay: grupos religiosos, en defensa de los derechos humanos, contra el maltrato infantil, para la prevención de cáncer de mama, incluso me he topado con los dueños de una galería de arte comunista.

La última conferencia de las jornadas estuvo a cargo de Luis Sotillos, fundador de Second Life Spain y director de Novatrierra, una consultora dedicada a la creación en espacios de Second Life para empresas reales. Así, emporios como Nike han sacado a la venta (virtual) tenis de temporada, antes que en el mundo real.

Al final Nandi Sáenz, maestro investigador de la Universidad San Martín de Porres, de Perú, invitó a un congreso en el Machu Picchu Virtual (de Second Life) para el viernes 12 de noviembre donde se hablará del uso de las nuevas tecnologías. Los ponentes hacen un llamado a no esperar el futuro que se nos viene, sino a hacer el futuro que ha de venir y a que las universidades no se limiten a investigar las nuevas tecnologías, sino que las implementen.

La tecnología que viene
Como última participación en el Foro Nacional de Participación Ciudadana en el Proyecto de Nación (traducido a palabras simples: “Denle una ayudadita de ideas a los burócratas federales, porque no saben lo que se hace en su secretaría”), el rector de la Universidad Autónoma de Nuevo León, Jesús Ancer Rodríguez, insistió en que “hay que darle prioritaria importancia a la investigación, que se le integrara innovación y conocimiento a la educación, sin olvidar que tenemos camino por recorrer en el tema de responsabilidad social”.

Según recuerdo, en cuestiones de tecnología estamos atrasados al punto en que ya llevaba la materia de computación en la Preparatoria 1, y en cambio no fue hasta el último semestre de facultad cuando llevaron cuatro computadoras a mi olvidada Facultad de Ciencias Políticas (¿acaso se creían que los licenciados en Ciencias Políticas o en Relaciones Internacionales no necesitan llevar más de un semestre de computación y pueden compartir una máquina entre cinco fulanos?).

Las disyuntivas para la educación nacional son: La sociedad industrial y la sociedad del conocimiento. Les creo lo de una sociedad industrial porque en eso andamos desde el porfiriato. ¿Pero sociedad del conocimiento? Una etiqueta más de la globalización para no sentirnos menos ante las universidades que sí cumplen con sus programas de estudios. “En el sistema educativo mexicano ya no optaremos por la repetición, sino por la reflexión, para formar una sociedad reflexiva, innovadora y participativa”. Quisiera ver eso en las aulas. Alumnos que no recurran al recurso de machetearse las respuestas sin saber qué rayos significa esa palabra rimbombante de la respuesta correcta.

“Debemos vincular nuestro sistema educativo con la sociedad”. Incluso en el área intelectual, los maestros que son escritores (y los libros editados por la universidad) pocas veces salían del entorno académico a orearse entre los mortales. En cuestiones sociales, la universidad forma ciudadanos críticos y luego no les conviene, porque a los primeros en criticar siempre son (con justa razón) a los políticos. En este punto, o la universidad ha reprimido con porros (fósiles universitarios) o la autoridad política con la policía y el ejército. Quien pierde y recibe los golpes es la población estudiantil. 

Las estadísticas son extremas. Mientras que en Guadalajara hay 680 investigadores, en Nuevo León hay 427. México tiene 1500 doctorados anuales, y Brasil en cambio 10,000. Y de esos doctorados en México (1500), la UANL tiene sólo 73.

No hay duda: estamos en un nivel mínimo. Los nervios me hacen intentar sacarme de entre las muelas uno que otro pedacito de cacahuate que me ha quedado del mazapán del mediodía. Carajo, qué bien la pasé comiendo mazapán y escuchando sobre congresos de realidad virtual como opción educativa. ¿Qué rayos sucede aquí?

“La Sociedad del Conocimiento necesita: Una evolución tecnológica, innovación como base de la competitividad, producción y servicios de alto valor agregado y patentes”.

También en patentes vamos en el grado mínimo. Las ferias de emprendedores que hacen en los planteles sirven para idear productos como: la tostada con forma de plato, el tamal de leche quemada o la fibra de manzana. Pero nuestros investigadores tienen montañas de libros qué leer y poco a innovar. En cuanto a investigadores científicos, la limitante tecnológica siguen siendo las instalaciones. Aunque en ese aspecto tenemos algo de qué emocionarnos: ya contamos con un Parque de Innovación, Investigación y Tecnología. Esperaremos las noticias sobre sus resultados.

Iba en el tercer pedazo de cacahuate cuando advierto a mi derecha, en el segundo nivel del Aula Magna (no me dejaron entrar al primer nivel porque estaba saturado de gente trajeada) al escritor Armando Alanís. Ha impartido clases en la Preparatoria 15 Florida y en la Facultad de Ciencias de la Comunicación. Es Premio a las Artes por la UANL. Sabe de las actuales limitantes en el sistema educativo de la universidad. Cada día ve entrar a las aulas a estudiantes que estudian la carrera “porque parecía la más fácil” o “nomás para tener un título antes de casarme”.

Si a la tecnología le falta más desarrollo para volverse “amigable” y de ligera memoria en nuestras computadoras caseras (así no sufrir de espasmos en nuestra segunda vida), a nosotros nos falta también más cultura de la tecnología. Ya muchos sabemos usar Messenger, Skype y redes sociales como Facebook y Twitter, pero será realmente útil cuando le encontremos una visión más de utilidad laboral y social a la tecnología, y no centrarse en utilizarla para ver material erótico para adultos.

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