Impacto ambiental en La Pastora

Antonio Hernández

El análisis de las afectaciones ambientales por la construcción del estadio en La Pastora no es exclusiva de la Semarnat. Esa secretaría sólo aprueba el impacto ambiental y cambio de uso de suelo, pero los efectos al ambiente tienen relación más allá de ambos conceptos. El análisis ambiental del estadio por parte del Congreso no debe restringirse sólo al análisis de un estudio de impacto ambiental, porque eso reduce la decisión a un ámbito en el que todo se puede hacer o deshacer. Otros aspectos deben ser considerados, con énfasis en las implicaciones del estadio en el futuro manejo y gestión de la nueva área protegida La Pastora.

La tendencia de las oficinas de Semarnat responsables del impacto ambiental es reduccionista. Para la aprobación del impacto, analizan exclusivamente el manejo de los efectos derivados por el cambio de uso de suelo en terrenos forestales y nada más. O sea, la decisión incluye la mitigación de los desmontes exclusivamente. No toman en consideración cualquier otro componente, que tenga que ver, por ejemplo, con la operación permanente de la obra que se busca aprobar, o las consecuencias de un proyecto como el estadio en el manejo o la operación de un área natural protegida como La Pastora, por citar solamente aspectos ambientales.

En el componente ambiental, la ruta de aprobación del comodato tiene trazo favorable, si consideramos que se hizo público por la Universidad que el estudio de impacto del estadio es viable. Atendiendo criterios técnicos, la Semarnat aprobará el impacto también, porque la zona donde se busca construir el estadio tiene un alto porcentaje de vegetación secundaria, que aunque tenga funciones importantes como la provisión de hábitat para vida silvestre, también es un indicador del deterioro del ecosistema, que afecta la regeneración de los remanentes de bosque primario existente en La Pastora.

El área del estadio tiene comunidades naturales de plantas que se manifiestan solamente cuando la vegetación original o clímax ha sido destruida total o parcialmente. Entonces debe prevalecer la opción de la restauración, para garantizar la preservación y protección del área protegida La Pastora.

La restauración ecológica de la zona del estadio, debe ser el primer paso para anexar esta parte al polígono protegido de La Pastora, resultando en ecosistemas más íntegros y ampliados. La Pastora sólo tiene una ubicación posible, y sus condiciones actuales con deterioro es posible revertirlas. La construcción de un estadio aquí no es compatible con la viabilidad del bosque, porque lo somete a presiones de urbanización que no es posible contener. La Pastora se debe mantener, y el estadio debe construirse en cualquier otro lugar que no sea el entorno del área protegida.

Actualmente, la labor que se desarrolla en el Congreso es la más importante. Si se aprueba el comodato, FEMSA puede hacer cualquier tipo de trámites ambientales, porque tiene la posesión del predio a su favor, condición ineludible para la aprobación del impacto ambiental y cambio de uso de suelo. La negación del comodato, o la posterior impugnación, desactiva de modo permanente la posibilidad de que el estadio sea construido en La Pastora.

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