LA VENTANA DE CAÍN

Soy el partero de la literatura mexicana: Carballo

Roberto Guillén

Les presento a una boa de la crítica literaria. Han pasado los años, pero el karma de su mordedura  no ha perdido el tono de la revuelta. No cree en el premio Cervantes, ni que Elena Poniatowska sea escritora. Pontifica la poesía de José Emilio Pacheco y descree de la novelística de Sergio Pitol. Con ustedes, el partero de la literatura mexicana del siglo XX, Emmanuel Carballo.

¿Cómo observa la obra de Carlos Montemayor, recientemente desaparecido?

Carlos Montemayor hacía de todo, pero en nada hizo cosas realmente importantes, ni como novelista, ni como poeta, ni como ensayista, ni como revolucionario. Para mí es un mito. Sabía todos los idiomas, menos el español. Parecía que estuviera en chino o en coreano. Tenía que haber aprendido español y usarlo correctamente. Sus novelas sobre la guerrilla son verdaderamente lamentables. Se requiere ser o muy tonto o muy avieso, para pensar que Montemayor era un gran escritor. Era un muchacho talentoso, pedante; quería saber de todo y no sabía de nada. O todo lo sabía en poquitas cantidades.

¿Por qué se derrumbó la literatura de Carlos Fuentes?

Porque los años pasan y todos nos derrumbamos un buen día. Éramos dueños de todo y ahora no somos dueños de nada. Se nos fue el talento; ya el… (inaudible), como decían los antiguos, desapareció. No te avisan los demonios ni los ángeles. Y no te salen las palabras, menos las ideas.

¿Cuál es su óptica sobre el ejercicio crítico de Christopher Domínguez Michel? 

Bueno, yo lo he dicho muchas veces, los críticos tenemos cierta vigencia de unos cuantos años, uno está de más en el panorama de la crítica. Deben darle una patada y mandarlo al carajo. A mí me mandaron al carajo. Creo que de las personas que podrían sustituirme, Christopher estaría en uno de los primeros lugares, si no es que en el primero. Yo creo que es un crítico talentoso. Tiene la pedantería que yo tuve cuando tenía sus años. Pero quien no es pedante a esa edad, está perdido. Hay que ser pedante cuando estás joven. Puedes ser comprensivo cuando eres viejo.

¿Su opinión sobre los reconocimientos a José Emilio Pacheco…?

Muy correctos. Si tú lees mi diario público, donde están todas mis memorias publicadas por CONACULTA, hablo de Pacheco. Yo le publiqué sus primeros textos, a José Emilio y a Monsiváis. Soy el partero de la literatura mexicana del siglo XX.

¿Qué le parece Sergio Pitol y su premio Cervantes?

No, los premios literarios yo no los tomo en cuenta. Para mí la poesía de José Emilio es excelente. Pitol es un buen escritor, pero no aporta nada nuevo a la literatura. Quizás sus memorias, sus ensayos son mejores que sus novelas y sus cuentos. Es un buen escritor.

En su conferencia habló de haber desembocado en el universo de las ilusiones perdidas, por cierto, un título que nos evoca al monomaníaco de Balzac…

Cuando te ves en el espejo, ves que ya no eres joven, sino viejo, pierdes todas las ilusiones. Volteas a ver a una muchacha y ella te dice: “¿quién es este viejo descarado?, ¿por qué me mira así?” En ese momento sé que ya estoy de más. Así me pasó cuando perdí las ilusiones.

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