¡Qué ingenuos! Se la robó toda y no sólo eso, sino que se robó la mitad del país. ¿Ustedes creen que se iba a detener de apropiarse de la otra mitad viendo en sus manos los millones secretos que nadie sabía, ni siquiera el congreso de tan secreto? “En el arca abierta, hasta el más justo peca”, dice el refrán. Y un bandido peca más, pues Carlos Salinas ya se había robado la presidencia de la república en 1988. Vergüenza para este país que no puede meter a la cárcel a sus delincuentes mayores, los políticos y los de cuello blanco. Las cárceles están llenas de gente pobre, que se robó una gallina o productos alimenticios de un súper, pero los que se roban miles de millones -no de pesos sino de dólares- andan en la calle muy quitados de la pena. No sólo eso, sino que los premian con otros puestos políticos para que sigan robando. ¿Saben por qué no le hacen nada a Salinas? Porque Salinas fue y es muy inteligente; los embarró a todos, sus prestanombres, y todos son cómplices porque recibieron su tajada. Pregúntenle a Carlos Slim, o a Salinas Pliego, o a… Estos cómplices están todavía robando en el congreso mexicano, en el poder judicial y en el gobierno federal. Así que la mafia de Alí Baba es perfecta. Para acabarla de amolar, ya algunos lo estaban invitando para gobernador de Nuevo León. ¿Hasta dónde hemos llegado? ¿Dónde quedaron las más de mil empresas del estado pagadas por los mexicanos? ¿Dónde quedaron los miles de millones que supuestamente recibió el gobierno por ellas, como Teléfonos de México, por ejemplo? ¡Pregúntenle a Carlos Salinas de Gortari! A ver si les contesta.
Nuestro gobierno federal, incluyendo los tres poderes, ejecutivo, legislativo y judicial, más los poderes fácticos- prensa, jerarquía católica, grandes empresarios- están totalmente podridos. No se diga, todos los partidos políticos; están también metidos en medio del lodazal.
¿Y ahora quién nos podrá defender? ¡Nadie, absolutamente nadie!, sólo nosotros podemos defendernos si nos unimos todos en un solo objetivo: ¡que se vayan todos! Acabar con este gobierno usurpador, protector de toda la corrupción y toda la impunidad. ¡Sí se puede! Pudieron los argentinos, pudieron los bolivianos, pudieron los ecuatorianos, pudieron los venezolanos, pudieron los brasileños, pudieron los uruguayos, pudieron los paraguayos, bueno, hasta los hondureños y los nicaragüenses están pudiendo; ¿por qué nosotros no? Sólo necesitamos organizarnos en un solo objetivo, UNO SOLO. ¡Que se vayan todos! El poder ejecutivo, el poder legislativo y el poder judicial. Todos, todos. Con eso tenemos para empezar. Ya con un nuevo gobierno nos echamos a Televisa y TV Azteca, enemigos mortales de México.
Ahí vienen las elecciones del 5 de julio y con ellas el voto de castigo fulminante para el PAN, castigo para los priistas y perredistas chuchos, que se hicieron cómplices de este gobierno usurpador. Robarse la presidencia de la república es robarse la esperanza de todo un pueblo, es la destrucción de todas nuestras instituciones (el IFE, el tribunal superior de justicia, etc.), es un delito muchísimo mayor que robarse Teléfonos de México, por ejemplo.
Tenemos a dos usurpadores que le han hecho y le están haciendo mucho daño a México. Carlos Salinas de Gortari y Felipe Calderón.

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