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27 de abril de 2010
15diario.com  


 

Yo sí voy con “Plan México”

Graciela Ríos

Hago mentalmente una breve reconstrucción de hechos tratando de entender cómo es que los mexicanos estamos inmersos en la indeseada guerra del ejército contra el narcotráfico, contra los policías, contra los ciudadanos.

Quien hizo esta declaración de guerra fue el señor Felipe Calderón Hinojosa.

 

Éste llegó a la presidencia de México una vez que el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación, resolvió las impugnaciones presentadas por su contrincante, Andrés Manuel López Obrador, quien había declarado que se había producido fraude electoral. Así, Felipe Calderón tomó protesta el mes de diciembre del 2006 del cargo de Presidente de los Estados Unidos Mexicanos.

La mayoría de quienes votaron por él lo hicieron principalmente por sus promesas de campaña. Éstas incluían una reducción en el pago de los impuestos gracias a que aumentaría la cantidad de contribuyentes, incluso ofreció que quienes ganaran menos de cinco mil pesos no pagarían impuestos. Dijo que bajaría las tases de interés, que eliminaría el cobro de comisiones de las remesas enviadas por nuestros paisanos, que se podría producir libremente nuestra propia electricidad, que habría seguro médico para todos; que las clases escolares se extenderían a las 5 de la tarde; que las madres gozarían de horarios flexibles de trabajo para que pudieran cuidar a sus niños; que bajaría el sueldo del presidente y de los funcionarios públicos; que eliminaría permanentemente el pago de tenencia de los automóviles; que el país crecería sostenidamente y sobre todo; que él sería el presidente del empleo.

 

Pero, ¿en qué  parte de su proselitismo mencionó algo acerca de las drogas, del narcomenudeo, de los narcotraficantes o de alguna guerra en su contra? Nunca hizo mención de algo parecido y las preguntas que insistentemente nos hacemos muchos son: ¿Si Felipe Calderón hubiera transparentado sus planes de emprender un combate contra los cárteles de las drogas, los ciudadanos habrían votado por él para Presidente del país?, ¿Es válido que una persona que fue elegida por el pueblo para cumplir con determinadas promesas de gobierno, realice actividades muy distintas para las que fue postulado (contratado)? Si bien la mayoría de los mexicanos no estamos de acuerdo con el tráfico de drogas ni con las actividades ilícitas de muchos, tampoco deseamos que se militaricen nuestras calles, que se irrumpa al interior de nuestros espacios públicos o privados a punta de balazos o que se abra fuego cruzado sobre las cabezas de nuestros hijos, desparramando sangre, dolor y muertos por las calles.

 

México, históricamente ha evadido participar activamente en las distintas guerras del mundo. A lo sumo ha hecho bloqueos económicos como el que se realizó contra Italia en la segunda guerra mundial, o bien, ha roto relaciones diplomáticas y consulares como lo hizo con Japón, Italia y Alemania en esa época. Pero de ahí a tomar las armas, la cosa es muy distinta.

 

Sin embargo, llega Felipe Calderón al poder con la consigna de crear empleos para todos y en tan solo tres años, los puestos laborales que abundan son reclutados por los cuerpos de policías, del ejército y al interior de las filas del narcotráfico, con lo que se ha teñido de sangre y luto a nuestra nación.

Durante su gobierno se han estrenado conceptos y hechos que los ciudadanos ni siquiera conocíamos, tales como: reacomodo de cárteles, luchas por territorios, polizetas, narcobloqueos, ingreso del ejército a las ciudades, llamado a los marines, cuota por el derecho de piso y hasta por el derecho a la vida.

 

Nuestro vocabulario se limitaba a narcos, drogos, cárteles, casas de seguridad, secuestros y secuestros exprés. Ahora hay términos como sicarios, levantón, tiros de gracia, arrastramientos, decapitados, rafagueados, narcomensajes, entambados, megacomando, esquirlas y abatidos. Los que por cierto, son demasiados cada día.

 

Hemos transitado estos años del discurso a la acción, a la incomprensión, al azoro, al hartazgo y ahora, al repudio por las medidas que se están tomando, repudio a la impunidad de las acciones protegidas con fuero. Estamos sumergidos en el descontrol, el caos, el miedo y la necesidad de huir de este país. Y todavía Calderón, después de habernos arrebatado la paz social de la que tanto presumían los mandatarios anteriores, nos pide que hablemos bien de México y avivemos el orgullo de ser mexicanos. Y como no encontramos la salida y como tampoco podemos la mayoría irnos lejos del país. Y dado que Calderón ya confundió la perseverancia con la obstinación y él mismo no sabe cómo deshacer el camino recorrido. Y como a pesar de estar muertos de miedo debemos seguir llevando a los niños a la escuela, acudiendo al trabajo, visitando a los clientes, de perdido escuchemos lo que el ex presidente Clinton de Estados Unidos tiene que decirnos acerca de crear un plan llamado México.

 

grios@assesor.com.mx

 

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