HORIZONTE CIUDADANO
Zona de silencio
Rosa Esther Beltrán
altillo.- En México, ejercer el periodismo puede ser una profesión mortal y Coahuila no escapa a esa sentencia.
Esta semana un grupo armado atacó las instalaciones del periódico, El Siglo de Torreón, incendió un automóvil frente a la fachada principal y disparó en al menos en 22 ocasiones contra las oficinas de ventas y del tabloide La I, propiedad de esa empresa, que informó que tres personas en dos automóviles se estacionaron frente a la puerta principal del edificio, subieron un vehículo Bora blanco a la banqueta y le prendieron fuego, informó El Siglo.
Este periódico no se explica a qué pude deberse el ataque, ya que consideran que no han publicado nada extraordinario, lo atribuyen a una intimidación o una advertencia, aunque no saben por qué; este es el segundo ataque contra el diario; el primero tuvo lugar en agosto de 2009.
Por si fuera poco, también esta semana, dos periodistas del diario El Financiero, desaparecieron en el estado de Zacatecas. Amnistía Internacional reiteró que “México continúa siendo uno de los países más peligrosos del mundo para ejercer el periodismo”.
2010 fue un año particularmente grave por la generalización de ataques en los que estuvo en juego la vida de 4 periodistas y lo malo es que hay minimización, menosprecio por la seguridad en los medios de comunicación. ¿Alguien recuerda el granadazo contra Vanguardia y el asesinato de Valentín Valdés?
En muchos casos, la prensa en México es vista como un mal necesario en donde, también en muchos casos, se trabaja en condiciones laborales deplorables y la libertad de expresión no se valora debidamente, no hay conciencia del valor del periodista como mensajero de hechos, que sin su trabajo, estarían en lo invisible; ellos son los que hacen posible nuestro derecho a saber, el derecho a la información: ¿qué sabríamos de los desaparecidos sin el trabajo de los reporteros y de la sociedad civil organizada, qué sabríamos de los migrantes y su calvario al atravesar México si no lo investigaran los periodistas?
Coahuila está en esa zona de silencio. En los ataques a los medios de comunicación y a los periodistas en particular, no se hace justicia; los periodistas trabajan a dos fuegos, la delincuencia organizada, y la represión del Estado, se minimiza su trabajo y en muchos casos se corrompe.
Aquí, el sexenio del gobierno que está por concluir se distinguió por el control férreo a los medios de comunicación y la complacencia de la mayoría de éstos hacia el poder, situación que los vacía de su esencia: estar al servicio de la sociedad.
En el último decenio el número de asesinatos de periodistas registrados fue de 80 y de desapariciones 14 y este año hay 13 asesinatos registrados entre enero y octubre, a lo que habría que agregar los mínimos resultados obtenidos por la Fiscalía Especial para la Atención de Delitos cometidos contra la Libertad de Expresión (FEADLE), instituida por primera vez en febrero de 2006.
El mes pasado las relatorías para la libertad de expresión de la Organización de Naciones Unidas (ONU) y de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) de la Organización de Estados Americanos, en su visita al país, insistieron en la persistencia de enormes desafíos relacionados particularmente con la violencia que enfrentan las y los comunicadores, la cual tiene un intolerable efecto de silenciamiento en algunas zonas del país.
Los relatores sugirieron que el Estado debe mostrar eficacia para proteger a periodistas y medios de comunicación lo cual requiere reconocer que la violencia contra ambos es un problema crítico que implica adoptar una política integral de prevención, protección y procuración de la justicia, así como implementar de manera pronta y efectiva un mecanismo de seguridad especializado para proteger la vida e integridad de periodistas en riesgo, y asegurar investigaciones prontas y diligentes mediante el fortalecimiento de la FEADLE, aseguraron.
Asimismo, México debe incorporar de forma explícita una política a favor de la libertad de expresión a su estrategia de seguridad pública que incluya la protección de comunicadores en riesgo.
Posdata
Sabía usted que las lideresas del PRI están trabajando intensamente para acarrear gente a la toma de posesión del gobernador electo, y como los apoyos de la Tarjeta del Hogar se suspendieron, los útiles escolares y guarderías también. O sea, que “el profe ya no los cuida” y la gente dice ¡no, no iremos!, a pesar de los amagos. Qué bueno que no vayan, porque los golpeadores profesionales del partidazo ya están listos, como en el 6° informe.
