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1192 19 Noviembre 2012

 

LA SOCIEDAD DEL CONOCIMIENTO
Protesta social en Europa
Edilberto Cervantes Galván

Monterrey.- Durante la semana pasada se realizaron en un número importantes de países europeos manifestaciones de protesta en contra de las medidas de política económica cuyo impacto es inmediato y reducen severamente las condiciones de vida de la población en general.

En España, Bélgica, Portugal e Italia se estallaron huelgas generales o parciales, organizadas por la Confederación Europea de Sindicatos, mientras que en el resto de las capitales europeas hubo actos de protesta en solidaridad.

En España hubo marchas en las principales ciudades, como: Madrid, Barcelona, Bilbao, Zaragoza, entre otras muchas. El balance fue de 118 detenidos y 74 heridos, entre ellos un niño de trece años.

En Portugal la huelga general fue la tercera del año, con protestas que derivaron en violencia, con incendios y algunos heridos.

En Grecia hubo una huelga parcial de tres horas, tras la huelga general de 48 horas de la semana pasada, además de una marcha en Atenas. En Francia hubo cerca de 200 protestas en todo el país. En Alemania, con la economía menos golpeada, cientos de personas se congregaron en la emblemática puerta de Brandeburgo en Berlín. En el Reino Unido e Irlanda hubo marchas de solidaridad.

Las imágenes son de desesperación y de reclamo ante las decisiones de los gobiernos que están reduciendo a la nada lo que hace un cuarto de siglo se calificaba como un régimen económico de bienestar. Desde entonces el estándar de vida de los europeos va en caída severa.

Aquí en México un comentarista de noticias por la radio exclamaba con enfado que para qué se hacían estas marchas, que no tenían sentido. Según su criterio salir a protestar a la calle no va a servir para echar atrás las políticas de recorte y de austeridad.

Esa actitud de molestia ante las manifestaciones callejeras se transmite en diversos medios de comunicación electrónicos. Se informa sobre el número de manifestantes, el cual a veces se infla y en otros casos se deprime; se presentan escenas de violencia, de preferencia en donde aparezcan los manifestantes en actitud agresiva ante la autoridad, luego se entrevista a alguno de los perjudicados por la interrupción del tráfico. Todo ello con el propósito evidente de provocar una opinión de censura. No se le da espacio a una exposición de las razones de las protestas ni a divulgar los argumentos de quienes participan en ellas. El juicio definitivo es que andar protestando en la calle está mal, no importa cuál sea la causa. 

Las golpizas que propinan los cuerpos policiacos no son de mentiritas. Se ejerce violencia en contra de la población. Primero la violencia económica, con bajos salarios, con reducción de prestaciones y apoyos sociales, el desempleo y el trato drástico a los deudores de la banca. Después viene la violencia física con los desahucios y la contención de las protestas. En Grecia un jubilado se inmoló, después de señalar que su pensión no le permitía vivir en lo mínimo. En España, una mujer se lanzó al vació por la ventana de su departamento, ante la inminencia del desalojo.

Los que salen a la calle en Europa están tratando de salvar una condición de vida que se les está desapareciendo mediante medidas directas y concretas; no hay ninguna sofisticación ni planteamiento de opciones; es así, porque no hay de otra. Se ha recortado el gasto social, reducido el seguro de desempleo, disminuido el gasto en educación y en salud. Mientras la economía va para abajo y el desempleo es creciente.

La explicación de esta crisis es la de que el sistema financiero está en riesgo debido a la incapacidad (o incluso irresponsabilidad) de individuos y gobiernos para pagar sus deudas. El hecho es que los gobiernos están tomando partido por la estabilidad financiera aún y cuando eso signifique la inestabilidad y el sacrificio de la sociedad.

 

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