ANÁLISIS A FONDO
Crece la deuda como la espuma
Francisco Gómez Maza
Aumentan los compromisos
Pero es manejable, asegura Hacienda
iudad de México.- Pese a que la Secretaría de Hacienda está convencida de que va por muy buen camino en el manejo de la deuda pública, lo real es que ésta crece como la espuma y los que arrearán serán los que vengan.
Miren los datos de la propia dependencia del gobierno mexicano. Perdón, gentiles lectores no familiarizados con las aritméticas y el lenguaje misterioso de las finanzas, por la sequedad y frialdad de los datos, pero resulta imposible traducirlos a “buen cristiano”:
El saldo de la deuda interna (neta) del Gobierno Federal, al cierre del tercer trimestre de 2011:
(La deuda interna es la parte de la deuda pública que el gobierno debe a acreedores nacionales, ciudadanos principalmente, o inclusive empresas, a través de papeles, bonos y valores.)
El gobierno federal debía 2 billones 998 mil 115.6 millones de pesos. Es decir, 189 mil 195.4 millones de pesos más que el saldo del cierre de 2010.
La variación fue el resultado conjunto de:
a) Un endeudamiento interno neto por 282 mil 855.7 millones de pesos.
b) Un incremento en las disponibilidades del Gobierno Federal por 109 mil 664 millones de pesos.
c) Ajustes contables al alza por 16 mil 003.7 millones de pesos derivados, principalmente, del efecto inflacionario de la deuda interna indizada.
La participación de los valores gubernamentales a tasa nominal fija de largo plazo en el total pasó de 60.5 por ciento, al cierre de 2010, a 60.8 por ciento al término del tercer trimestre de 2011.
El plazo promedio de vencimiento de la deuda interna tuvo un aumento de 0.29 años (105 días), al pasar de 7.20 a 7.49 años en el mismo periodo. Esto fue resultado de la adecuación del programa de subasta de valores gubernamentales, la colocación de valores de largo plazo y las colocaciones sindicadas realizadas durante el periodo de enero a septiembre del año en curso.
El saldo de la deuda externa neta del Gobierno Federal, lo que el gobierno le debe a bancos extranjeros privados y bancos de desarrollo como el Banco Interamericano de Desarrollo y el Banco Mundial, se ubicó, al cierre del tercer trimestre de 2011, en 59 mil 422.2 millones de dólares, monto superior en 7 mil 83.2 millones de dólares al registrado al cierre de 2010. Como porcentaje del Producto Interno Bruto (PIB), este saldo representa 5.5 por ciento.
El monto de la deuda neta del Sector Público Federal, que incluye la deuda neta del Gobierno Federal, la de los Organismos y Empresas controladas y la de la Banca de Desarrollo, al cierre del tercer trimestre de 2011, se ubicó en 31.8 por ciento del PIB, nivel superior en 1.3 puntos porcentuales respecto al observado al cierre de 2010.
La deuda interna como porcentaje del PIB representó 21.4 por ciento del producto, cifra superior en 0.3 puntos porcentuales respecto de la observada al cierre de 2010.
La deuda externa neta se situó en 10.4 por ciento del PIB, nivel superior en 1.0 puntos porcentuales respecto al observado al cierre de 2010.
El Saldo Histórico de los Requerimientos Financieros del Sector Público, indicador que incluye las obligaciones del sector público en su versión más amplia, al cierre del tercer trimestre de 2011, ascendió a 5 billones 173 mil 894.3 millones de pesos, equivalente a 35.8 por ciento del PIB, monto superior en 0.9 puntos porcentuales al observado al cierre de 2010.
Estos son los datos fríos. No haga mucho caso del lenguaje. Sólo vea que las cantidades son abultadas y que se abultaron aún más de un año a otro.
Obviamente que la Secretaría de Hacienda se muestra optimista frente a los montos y al manejo que lleva de la deuda pública, tanto interna como externa. Advierte que está conforme con los objetivos delineados tanto en el Plan Nacional de Desarrollo 2007-2012 como en el Plan Anual de Financiamiento 2011.
Hacienda está convencida de que “la fortaleza actual de los pasivos públicos le permiten al país afrontar desde una posición ventajosa la volatilidad en las variables financieras originadas por las condiciones de riesgo que imperan en la economía global. En este contexto la política de crédito público seguirá enfocada a satisfacer las necesidades de financiamiento del Gobierno Federal al menor costo posible, manteniendo a la vez un nivel de riesgo compatible con la sana evolución de las finanzas públicas y el desarrollo de los mercados financieros domésticos”.
Veremos y diremos. A ver si los encargados de los asuntos hacendarios no vuelven a equivocarse como siempre.
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