507 30 de marzo de 2010 |
ANÁLISIS A FONDO Reducir los costos y la demanda Francisco Gómez Maza
En este asunto del narcotráfico hay que ser honestos, sinceros, francos. Hemos dicho ya que la violencia es inútil para acabar con él; que los únicos beneficiados de la guerra son los propios narcotraficantes, porque al encarecerse las drogas ilegales hacen un negocio redondo, independientemente de las importantes bajas físicas que experimenten bajo las balas de los combatientes militares y policiales. El mismo Milton Friedmann lo ha advertido, como lo asentamos en la entrega anterior de Análisis a Fondo. Entonces, por qué el gobierno de Calderón no cambia de estrategia y destina todos los millones de pesos que destina a mantener tropas en las calles a programas serios, eficientes, bien armados, para reducir la demanda, como lo están haciendo España y los propios Estados Unidos, éste último aún no con resultados satisfactorios, porque es el que genera el trasiego endemoniado de droga por la frontera de México. Con todo, de acuerdo con un estudio elaborado por el doctor Luis Solís Rojasa, el sociólogo Alonso Robledo Carmonab y la socióloga Kristal Ocándiz Gardeazábalc, publicado en la revista “Liber Addictus”, en países como Estados Unidos y España existe una tendencia a incrementar los gastos de inversión en la reducción de la demanda y el éxito se ha visto reflejado en el decremento de la prevalencia del consumo, a raíz de un mayor financiamiento de programas de prevención y tratamiento que estos países han tenido, y a la respuesta de la sociedad ante ellos.
En España, la preocupación del gobierno por combatir el problema de las drogas, tanto desde la oferta como desde la demanda, responde no sólo a los elevados índices de consumo, sino también a las formas de uso y a la peligrosidad de las sustancias causantes de la adicción, muchas de ellas derivadas del opio. Además, ante la insuficiencia de recursos para la inversión pública, muchas naciones han diseñado fórmulas jurídicas para allegarse de fondos para la lucha contra las drogas. Estos mecanismos, incluyen la cooperación internacional, el uso de recursos propios y la confiscación de bienes de origen ilícito. Algunos ejemplos de países con prácticas exitosas están representados por Costa Rica, para el continente americano, y por España, para Europa. Los aspectos que facilitaron el éxito de esas experiencias incluyen mecanismos expeditos para la resolución de las causas penales, bajos niveles de corrupción y monitoreos apropiados de los procesos. En México, el aseguramiento de los bienes susceptibles de decomiso está considerado en el capítulo V de la Ley Federal contra la Delincuencia Organizada: Sin embargo, a 10 años de su formulación, esta ley aún requiere de niveles más eficaces de aplicación y operatividad para permitir que el ejercicio de las acciones de adjudicación de bienes sea expedita y confiable.
En el mejor de los casos, la derivación de los recursos económicos procedentes de la venta de los bienes incautados hacia la reducción de la oferta sería una alternativa apropiada para satisfacer, en cierta medida, la gran necesidad de inversión en ese rubro. No obstante, la inversión restante debería ser subsanada a partir de un proyecto económico que incluya un viraje en el cual no impere la visión cuasi absolutista de aquellos que sólo creen en la reducción de la oferta. Se entra así a la definición de una transformación en la política pública y de inversión social, en la que, además, las presiones internacionales no sean las determinantes de la inversión. Llegados a este punto es inevitable analizar las vicisitudes del desarrollo social que contribuyen al origen y a la consolidación de los problemas relacionados con la producción y el consumo de drogas. La economía mexicana es ahora subsidiaria de la industria de las drogas, como efecto natural de su filtración sistemática en las diversas áreas de la actividad humana, de la participación de miles de personas en esas actividades, de su penetración en la política y de la sofisticación de las tecnologías utilizadas por el narco, así como de las formas cada vez más violentas de consolidar su poderío. Todos estos factores han sido determinantes en la pérdida paulatina de control por parte del Estado. Pero si se desea realizar un análisis más profundo, irremediablemente se deben considerar los factores macroeconómicos que han coadyuvado a que México sea un país productor, de paso y ahora de consumo.
En un esquema de neoliberalismo extremo, las condiciones de vida de la mayoría de la población no han mejorado; la pérdida de empleos se ha incrementado; la incapacidad para incorporarse a una economía rural competitiva se ha exacerbado; todo ello junto con el quebranto del sistema financiero, el endeudamiento interno y externo son el marco que permite interpretar la emergencia y agravamiento de esta problemática. En ese contexto, la inversión para la reducción de la oferta se justifica toda vez que, al tiempo de desarrollar medidas para luchar contra el narco, se diseñen nuevas estrategias de desarrollo social. Pero también es el momento de hablar de un proceso integral, que implique la reducción del uso de drogas entre las personas que las han consumido y la prevención de su uso en las que no lo han hecho; de la generación de actividades de reducción de riesgos y daños asociados, así como una mayor incidencia en el nivel de política social para la reducción de la demanda. Esta visión sistémica, a final de cuentas, representa la necesidad de lograr un equilibrio en la dinámica oferta-demanda, que evidentemente tendría efecto en las poblaciones que requieren los servicios, minimizando costos sociales y evitando un proceso de circularidad que contribuye a la perpetuación de ese problema. México es un país en el que recae una gran responsabilidad social, económica y política en cuanto al narcotráfico se refiere, ya que por su posición geográfica ha funcionado como puente para abastecer a Estados Unidos. Si bien la situación en la que se encuentra el narcotráfico en México es preocupante, más deben inquietarnos las consecuencias que ha traído consigo y que tienden a agravarse.
http://analisisafondo.blogspot.com/ http://lacomunidad.elpais.com/analisisafondo/2010/3/29/analisis-fondo-reducir-costos-reducir-demanda
Para compartir, enviar o imprimir este texto,pulse alguno de los siguientes iconos: ¿Desea dar su opinión?
|
|