Cuarto Congreso de Ciclismo
Emiliano Sánchez
onterrey.- El pasado fin de semana la ciudad fue anfitriona de un evento sin precedentes. Diversos organismos urbanos se conjuntaron para ofrecer al público una serie de propuestas para la reformulación de la ciudad como espacio urbano desde la bicicleta. Organismos regiomontanos como “El pueblo bicicletero” y “La Bola”, en conjunto con otros voluntarios, tanto individuales, como de agrupaciones ciudadanas, hicieron realidad este evento que de manera gratuita abrió sus puertas a todo público.
Su realización en un espacio con el atractivo cultural que el Centro de las Artes en el Parque Fundidora brinda, dio al congreso la seriedad que un evento internacional de primer nivel amerita.
Entre los ponentes hubo invitados de diversos estados de la república mexicana como San Luis Potosí, Estado de México, Puebla, Querétaro y Aguascalientes, así como de EUA, Canadá, Colombia, Chile y Guatemala, entre otros.
El congreso reflejó la interacción entre una red de órganos que representa a un amplio movimiento urbano a nivel nacional e internacional, en pro de la recuperación de espacios públicos y la vinculación ciudadana para su empoderamiento dentro del marco social.
Cada uno de los expositores mostró diferentes perspectivas y modos de organización, funcionales ya en sus lugares de origen, con la finalidad de intercambiar modelos exitosos con el resto de los organismos y extender la invitación a la ciudadanía a que se suba a la bici.
Los bicitekas, Saca la bici, BiciVerde, los Bicicálidos y Vida sobre ruedas, son sólo algunos de los grupos que se unen de todo México a través de La Bicired (www.bicired.org) y pedalean a lo largo del territorio nacional proponiendo a los gobiernos el desarrollo de ciudades más humanas.
Estos movimientos urbanos bicicleteros, están logrando una madurez estructural que les permite ser tomados cada vez con más seriedad, tanto por la ciudadanía, como en la agenda pública, y comienzan a apoderarse de espacios que, aseguran, por derecho le pertenecen a la gente.
La bicicleta, que según Roberto Ramos, de Puebla, era en la época del porfiriato, y junto con el ferrocarril, un símbolo de ingreso a la era de la tecnología, ha jugado un papel de suma importancia en el desarrollo urbano del país, al fungir como medio de transporte de todo aquel que carecía del vehículo de combustión interna, que comenzó a tomar posesión de las calles a partir de la década de los treinta del siglo pasado. A finales del siglo XIX y principios del siglo XX, el reglamento de tránsito favorecía a los ciclistas, imponiendo multas a individuos y vehículos que agredían su andar.
Entre las ponencias destacó la de Femibici, en donde las representantes de las Cocletas de Monterrey, las Bicicálidas de Aguascalientes y Femibici de Guadalajara, hablaron de la importancia de que la mujer tome la bici y comience a moverse en ella por la ciudad. Las representantes resaltaron valores como la independencia, el ritmo propio de movimiento, la equidad y la libertad, invitando a las mujeres de México a atreverse a vivir la aventura de andar solas por las calles sin depender de un hombre.
Algunos de los talleres que ofrecen estos grupos son, por ejemplo, técnicas para montar la bicicleta en falda sin que se les atore y el uso de herramientas para reparar las fallas que se puedan presentar en el camino. Sus paseos se hacen cada mes, en alusión al periodo menstrual femenino, símbolo supremo del ser mujer.
Otro suceso destacado es la creación de un “Manual de Ciclismo Urbano”, que la ciudadanía puede adquirir para aprender un poco sobre la lógica del ciclista al moverse entre las transitadas calles de una ciudad, las medidas de seguridad que debe tomar y el equipo que debe portar para asegurar su protección y visibilidad.
La estrategia de “Vida Sobre Ruedas”, de San Luís Potosí, puso un gran ejemplo al resto de los organismos, mostrando cómo trabajando un poco las ideas, puede haber logros palpables. Su manera de recaudar fondos, a través de timbres, postales, calcomanías y publicidad en las bicis es sólo uno de los méritos.
Este organismo ha mostrado un nivel de adaptación y desprendimiento de su estructura que le ha permitido ser un detonador en la participación autónoma de la gente, al generar fenómenos como los bicibuses, que son grupos bicicleteros que se organizan de manera independiente a través de las redes sociales, para viajar en grupo a diferentes puntos de la ciudad por vías que serían difíciles de transitar para una sola bicicleta.
Su representante destacó que el cuerpo operativo de la organización está conformado en su mayoría por mujeres, las cuales se desempeñan con más sensibilidad en ciertas tareas, y atribuye a este hecho una causa importante de su evolución.
Al cierre del evento se habló de proyectos por venir. Entre ellos el 5° Congresos de Ciclismo Urbano, que se llevará a cabo en Oaxaca, en noviembre de 2012; la trata del tema de las vías recreativas, que se busca echar a andar por municipio que, junto con nuevas banquetas, carriles para ciclistas y diseños más urbanos en nuevas obras, comienzan a tomar lugar en las agendas públicas de diferentes estados de la república; la campaña Calidad del Aire, en donde se tratarán temas como los altos niveles de contaminantes criterio (79 micras/m3 en Mty, cuando la recomendación de la OMS es de 20 micras/m3); y una invitación a conocer a nuestros gobernantes y sus políticas públicas, para apropiarnos de nuestros espacios y relacionarnos mejor con nuestro entorno.
No cabe duda que el surgimiento de esta serie de organismos urbanos es un fenómeno que está teniendo un impacto importante en la manera de hacer ciudadanía, fungiendo como catalizador para la articulación de la gente, su posicionamiento dentro del ámbito de lo público y una conciencia activa.
Cierro con una frase que compartió la representante de BiciVerde, de Cuautitlán Izcalli, Edomex, citando a Bryan Solano, un destacado del ciclismo de montaña: “La bicicleta es el único artefacto de tortura placentera que utiliza una cadena para liberar y no para someter.”
