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LA VERDADERA AYUDA
Sara Sefchovich

plaEl gobierno ha afirmado que tomará medidas para apoyar a quienes se vieron más afectados económicamente por las acciones que se hicieron por la influenza. Una de esas medidas ha dicho que será la de pagar a tiempo sus adeudos. Miles de ciudadanos dependen de esos pagos, pues además de los que directamente cobran salario están los proveedores de productos y servicios y quienes dependen de ellos. Y sin embargo, ¿de veras van a acabar con el vuelva mañana, aún no pasan los fondos, falta la firma del superior, no autorizaron su factura?
Otra medida anunciada es la de crear fondos para apoyar a pequeñas y medianas empresas y comercios. El secretario de Hacienda habló de un plan de estímulos fiscales y el gobierno capitalino de crear un fondo para dar dinero a los dueños de restaurantes. Y sin embargo, ¿de veras creen que proponer algo tan complicado como “reducir del pago mensual del ISR el pago en exceso del IETU sin esperar hasta la declaración anual”, o dar a los patrones dinero para que paguen 50 pesos diarios a sus meseros, es la forma de hacerlo?
Pero, además, no están atendiendo la otra cara del problema. La contingencia está sirviendo de pretexto para dejar de pagar los adeudos en el sector privado. Comercial Mexicana, que especuló con el dólar y luego cuando éste se fue para arriba no pudo pagar sus compromisos y por ello está siendo demandada por bancos nacionales y extranjeros, se desquita con sus proveedores, empresas que apenas sobreviven capoteando desde hace años la economía, la burocracia y el agobio de una legislación hecha antes de la competencia de los productos chinos.
Ahora suspendió pedidos por tiempo indefinido, como si la epidemia fuera responsable de su manejo irresponsable durante tanto tiempo y como si la falta de liquidez que ahora argumenta no fuera la misma de que se queja desde mediados del año pasado.
No es la única. Chedraui está haciendo medidas dilatorias, como aplicar cargos que obligan a los proveedores a hacer aclaraciones que toman semanas. Wal-Mart aumenta sus ventas pero dice que ajustado a la inflación resulta que no. Soriana adquiere Gigante pero no tiene para los proveedores. Todas los ponen a hacer colas que duran horas y hasta días para que luego un empleado de quinto nivel no les resuelva nada. Y esto no es de ahora, lo vienen haciendo hace años porque saben que a los que venden el suéter y el pantalón, el zapato y el juguete, no les queda otra que venderles a ellos, y que no tienen recursos para pagar abogados y congresistas que los defiendan o prensa.
Con el pretexto de la situación de emergencia, una semana de alerta les sirve de justificación para no pagar mercancías que se les entregaron hace meses. El problema de fondo es cultural. Como lo dijo Ofelia Medina, “en México la desgracia y la enfermedad rápidamente se convierten en bisnes”. Lo estamos viendo.
La columna vertebral del orden y el funcionamiento social son las pequeñas y medianas empresas y comercios que emplean gente, pagan impuestos y están en la legalidad. Es a ellos a los que se está ahogando cuando es a los que se debería salvar.
El gobierno jura que lo quiere hacer, pero no lo hace. Las medidas que se han anunciado, como es costumbre en nuestra cultura política, atienden a lo que se puede presumir y no a resolver el problema. Prefieren condonar impuestos a bancos, regalar (dizque subastados) millones de dólares a la Comer, apoyar a las transnacionales o hacerse de la vista gorda con el comercio informal.
Es urgente cambiar esta situación. Y el gobierno puede hacerlo. Con la epidemia nos demostró que cuando se decide hace las cosas y hasta emitió un decreto que permitía lo impensable. Ahora debe obligarse a sí mismo y a los privados a cumplir sus compromisos con sus proveedores, para parar la cadena de especulación, corrupción e inseguridad que afecta a millones de ciudadanos.
Después de 9/11, el presidente Bush pidió a los estadounidenses que compraran para que el país no se hundiera. Para lograr lo mismo, el presidente Calderón debería ver cómo conseguir que se paguen las deudas.

El Universal, 10-MAY-09
sarasef@prodigy.net.mx
Escritora e investigadora en la UNAM

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