507 30 de marzo de 2010 |
Recordando a Wojtyla Manuel Yarto Wong Resulta sobremanera interesante ver que la Iglesia Católica culpe ahora al mismísimo Papa Juan Pablo II de obstaculizar investigaciones sobre el abuso de niños a manos de sacerdotes y cita particularmente el caso de un Arzobispo de Viena. Por cierto, esta semana se cumple el quinto aniversario del fallecimiento de Wojtyla. Vaya manera de recordarlo. Según una entrevista difundida esta semana, el Cardenal de Viena, Christoph Schoenborn, reconoció que fue Juan Pablo II quien ordenó a Joseph Ratzinger, actual Papa Benedico XVI, suspender las investigaciones de abusos a menores dentro de la Iglesia Católica contra un Arzobispo a mediados de los años 90s, porque sus consejeros le aseguraron a Wojtyla que las acusaciones eran infundadas y una investigación perjudicaría a la Iglesia. De esa manera, Schoenborn intenta exculpar de cualquier responsabilidad a Benedicto XVI en el escándalo que está cimbrando a la Iglesia Católica y que salpica ya a los dos últimos papas, así como a algunos cardenales. Habrá que ver en qué quedará ahora el proceso de beatificación de Juan Pablo II, que debiera concluir en las próximas semanas. Fue responsabilidad de Ratzinger, antes de ser Papa, investigar los casos de abusos sexuales a menores como encargado de la Congregación para la Doctrina de la Fe. Sus defensores no le hacen ningún favor cuando aseguran que los pocos o nulos resultados que obtuvo se deben a que el ahora Papa prefería dedicarse a sus actividades como teólogo que a aburridas cuestiones administrativas, como lo eran el investigar casos de pedofilia de sacerdotes. Ahora también se argumenta que no hizo gran cosa porque Juan Pablo II le prohibió indagar al respecto. Que la propia Iglesia Católica culpe al Papa anterior hace pensar que es cierto y da idea del pánico en que se encuentra la institución, acorralada por tanto escándalo. El mayor cuestionamiento al actual Papa surgió recientemente cuando se comprobó que siendo Obispo de Munich aceptó para que trabajara con él a un sacerdote acusado de violar a un niño. Los administradores de dicha diócesis aseguran que el entonces Ratzinger estaba muy ocupado en sus actividades como teólogo y por ello no supo del caso. Lo cierto es que el reconocimiento de que Juan Pablo II protegió a un Cardenal pedófilo no exculpa ni hace olvidar que el actual Papa obtuvo muy pocos resultados al perseguir a los curas pedófilos en la Iglesia Católica. Y la duda perseguirá a Benedicto XVI todo su papado, especialmente cuando su respuesta ante los ataques se reduce a afirmar que no se dejará intimidar por habladurías, y el Vaticano sólo acierta a decir que todo se trata de una conspiración. Argumentos similares se escucharon durante años cuando las acusaciones estaban dirigidas al fundador de la orden católica Los Legionarios de Cristo, el sacerdote Marcial Maciel, hoy comprobado pedófilo, acusado de violación por sus mismos hijos. Y por último: ¿quién en la Iglesia Católica se está encargando de llevar justicia a las miles de víctimas de esos curas, obispos y cardenales pedófilos? Para compartir, enviar o imprimir este texto,pulse alguno de los siguientes iconos: ¿Desea dar su opinión?
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